No podré estar sin ti ✔

Capítulo 21

" No se donde nos llevará esto, pero sí sé que quiero ir contigo"

— Nerea Delgado

Christopher

Volver a casa después de unos dias fantásticos con mi familia, era estupendo, aunque  tenia mucho trabajo. Pero antes de irme a adelantar trabajo, me quede ayudando a Dulce y a mis hijos con el equipaje.
Nuestro matrimonio habia mejorado, Dulce estaba muy animada, y ya no estaba pálida ni con ojeras. Tenia un bronceado hermoso. Definitivamente esto era lo que necesitábamos.

Todos fueron a descansar y yo me dirigí a mi oficina en el centro de México. Era tarde, claro, pero tenía que cumplir con mi labor.
Alfonso me sorprendió en mi oficina, traía café para ambos.

— Tú trabajando a estas horas— digo sorprendido.

— Claro, si mi socio se fue de luna de miel y sus clientes estaban enfurecidos — responde con ironía.

— Oye, yo avise y le dije a mi secretaria que pasará mi trabajo a uno de mis empleados. — respondo rápidamente.

— Sí ya se— revuelve los ojos — era un chiste nena ¿Que pasó? ¿Te vino?

— No seas idiota— dijo riendo.

— Cuéntame ¿Que tal el viaje?— se sienta en una las sillas frente a mi.

— Asombroso, Dulce y los niños estaban felices. Era lo que necesitaban — respondo con una sonrisa en los labios.

— ¿Y tú amigo mio? Hablas de los demás, pero no de ti ¿Tú como estas?— pregunta

— Bien, con Dulce estamos bien— digo mientras bajo la mirada a mi computadora.

— Amigo. Se que necesitas un oído. Y aunque estes mejorando con Dulce, se que hay algo que necesitas decir. Háblame, yo te escucho— dice inclinadose en mi escritorio con las manos entrelazadas.

— No quiero hablar de eso— respondo haciéndome del superado.

— ¿No quieres? ¿Seguro?— duda Alfonso.

— Es que se hace muy difícil poner en palabras lo que siento amigo— digo dejando aún lado mi trabajo.

— Sabes que guardarte todo no servirá, Christopher. No tienes que hacerte el fuerte conmigo. Eres como mi hermano— él me mira para que hable.

— Siento que me esta dejando — digo tapando mi rostro — siempre tuve miedo a perderla, ya una vez la perdí. Pero sí ahora le pasa algo no me lo perdonaría. Lo peor es que cuando pasó todo esto, yo estaba como idiota con Isabel y ella sufría ¿Como puedo ser tan imbécil eh? — preguntó exasperado.

— Christopher estaban separados, eran tiempos distintos. Pero ahora estas con ella, y está apoyandola.

— Lo sé ¿ Pero si la pierdo? No podré estar sin ella. Sabes lo feo que es acostarte a dormir con la persona que amas, y tener el miedo de que mañana no despierte. No soy idiota, se lo dañino que es el cáncer y lo avanzando que esta en Dulce. No puedo evitar sentir ese miedo, esa angustia— digo con un hilo de voz— No se que haré sin ella, tendría que haber sido yo— estas últimas palabras salen acompañadas de un sollozo.
Alfonso se levanta de su asiento y se acerca a mi.

— Ven hermano, llora aquí— dice tocándose su hombro.

— No la puedo perder, simplemente no puedo — digo llorando como un bebé.

— Estoy contigo, y ella también esta— susurra.

— Es una bomba de tiempo, Walter me lo dijo— digo al fin. Y es la verdad. En nuestro viaje, él se comunicó conmigo por E-mail contándome la situación de mi Dulce. Su operación es peligrosa, y también si no se opera es una bomba de tiempo.
Sólo ella va a decidir que hacer, pero en cualquier caso se que sufrire y tampoco puedo ser egoista. Mi esposa sufre los síntomas, y cada dia sus ojos pierden brillo. Prefiero que ella tome la decisión, antes que mi egoísmo siga dañandola.