Capítulo 19

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"Este nudo en mi garganta lleva tu nombre".

-Jazmín Noir Kaire

Christopher

Desde aquella noche que Dulce comprobó que esto es enserio para mi, nuestra relación avanzó notoriamente.
En el último viaje que hizo, vino con la idea fija de contarle la verdad a los niños.
Básicamente esta algo pensativa desde la última vez que hablo con el doctor Farjat, a veces quiero preguntar que pasa, pero se que ella quiere hacer esto sola.
La noche anterior Ana tomó muy mal la noticia de su mamá, la entiendo. Dios sabe cuanto, por que se que ella por miedo a perderla reaccionó así. Aun que debo admitir que me dolió sus palabras "ese es tu trabajo" se repite una y otra vez.
Creo que algo de razón tiene, en mi defensa jamás me hubiera apartado de Dulce, pero la vida es impredecible.
Pero esta mañana se veía tan hermosa mi hija y Dulce, que me olvide de esa punzada que me quedo en el corazón.
Cuando pasan cosas tan extremas como la enfermedad de mi amor, creo que aprendemos a valorar los mínimos detalles, y empezamos a agradecer hasta por lo más insignificante.
Esto es una lucha más que me pone la vida, cada mañana confió en que ella estará bien. Esto no me hará caer, no nos hara bajar los brazos.
Ambos siempre fuimos luchadores, yo he estado quebrado, he conocido las dificultades, me he perdido, pero aquí estoy, sigo avanzando volviéndome cada día más y más fuerte. Porque tengo las razones suficientes para continuar.
Si algo aprendo día a día, es que no necesitas que pasen grandes cosas para tener una vida grande. Solo necesitas encontrarte. Mi madre siempre me dijo «Cuando uno puede incorporarse y abrazar todo lo que paso, puede recién ahí alcanzar todo aquello que siempre soñó.»
Lo llevé a la práctica, y es ahí cuando aprendí a caminar desviando los obstáculos. Crecemos antes de saber lo que sentimos, y después dejamos eso aun lado.
Pero eso, puedes cometer errores, lo bueno es que se aprende y desde allí se crece.

Mi secretaria entra a mi despacho, interrumpiendo mis pensamientos.

- Señor su madre por línea dos- dice desde la puerta.

- Gracias-tomo el teléfono y ella se retira- Hola mamá.

- Cariño- dice mi madre- ¿Como estas? No sabes lo pintoresco que es Alemania, creo que volvere en un par de semanas más aun que creo que iremos a Jerusalén, y eso me tomará un mes más- mi madre no deja de hablar.

- Ma, estoy bien y me alegro que disfrutes.- digo suspirando.

- Tienes algo, largalo ahora. No te pregunto es una orden- dice mi madre. Hace mas de 6 meses se fue a una aventura de « recorrer el mundo» con sus amigas locas, cuando se fue estaba comprometido con Isabel. Algo que logró enfadarla tanto, que no me hablaba solo me mandaba mensajes. Ahora debo darle dos noticias, una buena y otra mala.

- ¿Cual prefieres primero la buena o la mal?- cuestionó.

- La buena primero- responde.

- Dulce y yo estamos juntos - mi madre pega un grito de felicidad.

- Hasta que ambos abrieron los ojos, gracias Dios! - dice feliz- yo lo sabia, sabes ¿Porque? Porque dicen que las almas de dos personas que están destinadas, siempre terminan por encontrarse. Y a ustedes la vida se los demostró una vez, y Ahora les vuelve a hacer el favor- esta eufórica esta mujer.

- Pero hay algo malo mamá- esta vez mi tono es serio, y ella lo nota.
Cuando le cuento la noticia, mi mamá se desespera. Me dice que quiere volverse, la dentengo y le digo que todo estará bien. Que sí todo sale bien, Dulce será operada, pero no se queda tranquila con eso, y me asegura que lo antes posible vendrá.

Termino de hablar con ella, y necesito algo de aire. Mi madre es algo... alterada si se quiere.
Pero ver lo que entra por la puerta de mi oficina, saca todo esa mala onda y me alegra el dia. Mi esposa junto a un tipo, un tipo corpulento.

No podré estar sin ti ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora