En el norte de la Tierra Media se encuentra Forodwaith. Oscuras historias y terribles sucesos fueron testigos aquellas tierras. Dieron cobijo a terribles bestias y poderosos enemigos de la paz. Pero aquellos horrores fueron vencidos, el tiempo curo las heridas, y sobre las cicatrices reaparecieron los misteriosos hombres de Forodwaith. Con el tiempo los Dwaith salieron de su escondite y se agruparon. Los siglos ayudaron a esta raza casi extinta a crecer.
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-Por Eru-exclamaron todos los niños maravillados. Sus enormes ojos muy abiertos y fijos en el elfo sentado frente a ellos.
Eran ocho niños en total, cinco niños y tres niñas. Hijos de los Dwaith, descendientes de Augeren, una antigua maia pupilo de Nienna. Augeren se enamoro de un humano que habitaba Forodwaith, en una de sus visitas a la tierra media. Decidida a quedarse con el hasta el fin de sus días, Augeren dejo atrás a los valar. Al morir su esposo, Augeren se dedico a velar por su hijos, y los hijos de sus hijos. Fue ella quien, cuando el mal se alzo en Forodwaith, ayudo a sus hijos a esconderse para sobrevivir. Cuando Melkor fue vencido y la tierra descanso de su maldad lo suficiente para vivir, Augeren dejo a sus hijos salir a las tierras. Les enseño a sobrevivir en el hielo eterno, y miles de conocimientos que ayudaron a los Dwaith a mantener su existencia aun siglos después que Augeren se marchara para jamas volver.
Los Dwaith vivían separados en pequeños grupos que se trasladaban todos los años lunares, pues para ellos el sol era apenas conocido. No eran muchos, pero eran fuertes, tenases y sabios. Seres inmortales que veían a las bestias que pisaban el hielo como animales con los cuales convivir. Algunos de ellos lograron dominar el hielo y sus secretos.
Habicht era un elfo de los bosques de Lorien, un erudito que, tras pasar milenios profundizando la historia de su pueblo, decidió viajar por el mundo llamándose a si mismo narrador. Y contaba historias, a cambio de otras. Habicht era curioso y aventurero, quizás sea esa la razón por la cual hizo oídos sordos a las voces que hablaban mal de Forodwaith y se adentro a su invierno infinito. Allí descubrió a los Dwaith, luego de un horrible encontronazo con los Lossoth.
Los Dwaith, al contrario de sus vecinos Lossoth, eran seres muy parecidos a los humanos, Sus alturas variaban y sus orejas eran redondeadas. Llevaban el cabello negro liso y largo, Los hombres lo mantenían corto hasta la cintura, y algunas mujeres incluso lo arrastraban. Su piel era extremadamente pálida, producto de las pocas horas al sol. Lo mas fascinante de sus físicos eran sus ojos. Alargados como almendras, y negros como noche sin luna. Sin embargo, por la noche, las estrellas se reflejaban en ellos dándole un aspecto mágico y bello.
Los Dwaith estaban habidos de conocimiento, y sus niños se maravillaban ante todas las palabras que salían de sus labios. Habicht se sentaba con ellos cuando los padres regresaban de la caza o la pesca. Se quedaba con ellos horas relatandoles historias sobre un mundo que ellos no conocían. Un mundo donde existan los arboles, y flores de colores, animales mansos, sol abrazador. Y miles de historias y cuentos interesantes. Ademas, Habicht comenzó a enseñarles a hablar la lengua de los elfos, y mas tarde la lengua de los hombres.
Quizás se debiese a ese elfo que los visito por años que, los niños, ahora mayores, tenían el corazón lleno de curiosidad. Amelaban abandonar las tierras de Forodwaith y ver con sus propios ojos lo que solo sabían por historias.
Mas el tiempo paso, y los jóvenes olvidaron su anhelo. Las preocupaciones de la vida diaria, un encontronazo con un dragón, los ataques cada vez mas feroces de los lobos salvajes, olvidaron las historias como algo real.
Quizás por eso, cando el elfo volvió y los invito a viajar con el, solo uno de los ocho niños acepto. Augen, la mas pequeña de todos partió con el elfo a tierras desconocidas, dejando atrás su familia, mas el frió hielo del norte siempre la acompañaría en su corazón y, tal como su madre dijo al despedirla, Augen aria de su persona alguien a quien recordar.
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La Dama de Forodwaith
FanfictionMas allá de Erebor, están las tierras del norte. Forodwaith. El reino congelado. Las tierras de hielo. Pocos son los que saben o recuerdan que allí habitan los Dwaith. No son elfos, ni enanos, no humanos. Los Dwaith son similares a los humanos, con...