89- ¡Inesperado!

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*En el Olimpo disfrazado de juzgado* *Justo después del capítulo anterior* 

Eros: *cruza sus brazos* En fin, llama a Apolo a testificar de una vez, que ya quiero continuar. 

Atenea: No voy a llamar a Apolo a testificar. Él iría demasiado directo al caso, así que no serviría. Llamo a testificar a... ¡Hermes!

Apolo: *desde el juzgado* ¡Pero tú misma me llamaste antes! Si luego habías planeado no llamarme a testificar, ¿por qué me hiciste ilusiones? ¡Mamá!

Leto: *también desde el juzgado* *se cruza de brazos* *carraspea* Atenea... 

Atenea: *mira hacia el estrado* Hermes, ¿recuerdas como empezó todo?

Hermes: *ha llegado al estrado sin saber cómo* Eh... Después de la celebración del solsticio de invierno, los dioses masculinos empezamos a sufrir ataques de parte del lado femenino, aunque no llegamos a sospechar realmente hasta un cierto tiempo después. 

Eros: Sigo diciendo que mi clienta, a pesar de ser el cerebro detrás de todo, no hizo prácticamente nada en aquella situación. De hecho, uno de los ataques lo causaste tú. 

Némesis: *golpea el martillo* Que te calles, Eros, que nadie te ha dado permiso para hablar. Sigue hablando, Atenea. 

Hera: *aparece detrás de Némesis* ¿Nos ayudarás a escoger un castigo para Afrodita al clásico estilo de ojo por ojo, diente por diente?

Cosas random para todos...

¡Que la siguen liando!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora