19

3.2K 167 37
                                    

Despierto sin ganas, miro a lado y mi esposo se encuentra durmiendo, duerme como si nada afectara su vida, como si fuera la persona más feliz del mundo. 

Han pasado 6 meses de que nos hemos casado y yo siento que han pasado años. Me levanto de la cama, miro por la ventana e Italia me da los buenos días con los rayos del sol impactando mi cara. 

Me preparo un café, en un momento más, los niños estarán por aquí y yo solo necesito 10 minutos de tranquilidad. 

Los negocios se van recuperando, pero aún falta mucho por pagar y por empezar otra vez. Papá cada vez está mejor de salud y eso, en parte, me hace sentir mejor. 

En esta casa, las cosas siguen igual que como estabamos en Madrid. Cristiano ha insistido con el tema de un bebé y constantemente pregunta si algo sucede en mi cuerpo. 

Si supiera que las pastillas son unas buenas aliadas, dejaría de molestar tanto. 

Si no es con Rui, yo no quiero hijos. 

—Buenos días, amor. 

Cristiano besa mis labios, dejo la tasa de lado y lo miro. 

—Hola Cristiano. 

—Hoy tenemos cita en el medico. Es dentro de 3 horas, deberías comenzar a arreglarte. 

—A los niños aún no les toca su cita. 

—Ya lo sé, es para ti, quiero saber de una vez por qué no puedes tener bebés. 

Siento como la sangre baja de mi rostro, me oculto entre la tasa de café y no encuentro una excusa para no ir. 

—Estoy bien, no necesito ir a un doctor. 

—No es normal, llevamos seis meses casados. 

—No quiero tener hijos contigo, ¿por qué no lo entiendes? 

—¿Te estás cuidando para no tener hijos? 

—Creo que no era tan dificil de entender. 

—Eres mi esposa Andreia. 

—Tu esposa falsa, estoy contigo por mis padres, no porque yo quiera, estoy harta de esta vida de mierda Cristiano. 

Mis manos sostienen mi cabeza, el cansancio mental me abruma, la cabeza me va a estallar y maldigo internamente. 

Odio a ese idiota que nos metió en toda esta tonteria de desviar dinero, odio que Cristiano haya ayudado, odio que mis padres aceptaran esta estupidez  y odio estar casada con él. 

—Deja de ser tan terca y acepta que esta es tu vida ahora. ¿Qué no te haz dado cuenta? 

—¿Qué quieres Cristiano? 

—Él ya es feliz con otra y no eres tú.

 Se me oprime el pecho, siento que voy a morir por esas palabras, su celular cae a lado mio con la exclusiva, era verdad. 

Estaba haciendo su vida con otra mujer que no era yo, sus ojos brillaban, brillaban con la misma intensidad que con la que me veía a mi. 

Quería morir. 

Cristiano se va de la cocina, dejandome con el corazón roto, gruesas lágrimas salen de mis ojos, lágrimas de dolor y un sinfín de emociones. Leo la noticia una y otra vez, él me había superado y yo seguía con el recuerdo. 

Tomo mi celular después de tanto tiempo, miles de mensajes aparecen en la pantalla y me sorprende ver que me ha desbloqueado.

Rui. 

Espero unos segundos y el mensaje aparece como leído, mis manos sudan cuando comienza a escribir. 

Hola Andreia. 

Mis dedos comienzan a tomar vida propia, se mueven cada vez más rápido por el teclado. 

Me alegra que ahora seas feliz, que tengas a alguien que pudo darte lo que yo no. 

No ha sido fácil Andreia, tu recuerdo siempre estuvo presente, pero ella me ha devuelto la confianza que perdí, me ha ayudado cuando te separaron de mi lado. 

La vida sin ti, no vale nada. 

No digas eso, sé feliz con él. De verdad que él te ama más de lo que yo pude hacer. 

No lo hagas dificil, aún podemos retomar lo que teníamos. 

Andreia, nuestros caminos se separaron y no hay nada que podamos hacer. 

Yo te amo. 

Y yo a ti, pero no le puedo hacer esto a ella, de verdad la quiero como te quise a ti. 

¿Es el fin? 

Fuiste lo mejor de mi vida, pero es hora de cerrar esta etapa. 

Evitemos que nos sigan dañando y que esto no llegue a nada.

Te deseo lo mejor del mundo. 

Sé feliz. 

El corazón se me encoge, Rui ahora era feliz, mi futuro se esfumó en poco tiempo y no había marcha atrás. 

Me dejo caer sobre la cama, mis ojos están bastante hinchados, mi nariz roja y él se acerca a mi, me abraza con cuidado y me aferro a él, rompiendo otra vez en llanto. 

Sé feliz

Es lo único que resuena en mi cabeza, no sabía cuanto necesitaba un abrazo, era algo estupido estar llorando por otro hombre cuando estaba casada. 

—La vida es así Andreia. 

Por su culpa, había perdido mi cuento de hadas, tal vez él no era para mi y ahora era feliz. 

¿Hubiera sido lo mismo si estuvieramos juntos? 

—Te amo. 

Susurra en mi oido y comienza a deshacer el abrazo, sin embargo, no lo dejo, lo pego más a mi cuerpo, tal vez el despecho me estaba haciendo actuar así, pero no iba a cambiar el rumbo de las cosas. 

Ya no. 

Beso sus labios como si mi vida dependiera de ello, Cristiano se sorprende, pero sin romper ese momento, corresponde de la misma intensidad. 

De un momento a otro, nos encontrabamos en nuestra habitación, el deseo carnal era más grande que la cordura y sin esperarlo, estabamos unidos, demostrando quien podía tener el control de la situación. 

Los besos, las caricias, los roces, eran algo nuevo en esta relación, era diferente a las veces en las que había estado con él. 

Solo quieres demostrarte que tú también puedes superar, Andreia. 

Mi mente me lo decía cada que podía y era cierto. 

Era tan cierto pero yo solo podía continuar y darme una nueva oportunidad. 

Vendida || Cristiano RonaldoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora