“Reír nos hizo invencibles. No como los que siempre ganan, sino como aquellos que no se rinden”.
—Frida Kahlo
Dulce
Llegó el día viernes, Christopher hizo sonar la bocina de su camioneta. Era muy enserio cuando le dije que no me vería más. Los niños me saludaron y salieron corriendo, nos habíamos levantado algo tarde, y eso significaba que también llegaban tarde.
Me hice mi café matutino, me obligue a comer una tostada con queso untable, me arregle el pelo, y me hice un ultimo retoque en los labios.
Mientras esperaba que se hiciera la hora, tendi la cama de los niños.— ¡ Ya estoy aquí! — Me gritó Any desde la entrada.
— Bajo en un momento— tomé mi cartera y baje para encontrarme con mi mejor amiga.
—Wow !! nadie pensaría que estamos por evitar que te mueras— el humor negro de Any logra sacarme una gran carcajada, solo ella puede tener estas ocurrencias.
—Ya deja de bromear con eso, después lloraras — sigo su chiste y se pone sería.
— No vuelvas a decir eso Dulce Maria!
— Ya tonta, estoy bromeando— ella me abraza y se ríe.
— Lo sé, ahora andando que llegaremos tarde — salimos de casa, y ya vamos camino a la clínica.
Cuando llegamos Julia la recepcionista me saluda y me indica que marque piso 3 en el ascensor, y pasé a la sala que esta al lado del ascensor.
Mientras subimos Any no deja de hablar, me cuenta que Manu esta aprendiendo a pintar, y que Alfonso anda insoportable porque quiere otro bebé.
El ascensor para, y se abren las puertas. Veo la puerta que me indicó Julia, y entro acompañada de Any. Es una especie de consultorio dividido en secciones con cortinas, dentro de ellas hay una especie de camilla, y dos sillas de cada lado. Veo que hay gente que estan en las otras secciones, algunos son ancianos, otros no tanto y también hay niños. Me angustia ver esto, Any se da cuenta y me toma la mano para que continúe.— Buenos dias, en que las puedo ayudar— un enfermero se acerca a nosotras.
—Hola, que tal. Vengo de parte del doctor Tomás— le tiendo la orden.
— Ah... si si, Dulce verdad?
—Ella misma— digo sonriendo.
— Ven conmigo, yo seré tu enfermero exclusivo— dice con una sonrisa encantadora. Lo seguimos, y nos hace entrar a uno de los cubículos que esta más al fondo.
—Antes que nada soy Facundo, un gusto — me tiende la mano y yo lo acepto— Nos veremos todos los viernes, y espero que sea por poco tiempo.
— Yo también— digo suspirando.
— Mi lemas es que cuando la noche esta más obscura es porque ahí va a salir el sol, asi que vamos a pelearla ¿Okey?— dice sonriendo.
— Sí— respondo.
— Ahora vuelvo— dice mientras busca unas geringas y se va.
— Oye, que guapo — dice Any baboseandose por el enfermero.
— Es gay Any — digo riendo.
— No mientas Dulce— me golpea el brazo.
—¿Quieres apostar?— la desafío.
— Okey, le pediré el número para ti y veremos que dice— me río de las ocurrencias de Any, llega nuevamente Facundo.
— Volví— nos mira y sonrie— Te voy a explicar como será el procedimiento. Esto— me muestra un suero— es la dosis de quimio que te inyectaremos por un mes. Depende como avance, será más fuerte. — asiento y él comienza a hacer su trabajo.
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No podré estar sin ti ✔
FanficQuien juega con agua se acaba mojando. Ahora todas mis lágrimas llevan tu nombre. Quisiera tener respuestas de todos mis ¿Porque? pero es inútil. Sólo deseo que todo este bien, después de esto.