Capítulo 23

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“Las mariposas no pueden ver sus alas. No pueden ver qué tan hermosas son, pero todos los demás sí. La gente es así, como mariposas”.

(Texto Anónimo)

Christopher

Estaba extraño, tal vez soy cobarde o tal vez quiero dejar de pensar.
Actúe como un idiota con Dulce, tendría que entenderla que ella quiere decirnos lo que siente. Pero yo no me quiero despedir, el adiós de ella jamás lo aceptaría.
La amo demasiado, tanto que duele, parece monótono repetir lo que uno sufre con esta situación, pero es real. Una realidad imposible de escapar.

Le pedí disculpas a ella, porque tan solo ver sus ojos llenos de confusión y tristeza por mi actitud me desarma, no cabe duda que ella es mi armadura, mi fuerza y también es mi debilidad. Ella lo es todo para mi.

Tres dias, tan solo tres días para que su operación se lleve a cabo. Mi esposa esta rara, claramente por la incertidumbre y la inseguridad que provoca una intervención tan grande como se llevara a cabo pronto.
El lado bueno es que estamos rodeados de amor, amor de nuestros amigos y familia.
Kevin es un gran apoyo, lo conocí hace dos días y siento que puedo confiar en él. Es una gran compañía.
No me pregunta como me siento, sólo se sienta a mi lado y hablamos de cualquier cosa para que yo no piense en lo que esta por venir.
Mi amigo Alfonso esta a mi lado, sabe como estoy y como me siento. Pero tampoco quiero cargarlo con mis problemas personales.
Hace un dia atrás tuvimos una gran cena, nuestros amigos, la familia de Dulce y mamá estaban en ella. Fue un momento agradable. Pero la mejor parte fue reír, nos sentamos a comer el postre y hablábamos de nuestras tonterías. Mi madre nos contaba sus travesura de joven. Sólo disfrutábamos de estar juntos.
Después de la cena cada quien fue a su hogar, Kevin se quedo conmigo a tomar un café. La charla que tuvimos fue sensacional.

Flashback

— Kevin ¿Quieres uno? — le tiendo una taza de café.

— Claro, gracias— dice aceptando.

— ¿Que opinas de México?— pregunto.

— Es una ciudad hermosa, ahora entiendo porque Clau quiere volver— dice revolviendo el café.

— ¿Van a vivir aqui?— le doy un trago a mi café.

Sí, estamos por buscar un bebé, y  quiere que lo tengamos aquí. Es un poco más tranquilo que Nueva York— dice mientras le da un sorbo a su café.

— Que bueno, te deseo suerte entonces— digo sonriendo.

— ¿Es difícil no?— pregunta suavemente.

— ¿Que cosa? — digo confuso.

— Ser padre, estoy aterrado. Clau tiene un gran porcentaje de fertilidad, y eso quiere decir que no trataremos mucho en tenerlo... — hace una pausa— me pone nervioso, porque si bien amo a los niños y disfruto de ellos.... es... quiero decir, no son mi hijos ¿Me explicó?

— Claro que te entiendo— dejo la taza de café en la mesa del living— Si quieres mi consejo, disfruta de la experiencia que tendrás al tenerlo. Después cuando esta en tus brazos te sientes afortunado, te das cuenta que lo único que necesitas para completar tu meta en esta vida, es ese pequeño ser humano débil que necesita de ti y de tu esposa. Es como confirmar que tu vida tiene un sentido y un porque.

— Pero da miedo .... — dice juntando sus manos.

— Claro que si, pero todo se acomoda cuando sientes sus pataditas, sus latidos... cuando sientes que ahí esta creciendo un personita que amas aunque no la veas, es simplemente increíble— él sonríe.

No podré estar sin ti ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora