Cap. 20: La Portadora y la Serpiente.

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Punto de vista de Gema.

Navidad. Otra vez. El año anterior  estaba luchando con los compradores, las bolsas de papel o plásticas, las baterías para los juguetes de Taiwan, los papeles de regalo, las cintas de colores, las luces estropeadas y la piña enlatada en oferta. No puedo creer que este año fuera peor. Déjeme explicar por qué.

Navidad es cuando la familia Strabinsky se reune en masa. Y cuando digo "en masa", quiero decir todos los Strabinsky de la guía telefónica. No creo que el apellido sea muy popular acá, pero ellos son muuuchos. Porque Cristiana y Vince han... "adoptado" a muchos hijos a lo largo de los años. Cristiana solo tiene doscientos cuarenta y pico de años. ¡No quiero imaginar cuántos tiene Vince! Y ella me confió que tiene más de cincuenta hijos. ¡Cincuenta!

Ustedes se preguntarán ¿adoptados? Yyyyy... sí, son mordidos, vampiros no nacidos, creados. Cristiana me asegura que no son peligrosos, y que no siempre vienen todos. Claro que eso no es una gran mejoría para mí.  Aunque viniera solo uno... ¡Oh, Dios! Tiemblo porque a mi mente se me viene las imágenes de las películas de terror. Las viejitas, en blanco y negro. Bela Lugosi, Boris Karlof, Vincent Price... Claro, ustedes dirán: "Pero cómo si vives con una familia vampira". Y tienen razón, pero los únicos que se comportan como vampiros son Vince y Oscar. Oscar es un niño y Vince... da miedo.

Y esta es mi noche de presentación antes de Navidad. Esta noche conoceré a algunos de esos "niños perdidos". Mi debut en sociedad, según Cristiana. Ah, ella está muy entusiasmada. Hace dos días, pasamos horas de tienda en tienda, probándonos vestidos tras vestidos. Un tedio. Tan solo pensar que debo ponerme un vestido, peinarme, maquillarme y ponerme  los tacos, me dan ganas de salir corriendo. ¿Y por qué debo quedarme? Soy libre de hacer lo que me plazca, ¿no? Ni siquiera Tiziano está en casa... ¿Dónde estará? No debo preocuparme, si quisiera lo sabría al instante.

Tiziano. Estas últimas semanas se ha comportado de modo diferente. Atento, caballeroso, pero no ha pasado de un beso. Y yo se lo agradezco de todo corazón. Si bien siento un cariño especial hacia él, si llegara a forzar la situación no sé cómo reaccionaría. Mi cuerpo se tensa cuando intenta acariciarme. Sé que él lo sabe. Y me duele. Porque siento lo que él siente. Frustración.

A veces creo que el Destino se equivocó, que no soy la pareja de Tiziano. Estoy defectuosa. Como lo estuve para mi padre. ¿Alguien lo hubiera culpado si me hubiera abandonado? Pero no. Él se quedó junto a mí. A pesar de los vampiros. Y los enemigos de mi madre. Mi madre. Hasta el momento sé que un hada la salvó de la muerte para hacerla... su esclava sexual. No he dejado de tener pesadillas explícitas. Y cuando digo "explícitas" digo que veo como espectadora lo que vivió mi madre en su cautiverio, siendo abusada de la misma forma (y hasta mucho peor) que yo. ¡Y es tan triste presenciar eso! Ella no podía defenderse. ¡Y es tan injusto después de haber visto cómo peleaba con esos vampiros!

Mi madre. Guardiana. Esclava. Cumplió con su deber hasta final. Pudo escapar de su prisión. Mató a su enemigo por defenderse. Por defenderme. Una mujer extraordinaria, a la que jamás conocí, a la que nunca igualaré. 

No, no quiero pensar. Me concentro en los movimientos rutinarios que ya los tengo arraigados como a fuego, tatuados en mi memoria como los pasos de una danza arcaica y perdida. Acá, en el arroyo. Sé que estoy utilizando algo que no me pertenece, pero siento que si no lo hago... me volverá a absorver. Soy débil en mis sueños, pero despierta, el poder es mío. No quiero volver a sentirme prisionera. Lucharé  contra esto con todas mis fuerzas. Soy joven, y siempre me levanto. Soy sana, fuerte y tengo voluntad. Esta soy yo. No mi madre vampira, guardiana, esclava. No mi padre humano y alcohólico. Soy yo... solo Gema...

Punto de vista de Cristiana.

Tenía que haberlo sabido. Que se escaparía en la primera oportunidad.Tal vez le tendría que haber pedido a Carla que la acompañara, la ayudara a vestirse... O tal vez a Selena, que parece caerle bien. No sé. No han venido todos los niños, así que, no debería sentirse intimidada. Aunque ellos están intrigados, la orden de Vince de no invadir su mente es tajante.

Tiziano me acaba de asegurar que no está lejos y que iría a buscarla. Por fortuna, Tiziano hizo lo correcto y desde que volvió no se ha alejado demasiado de ella, manteniéndose a su lado física y mentalmente. La preocupación de Vince, aunque no desapareció del todo, está más aplacada. Gema solo necesita tiempo. Ellos están destinados. Nadie puede contra el Destino.

-¡Tía! ¡Mira la serpiente! -gritó entusiasmada Lorena, la sobrina nieta de Oscar Jr.

Me asomé al ventanal que da al jardín, al igual que todos nuestro hijos. Ya lo había visto durante la semana, pero ahora está completamente definido. La cinta de agua está iluminada en una tonalidad verdosa y danza entre los árboles, alrededor de la casa.

-¡Oh, mira Vince! ¡Gema lo logró!

-Sí, querida. Lo estamos viendo.

-¿Qué es? -preguntó Sofía, la compañera de Nicanor.

-Magia. -contestó Carmen, la hija de Vince.

-No, es algo más. -dijo enigmáticamente Selena.

-Pura energía. -murmuró mi hijo Paulo.

-¿Es? -preguntó Nato.

-¿No lo ves? -le contestó su mujer Lin. -Tiene que ser. Ma, ¿Gema tiente el cabello oscuro?

-Sí.

-¿Y los ojos color violeta? -pregunta Nato.

-Sí. -vuelvo a contestar.

-Los ojos que ven el alma. -comentó Selena.

-¿De qué están hablando? -preguntó Vince, claramente exasperado.

-No la conocen. -aseveró Lin.

La cinta de agua se estaba acercando cada vez más, besando mis arbustos.

-¿Y si se cumple? -continuó Nato.

-NIños, ¡hablen! -exigió Vince.

-Salgamos a ver, tía. Por fi. -Lorena me toma de la mano y me saca al jardín.

-¡Lin! -ordena Vince.

-Hay una profecía... -comenzó Lin. Unos hilos de agua nos rodearon a Lorena y a mí. -Si la niña logra que el dragón...

-Serpiente. -aclaró Nato.

-Lo que sea. La niña debe lograr que el agua fluya al cielo... y así ella se convertirá en la Mensajera de los Mundos. 

Sentí como el agua acariciaba mi mejilla cálidamente.

-"La señal ascenderá a los cielos como faro en la oscuridad, señalando el lugar de reunión de los Dioses. " - profetizó Selena.

Mi corazón se encogió dentro de mi pecho. ¿La reunión de los Dioses? ¿Acaso... este será el fin de nosotros?

Gema. Primer libro: Guardiana.(Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora