“De puntillas llegué hasta tu orilla, y me aferré a tus labios como se aferra a la arena un náufrago exhausto”.
—Emily Parima
Dulce
Cuando entro a hacerme todo los análisis, voy con un nudo en la panza.
Las enfermeras son amables y el equipo de laboratorio me tranquiliza.
Odio meterme a esa maquina de metal, siento que estoy encerrada y que podria explotar. Pero se que es para empezar con mi operación.
Cuando hable con Walter le dije que por más que estos análisis sean desalentadores, quiero operarme
¿Capricho? No, claro que no. Es un lucha, mi última arma contra esta enfermedad.
Noches anteriores me levanto durante la madrugada, miro a Christopher a mi lado y entró en pánico pensando en jamás sentir un abrazo de él, pienso en mis hijos y pensar en que solo quedaré en el camino me asusta.
Luego pienso, y digo, es mejor dar hasta lo último, me quiero aferrar a la vida.
Si me preguntan, mis días son inestables, nadie vive lo que yo. O mejor dicho, muchos viven lo que yo, pero ellos nomas entienden mi desánimo.
Es cliché escuchar que todos te diga "eres una gran guerra" o "vamos a ganarle a esto", no se trata de ganar. Sino de luchar hasta donde se pueda, yo estoy dando todo de mi.
Mi espejo me dice que la vida en la tierra se esta acabando para mi, pero mi corazón me dice que no puedo dejar que esto me saqué de al lado de mi família.
Es duro mirarse y no reconocerse, estoy demacrada. Pero más feo es pensar en lo que hiciste para merecer una enfermedad así.
Pero creo en mi, creo que esto pasara, porque si no lo hago. Moriré.— Dulce— una ayudante del laboratorio se acerca a mi lado.
— Si — digo mirandola.
— Ya hemos terminado por hoy— me ayuda a levantarme.
— ¿Cuando estará listo todo?— preguntó mientras me pongo mi ropa.
— Calculamos que estara para el viernes que viene — responde amablemente.
— Okey, gracias— agradezco.
Me cambio y salgo al pasillo, me dirijo a la sala de consulta y ahi veo a mi marido.
Me recibe con una sonrisa, miro sus ojos y notó algo extraño en ellos. Y sí, estuvo llorando. La mayor parte del tiempo él es el sostén de todos. Y me asusta, porque se muestra fuerte y se que no esta bien.
Mis hijos lo necesitan, pero él necesita sentir también.Mi hijos.... Ana últimamente esta a mi lado, no quiere apartarse de mi. Me contó que tiene un novio tonto. No le quiere contar a su padre porque se va a enfadar.
Recuerdo hace una semana cuando vino a mi habitación, y a penas entró se tiro a mi brazos a llorar.Flashback
Mientras esperó y ruego a Dios que estos dolores paren, escucho que Ana y Ben llegan. Any sube a mi habitación, me ve en la cama y se acerca junto con Manu a mi cama.
— Oye estas fatal— dice riendo.
— Lo sé.... Gracias— digo gimiendo a causa del dolor.
— Los niños estan abajo ¿necesitas que les haga de comer?— pregunta acariciando mi brazo.
— No, tuve una mañana buena y pude cocinarles— digo arrugando mi nariz por otro dolor.
— Ya pasará— se acerca y besa mi cabeza— me quedó hasta que estes mejor— dice Any decidida.
— No, claro que no. Tú te vas y descansa. Puedo con mis hijo— digo seria.
— Dulce...— levanto mi mano.
— Any, de verdad— ella asiente, se acerca y me saluda. Manu me da un ruidoso beso y ambos se van.
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No podré estar sin ti ✔
FanfictionQuien juega con agua se acaba mojando. Ahora todas mis lágrimas llevan tu nombre. Quisiera tener respuestas de todos mis ¿Porque? pero es inútil. Sólo deseo que todo este bien, después de esto.