Cap: 4

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Cuando estas dos hermosas princesas o mejor dicho guerreras cumplían 7 años de edad, estaban jugando en el jardín con una pelota regalada por su tío loco y favorito Nico Vázquez.

Majo: niñas que hacen, no jueguen a eso, tienen que jugar a las princesas, esos son juego para niños.

Euge: tía Majo, no dice en ningún lado que esto sea solo para niños.

Majo: mi hija no va a jugar como una pordiosera.

Y es así como Majo Riera, una vez más en los 7 años de Lali que arruina su cumpleaños, esto ha a pasado ya muchas veces, no es la primera vez, cuando Lali tenía 4 años, le regalaron unos guantes de boxeo, ya que ella y Eugenia los habían pedido mucho, su madre al otro día devolvió su regalo y lo cambio por un castillo con princesas, saben donde terminó ese castillo, Lali lo utilizo como bolsa de boxeo mientras lo golpeaba una y otra vez, no por desagradecida si no por que su hermoso regalo fue cambiado, Lali lloro horas en su habitación por que ella quería boxear y como Eugenia su mejor amiga incondicional, la llevó a su casa y jugaron con su bolsa de boxear, pero Majo nunca se riende y es así como le prohíbe ver a Eugenia por una semana, por que jugó con esa bolsa de boxeo.

Cuando Lali cumplió sus 6 años, Eugenia le hizo el mejor regalo de todos, esa bolsa que sobresalía de todas esas horribles y elegantes bolsas rosadas que se encontraban en una mesa, esa bolsa era especial, sobresalía de todas las otras, era la más bella y hermosa bolsa que los ojos de Lali jamás habían visto, su color era azul con rayas de colores oscuros, como el negro, gris y marrón, no tenía ese rosado chillón o rosado pastel como los otros regalos, que de seguro adentro de ellos estaba lo mismo que el año pasado y el anterior muñecas de todo tipo, las cuales adornaban un hermoso cajón en su cuarto, solo las usaba para algún experimento pero demás, las dejaba de adorno, adentro de esa bolsa había un collar con un corazón en el centro, el cual contenía una llave, Lali recuerda las palabras exactas que Eugenia le dijo o la china le dijo.

China: esa llave pertenece a un almacén viejo que con ayuda de mi mamá, lo compre para ti, en ese lugar puedes ser quien tu quieras, en ese lugar vas a ser libre vas a poder golpear muchas bolsas de boxeo, vas a hacer lo que quieras.

Lali: solo con una condición.

China: cuál.

Lali: que me acompañes toda la vida.

China: toda la vida.

Lali: es una promesa.

China: es una promesa, yo te prometo un mundo mejor, solo que esta promesa necesita de tu ayuda también.

Lali: siempre estará mi ayuda.

Las promesas son para cumplirse, pero el problema con las promesas rotas es que no se pueden enterrar los pedasos, espero que ellas cumplan su promesa de estar siempre...

Aprendí a Amarte Laleuge( TERMINADA, Sin Editar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora