Punto de vista de Gema.
Entro en la casa y llamo a Cristiana. Como dije alguna vez, la casa es grande, pero no es necesario estar a los gritos para hacerme escuchar. Me siento en uno de los cómodos sillones a esperar. Un segundo después entra a la sala Cristiana con una bandeja de snacks.
-Pensé que tal vez tendrías apetito. ¿Qué tal tu día con Carla?
-Bueno. Cristiana, quiero tratar un tema contigo. -ella se sentó a mi lado, mirándome atentamente. -¿Qué posibilidades hay de que guardemos una reserva de mi sangre para Oscar?
-¿Es que piensas dejarnos? -inmediatamente se retractó de su actitud. -Es decir, no te lo reprocharía...
-No, no es eso. Estuve pensando que yo soy humana y cualquier cosa puede pasarme. Un accidente, tal vez una enfermedad... Tenemos que pensar en el futuro de Oscar.
Cristiana sonrío aliviada.
-No hace falta, cariño. Nada te ocurrirá.
Algo en mi interior prendió con alarma.
-¿Y eso por qué? -pregunté con suspicacia.
-Eres una guardiana. -contestó como si fuera obvio. -Sí, eres humana, pero con la sangre de Tiziano estás protegida. Con el tiempo te harás casi inmune a cualquier enfermedad y casi indestructible.
-Cristiana, ¿también estoy protegida de "otros"?
Su sonrisa se borró.
-Haremos todo lo posible por protegerte.
-¡No! Debo ser capaz de defenderme. Estuvimos todo el día con otro vampiro y no me dí cuenta. Mi madre lo hubiera detectado enseguida. No pueden cuidarme como si fuera... una niña indefensa.
-Ella tiene razón. -dijo la voz fría de Vince desde la puerta.
Me levanté para acercarme a él.
-Ayúdame a ser como mi madre.
Él asintió muy lentamente.
-Muy bien. Pero antes quiero hablar contigo... a solas. Demos un paseo.
Ok. Esto era extraño. Vince quería hablar conmigo. A solas. ¿De qué? No me lo puedo imaginar, pero no me gusta.
-¿Cómo has estado? - me sorprende con esa pregunta en cuanto salimos a la calle.
-Bien.
-¿Estás cómoda con nosotros?
¡Vaya pregunta! No me la esperaba del viejo.
-Sí.
-Bien.
Seguimos caminando, sin rumbo, por las calles de New York. Vince aparentaba unos treinta y cinco años, tenía el cabello lustroso negro recogido en una coleta que le caía en la nuca y en estos momentos llevaba unos lentes oscuros para ocultar sus extraños ojos de plata. Siempre vestía de impecable traje (creo que le llaman corte italiano), en contraste con mis jeans oscuros y mi chaqueta larga.
-Quiero hablar sobre la unión que mantienes con Tiziano. -ah, la piedra en el zapato. -Vamos a tomar algo.
Entramos en el primer bar oscuro que encontramos. Buscamos un reservado alejado del pequeño escenario. Me sorprendió que Vince pidiera café.
-Creí que Tiziano me había dicho todo acerca de eso. -dije en cuanto se fue la joven que nos servía sin dejar de admirar a Vince.
-Pero no todo. -¿Por qué su voz fría me sonó a mal presagio?
-O sea, que hay más. -afirmé, recargándome en la silla, cruzando mis brazos sobre el pecho.
-Carla... me contó que te escuchó decir que la unión de ustedes fue un accidente, un error.
-Asi es. Él mismo me lo dijo. -bien clarito.
¿Vince maldijo? A veces habla en su lengua natal y no le entiendo.
-Yo me uní a la madre de Tiziano, para poder reclamarlo como hijo. En ese entonces, era mi único hijo. Pero ella no era mi compañera. Lo supe en el mismo instante en que mezclamos nuestras sangres. No podía sentirla, no podía saber dónde estaba... y no pude salvarla.
A mi mente viene una de las imágenes que viví al quitarles sus recuerdos. Una mujer morena, de baja estatura pero exhuberante cuerpo... y una estaca en el pecho.
-¡Un momento! El hecho de que sepamos lo que siente el otro, ¿nos hace... un matrimonio legítimo? -acentúe la última palabra.
-Soy un fiel creyente del Destino. -dijo con la comisura de los labios levemente curvados hacia arriba.
-Bueno. Tiziano tendrá que esperar cincuenta años o más para ser libre. Y luego tendrá toda la eternidad para seguir buscando. -lo menos que quiero es tenerlo atado contra su voluntad, pero un lustro no es mucho tiempo para él, ¿no?
-Aún no lo comprendes. ¿Sabes qué le ocurre a un vampiro cuando su compañero desaparece? -me mira con sus ojos de plata. -¿Sientes a Tiziano?
-Ps. Claro.
-¿Sabes cuán lejos está?
-No. ¿Canadá? -él no me dijo a dónde iba. ¿Por qué tendría que saberlo? ¿Es importante?
-Yo puedo saber "exactamente" dónde se encuentra Cristiana.
-Algo que perfeccionaron con los años.
-No. Así funciona la unión desde el primer momento. Así es como uno sabe que tiene un compañero... para toda la eternidad.
-¿La eternidad? Vince, pensé que había dejado en claro que soy humana, y para serte sincera, no me atrae la idea de convertirme en...
-¿Un monstruo? ¿Un asesino? ¿Un muerto vivo? Déjame explicarte. Imagina que no puedes sentir, que eres un cascarón vacío. Sientes el cariño por un amigo y el odio a tu enemigo, pero nada más. Ni amor, ni deseo, ni miedo o temor de perder, ni euforia por ganar, ni dolor. Y un buen día, todo eso se abre dentro tuyo. Ya no sientes soledad, te importa tu futuro porque hay alguien más en él... Un precioso regalo. ¿Acaso no lo cuidarías con tu vida? Porque al desaparecer la persona que despierta todos esos sentimientos, ya no puedes volver a ser ese cascarón vacío. No puedes volver a la soledad.
-Estás hablando de Cristiana y tú. Yo puedo ver el amor en ustedes. Pero lo de Tiziano y yo... -los músicos se preparaban para tocar.
-Crees que al mantenerse alejados la unión desaparecerá, pero eso no va a ocurrir. Es permanente. Eres la compañera de Tiziano, te guste o no.
-Su compañera. Lo dices como si fuera trascendental. No soy nada más que una responsabilidad para él. No soy su mujer. No puedo serlo, y lo sabes bien. -los músicos comenzaron una melodía ritmica y burbujeante... que me inquietó.
-Eres su mujer y él sabrá conquistarte de tal manera que no haya dudas al respecto...
Eso realmente me molestó. Eso y la sensación de electricidad que me recorre el cuerpo.
-Esto... creo que es un ... tema... que...
-¿Gema?
Es muy rápido. No puedo controlarlo. Solo podía... advertirle.
-Hada.
Este es la primera parte de un capítulo doble. Me pareció que podía alargar la intriga hasta que publique la segunda parte. Je, je. (El de la foto es Vince)