—Es hora de que le avises a Rui que no pueden seguir con su relación, ¿No crees?
Cristiano está sentado en la orilla de mi cama, la cena fue lo más aburrido que pude experimentar, algunos de sus amigos se sumaron o auto-invitaron, —cosa que realmente no me importa— todos estaban hablando de sus cosas y yo era una completa extraña. Regresamos muy tarde al hotel y a primera hora, "mi futuro esposo" ya estaba molestando.
—No me puedes pedir que lo haga de la noche a la mañana. Yo no soy una super estrella que puede hablar a los medios y decir que su contrato, o más bien, su relación se ha terminado. Mi relación lleva mucho tiempo y amo a Rui.
Su rostro hace una ligera mueca ante mis últimas palabras, ¿Cómo se supone que tengo que terminar mi relación? Oye Rui, mis papás me vendieron, lo nuestro se acabó. Era lo más estúpido que podría hacer.
—Sólo te recuerdo algo Andreia, tenemos un acuerdo.
Sale de la habitación, dejándome con un gran dilema. ¿Qué hacer con mi relación?
—Rui, amor, no sabes cuanto te extraño.
— Y yo a ti, preciosa. ¿Dónde estás?
—Uhm, me estoy quedando en el hotel de Cristiano, ya sabes, "amigos de la familia" odio esto, necesito verte.
—Yo te necesito más, no sabes la falta que me haces.
—Tengo una idea. ¿Por qué no vienes a Madrid y tu y yo nos perdemos?
—Es una idea muy tentadora y la tomo.
—Más tarde te envío la ubicación del lugar donde nos vamos a ver. No aguanto las ganas de verte y hacer muchas cosas. Te amo mi amor.
El hablar con mi novio me pone de un humor indescriptible. Las ganas de tenerlo entre mis brazos crecen cada vez más. El único problema aquí, tiene nombre y apellido.
No lo veo por el resto del día, cosa que me hace continuar con un buen humor, cuando amanece, le envió la dirección a Rui, iremos a un lugar alejado de la ciudad donde podremos estar todo el día juntos. Suelto un suspiro, espero que todo salga como planeo.
—¿Vas a salir, Andreia?
—¿Tengo que pedirte permiso, Cristiano? Creo que tengo la suficiente edad para saber que hacer o no y si no lo recuerdas, no soy nada tuyo.
—Serás mi esposa.
—Lo seré, mientras, puedo hacer lo que yo quiera.
Paso de él, mi cuerpo choca ligeramente contra el suyo y se siente como un muro de concreto. Aferro mi bolsa a mi hombro y tomo un taxi que me lleve con la persona que realmente amo.
—¡Mi amor! —Al ver a Rui frente a mi, corro de inmediato para abrazarlo y fundirnos en un gran beso, un beso que expresa todo lo que siento y lo mucho que lo voy a extrañar.
—Estás preciosa, no sabes la falta que me haces, pronto volveremos a estar juntos. Te lo prometo.
Asiento levemente sin decir nada, aferrandome a su cuerpo en un abrazo. Aspiro su olor, dejando un pequeño beso en su pecho.
—Te amo tanto, como no tienes idea, Rui.
Recorrimos diferentes lugares, amaba tenerlo a mi lado que iba a extrañar todo de él. No imaginaba mi vida sin él para estar con alguien que no me gustaba y no quería.
Por la noche, fuimos al hotel donde Rui estaba hospedado, fue una noche completamente especial, pues fue la última vez que estaríamos juntos. Besé cada parte de su cuerpo y memoricé sus caricias, su olor y todo de él.
Por la mañana, antes de que despertara, salgo de la habitación, no sin antes dejar una pequeña nota en la mesa donde se encuentra su celular. Entre lágrimas, salgo de aquél lugar, esperando que ningún reproche aparezca a mi llegada al pestana.
Para el amor de mi vida.
He pensado mucho lo que tengo que escribir, esta decisión no es nada fácil para mí.
Creo que nuestra relación tiene que llegar hasta aquí. El amor que siento por ti está intacto y no quiero que pienses que hago esto porque no te quiero. Sabes que la relación y la situación con mis padres es algo complicada, sucedieron muchas cosas que me han orillado a tomar esta difícil decisión y odio que eso me esté pasando. Probablemente, me vas a odiar por hacerlo de esta manera y me vas a odiar cuando te enteres de lo que sucede detrás de estos actos de cobardía.
Quiero que recuerdes que eres y serás el único en mi vida y en mi corazón. Espero algún día me puedas perdonar.
Te amo con toda mi vida.
Andreia Silva.
Recuerdo cada palabra que escribí y limpio las lágrimas que salen de mis ojos. Al llegar al hotel, mis ojos y mi propia cara están hechas un caos y sé que las preguntas me van a atacar.
—Andreia, ¿Dónde estabas? Estaba preocupado por ti, no te puedes desaparecer toda la noche. ¿Estás bien? ¿Por qué estás llorando?
—Cristiano déjame en paz, ¿quieres? No por que me vaya a casar contigo quiere decir que me tienes que controlar las 24 horas del día. Es algo que no te importa.
Logro empujar algunos centímetros su cuerpo y me encierro en aquella habitación. Lloro lo más que puedo y reviso un par de veces mi teléfono, en estos momentos, Rui me debe estar odiando y probablemente, realizando llamadas y mensajes. Su número está bloqueado, no soy capaz de volver a hablar con él, no después de lastimar su corazón y de paso el mío.
Estaba claro que proximamente, estaría en todos los medios.