Este capítulo está dedicado a TheGirlLost, quien cree que mis capítulos son demasiado cortos. Así que, aquí te va.
Punto de vista de Gema.
Dos meses. Dos meses y tres días que convivo con mi "nueva" familia. Mi familia vampira. ¡Y ya no aguanto más! Me tomaron bajo su ala protectora como una sobrina huerfana a la que deben cuidar en cuerpo y alma. Y ellos se toman toda responsabilidad en serio.
Carla y Billy están a cargo de mi educación. Era buena en la escuela, pero no como para termimarla en menos de un año para luego enviarme a la universidad. ¡Por favor! Siempre supe que nunca iría a una universidad y que no tendría una carrera, un título, una profesión. Cristiana, por su parte, no pierde la esperanza de convertirme en una dama. Y Vince, en toda una guardiana.
Mi día comienza a las cinco para asearme y desayunar, y continuar con un tutorial de cinco horas. Descanso un poco, después del almuerzo, y luego tomo clase de etiqueta con Cristiana, o lucha con Tiziano. Debo decirles que el vampiro toma el entrenamiento muy en serio. Nada de gentilezas porque soy su compañera. ¡Noooo! Y lo preferirían a caminar en tacones. Entonces, se levanta Oscar, lo alimento, me alimento... y continúo el entrenamiento con Vince. Él está decidido a convertirme en la guardiana que era mi madre. La forma en que me entrena lo demuestra.
El único respiro es cuando salgo con Billy y su grupo de amigos. Por supuesto, ninguno sabe su naturaleza... ¿sobrehumana? ¿Sobrenatural? ¿Sobrestimada? Él se muestra tan humano, que siempre olvido que es un asesino. ¿Lo es? ¿Lo fue? No lo sé. Y realmente no me importa. Es el único momento en el que me siemto normal. Bueno, tanto como Alicia con el Sombrerero Loco a la hora del té.
Hoy no me siento con ganas de entrenar. Todo me sale mal. Alguna vez tuvieron que tener esa clase de día en que es mejor quedarse en la cama,¿no? Primero, discutí con Carla por un resultado que creí correcto. Luego, rompí un vestido carísimo al intentar subir a un auto. ¡No entiendo cómo lo pueden hacer con algo tan ajustado! Cristiana le restó importancia. Pero me daba cosa. ¡Ellos pagaban por todo!
Como dije, no me siento con ánimos, así que, le pedí a mi entrenador personal que me diera la tarde libre. No sé por qué, pero me lo concedió... para descubrirme comiendo una porción doble de torta de chocolate.
-Gema. -perfecto. El entrenador en jefe. -Al gimnasio.
-Pero... debo... ¡alimentar a Oscar! -recordé.
-No habrá nadie a quien alimentar si no entrenas para defenderlo.
Bufé. No puedo refutar eso. El punto es que hace más de una hora que estoy recibiendo golpe tras golpe.
-Concéntrate. -repite Vince, implacable e inmóvil.
-Eso intento -le contesto de mala manera.
Debo dar gracias de que no es él quién me está dando la paliza.Tiziano no parece cansado. Bueno, nunca parecen cansados, ni sudados, ni desalineado, ni desarreglado...
-¡Concéntrate!
Tiziano logra tenerme contra las cuerdas. Otra vez. Estoy frustrada.
-Tal vez deberías practicar con Billy. -me susurra al oído. No sé por qué; estoy segura que Vince lo puede escuchar perfectamente. -No. Él es demasiado. Con Iván. Él es el humano.
¡Ya estuvo bueno! Iván es un amigo de Billy, que intenta ligar conmigo. Billy me hizo jurar que no diría nada, porque no quería perder a un ¿amigo?
-Ya quisieras. -dije más para mí que para él.
-¿Por qué? ¿Acaso... te interesa?
¡Ya! Ahora sí me enojó. ¡Idiota! ¡Auch! ¡Le pegué! ¡Yupi!
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