Capítulo 21

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Narra Draco

A la mañana siguiente me levanté aunque no con muchos ánimos, ahora tendría que ser un mortífago y uno muy bueno para que el señor obscuro no tomara a mi hermana bajo su enseñanza.
Ese día tomé mis clases con normalidad y durante lo que restaba de la tarde estaría en mi casa entrenando.
El día pasó rápido y lo único que me consolaba era que vería a Ámelie y la mantendría alejada de todo esto... Recibí una lechuza ordenándome ir a la mansión Malfoy, sería acompañado por Severus Snape, al menos no iría solo.
Al llegar la primera en recibirme fue obviamente Ámelie.

Ámelie - Draco!! Veniste!

Draco - Aquí estoy pequeña. Te extrañé.

Ámelie - Yo también te extrañé ¿Te quedarás a dormir verdad?

Draco - No lo sé princesa, ya veremos más tarde... Tengo que hacer unas cosas con papá, te veré más tarde.

Ámelie - Bien, iré con mamá.

Ámelie se fue no sin antes saludar a su padre Severus.

Me encaminé hacia el salón principal y ahí estaba, el mounstro que solo quería matar personas por gusto y que quiso apoderarse de mi pequeña hermana.

Draco - He llegado.

Voldemort - Oh, muchacho me alegro de verte.

Draco - ¿Empezamos? - dije seco.

Voldemort - Me agrada tu sed de conocimiento. Claro que vamos a empezar. Lucius si me permites lo llevaré a la mansión Ryddle.

Lucius - Claro.

Mi padre me miró de manera que me pedía disculpas pero no estaba enojado con él, lo estaría si hubieran dejado a Ámelie con éste hombre.

Al llegar a la mansión Ryddle noté que era muy sombría y demasiado tranquila, de vez en cuando se oían gritos.

Voldemort - Siento los ruidos de algunos de mis invitados. Comencemos con las maldiciones imperdonables.

Desde ahí supe que sería una larga tarde.

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Horas más tarde me encontraba de nuevo en la mansión Malfoy... Con un rostro sombrío y varita en mano, todo mi cuerpo temblaba y me sentía frío.

Mi madre se acercó a mi con preocupación, sus ojos comenzaban a llorar pero se lo impedí.

Draco - Estoy bien, por favor no llores. Quiero ver a Ámelie.

Narcissa - Si cariño, ve ve.

Fui directamente a la habitación de mi adorada hermana y en cuanto le acerqué a la puerta ahí estaba, con una casa de muñecas cepillándole el cabello a una de esas lindas muñecas que se parecían a Ámelie. Me quedé observándola unos minutos, me tranquilizaba mucho verla... Solo verla, saber que estaba bien, saber que todo aquello que yo había tenido que hacer con aquel mago tenebroso... No tuvo que hacerlo ella.
Estaba tan orgulloso de mí por haber sido capaz de protegerla.
Sentí lágrimas en mis ojos pero no podía llorar estando tan cerca de mi hermana, no quería verla triste así que me limpié los ojos y entré a la habitación.

Ámelie - Has vuelto - dijo abrazándome.

Draco - Si aquí estoy, me quedaré contigo.

Ámelie - Sii!! ¿Duerme conmigo si?

Draco - Lo que tu quieras.

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=3 Draco roba mi corazón ❤️

Voten 💜

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