17. (1/2)

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Capítulo editado

Harry y Ron se acercaron a toda prisa al lavabo. Lockhart se quedó atrás junto a Amelia, el primero con una mirada de profundo terror en el rostro.

Parecía un lavabo normal. Examinaron cada centímetro de su superficie, por dentro y por fuera, incluyendo las cañerías de debajo. Y entonces Harry lo vio: había una diminuta serpiente grabada en un lado de uno de los grifos de cobre.

Ese grifo no ha funcionado nunca. - dijo Myrtle con alegría, cuando intentaron accionarlo.

Harry. - dijo Ron. - di algo. Algo en lengua pársel.

Pero... - Harry hizo un esfuerzo. Las únicas ocasiones en que había
logrado hablar en lengua pársel estaba delante de una verdadera serpiente. Se concentró en la diminuta figura, intentando imaginar que era una serpiente de verdad.

—Ábrete. - dijo.

Miró a Ron, que negaba con la cabeza.

Lo has dicho en nuestra lengua. - explicó.

Harry volvió a mirar a la serpiente, intentando imaginarse que estaba viva. Al mover la cabeza, la luz de la vela producía la sensación de que la serpiente se movía.

Ábrete. - repitió. Pero ya no había pronunciado palabras, sino que había salido de él un extraño silbido, y de repente el grifo brilló con una luz blanca y comenzó a girar.

Al cabo de un segundo, el lavabo empezó a moverse. El lavabo, de hecho, se hundió, desapareció, dejando a la vista una tubería grande, lo bastante ancha  para meter un hombre dentro. Harry oyó que Ron exhalaba un grito ahogado y levantó la vista. Estaba planeando qué era lo que había que hacer.

Bajaré por él. - dijo.

No podía echarse atrás, ahora que habían encontrado la entrada de la cámara. No podía desistir si existía la más ligera, la más remota posibilidad de que Ginny estuviera viva.

Yo también. - dijo Ron.

Hubo una pausa.

Bien, creo que no os hago falta. - dijo Lockhart, con una reminiscencia de su antigua sonrisa. - Así que me...

Puso la mano en el pomo de la puerta, pero tanto Ron como Harry lo apuntaron con sus varitas. Y Amelia lo tomó fuertemente del brazo, obligándole a caminar.

—Usted bajará delante. - gruñó Ron.

Con la cara completamente blanca y desprovisto de varita, Lockhart se acercó a la abertura.

—Muchachos. - dijo con voz débil. - muchachos, ¿de qué va a servir?

Harry le pegó en la espalda con su varita. Lockhart metió las piernas en la tubería.

No creo realmente... - empezó a decir, pero Ron le dio un empujón, y se hundió tubería abajo. Harry se apresuró a seguirlo. Se metió en la tubería y se dejó caer al igual que los otros dos niños.

Era como tirarse por un tobogán interminable, viscoso y oscuro. Podía ver otras tuberías que surgían como ramas en todas las direcciones, pero ninguna era tan larga como aquella por la que iban, que se curvaba y retorcía, descendiendo súbitamente. Calculaba que ya estaban por debajo incluso de las mazmorras del castillo. Detrás de él podía oír a Ron, que hacía un ruido sordo al doblar las curvas. Y Amelia apenas hacía ruido.

Y entonces, cuando se empezaba a preguntar qué sucedería cuando llegara al final, la tubería tomó una dirección horizontal, y él cayó del extremo del tubo al húmedo suelo de un oscuro túnel de piedra, lo bastante alto para poder estar de pie. Lockhart se estaba incorporando un poco más allá, cubierto de barro y blanco como un fantasma. Harry se hizo a un lado y Ron salió también del tubo como una bala.

𝐄𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐀𝐦𝐞𝐥𝐢𝐚 𝕎𝕙𝕚𝕥𝕖|¦ MALFOY'sʰⁱˢᵗᵒʳʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora