Capítulo 17

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“Te conozco de memoria. No por las veces que te he tocado, sino por todas las veces que te he pensado conmigo”.

—Olga Maria Sain

Christopher

Un mes exactamente pasó desde que mi esposa y yo estamos juntos.
La vida es más colorida para mi, levantarme y ver su bello rostro a mi lado es lo mejor que puede pasar.
Dulce cada semana va a Nueva York, pero no se queda como antes, ahora vuelve al otro día. Me diran pesado pero basta no tenerla dos días, y ya la extraño.
Los niños se quedan conmigo, ya que mi esposa no quiere que sigan perdiendo clases, lo bueno es que pasamos tiempo juntos. Ana y Ben son los niños más buenos que existen, sólo Ben algunas veces me pregunta por Isabel, yo solo le respondo que esta bien aunque no sepa nada de ella.

Este último mes fue intenso, o más bien difícil para Dulce, hay noches que no duerme de los dolores abdominales que la atacan, ya comenzaron a darle morfina y me preocupa. Esta más flaca y casi no come. Trato de no precionarla, porque claro, es horrible tener dolores, náusea y que te obliguen a comer.
Estuve averiguando desde mis contactos, recordé que una vez asistí a un doctor especialistas en operaciones para extraer el cáncer, me comunique con él, Dulce me dijo que la radioterapia funcionó y logró deterner el crecimiento de las células cancerígenas, el Doctor Walter Farjat me explico que tal vez podía hacer algo por ella, pero tenia que estudiar su caso y además teníamos que tener presente que esta clases de operaciones tiene un 50/50.
Yo sólo quiero verla bien a mi mujer, no me gusta que sufra como lo hace, y además que me aparte de ella. Si bien, nuestra relación va bien, pero no quiere que la miré desnuda ni que la toque. Creó que ella piensa que me voy a dar cuenta lo flaca que esta, y que sus huesos se estan empezando a notar. O que no me parece atractiva porque se que se le esta debilitando su cabello, aunque ella no se da cuenta. Cada mañana la veo como se mira en el espejo, hay días que toca su torso, su cara, sus brazos y luego su pelo. Se mira por unos minutos, y veo como una lágrima cae por su mejilla.
Me duele que le afecte, porque es hermosa. Es la marca de una guerrera que se aferra al « No rendirse», que me demuestra cada día que es fuerte y sobre todo que ama.
Ama entregando todo de si misma, sin importarle que le duela. Perdona porque sabe que es feliz. Note su rostro más brilloso después de cada semana, cuandovuelve de la casa de su hermana, no tuve la oportunidad de hablar con Claudia pero creeanme que la encontraré la oportunidad de agradecerle por estar en este momento con mi esposa.

Me enorgullece como es ella en sí, no puedo dejar de admirarla. Pero no voy a mentir, duele sentirla lejos. Hoy justamente preparé una velada especial, quiero que entienda que para mi es perfecta, solo me basta que sea ella.

                              *****

Mi teléfono suena, es un mensaje de mi esposa. "Eres un romántico, gracias por las rosas. Me alegraron la noche, pero me alegra más verte ¿A que hora llegas?" Sonrió porque la conozco tanto, que se que estos detalles son especiales y hermosos para ella. Le pedí a Any que se lleve a los niños por esta noche, eso quiere decir que Dulce esta sola en casa.
Guardo mis cosas en mi maletín, apago la luz de mi escritorio, agarró mis llaves y mi teléfono, alzo mi maletin y subo al ascensor. Marco el estacionamiento y mientra este baja le  respondo a Dul "Estoy en camino preciosa, no agradezcas. Tengo más para ti, llegó pronto. Te amo." Lo envió, y miro que ya llegué al estacionamiento, subo a mi coche. Mientras me dirigo a casa, hago un desvio a uno de los restaurantes preferidos de Dul, ama la pizza asi que esa será nuestra cena.
Cuando llegó a casa, veo que la luz de la cocina esta prendida, efectivamente mi esposa esta despierta.
Guardo el auto en la puerta del garaje, bajo con las bolsa y entro con mis llaves. Dulce no me escucho, asi que rápidamente voy a la cocina, sirvo la pizza en dos platos; abro un champagne sin alcohol ya que ella no puede tomar alcohol por la morfina. Llevo despacio todo a la sala, dejo un par de rosas en su lado y también pongo los pequeños bombones que le compre.
Escucho que esta bajando las escaleras entonces me enderezco y acomodó mi traje. Me ve en la puerta de la sala, y viene con una gran sonrisa a mis brazos.

No podré estar sin ti ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora