Xlll - Mike

293 14 0
                                    

Las clases al fin habian terminado.

Hoy mi cara tenia peor aspecto que de costumbre; para mi suerte, los profesores hicieron caso omiso del moreton en mi ojo y de mi ceja partida. 

Poco me importaba como me veia, despues de todo, a excepcion de mi familia, no habia nadie que realmente se fijara en mi, inclusive ayer cuando Lydia me habia invitado a la fiesta, habia sido bastante obvio que en cuanto vió a Alek, su entera atención se enfocó en él, pero no lo culpaba. 

Me gustaba Lydia, era muy atractiva y habia sido una de las pocas chicas que nunca me habian juzgado y siempre fue amable conmigo, pero entendia que no se sintiera igual con respecto a mi. Ella no era popular, no llamaba la atención de las personas como otras chicas en la academia, pero tampoco lo necesitaba. Tan solo su sonrisa lograba iluminar la habitación entera. Solo ella se habia percatado de la hinchazon en mi rostro, pero lejos de hacer una mueca llena de disgusto, sonrió y me recomendó ponerme un poco de hielo.

Despues de los entrenamientos, habiamos acordado reunirnos, así que me dirigí al ala de las habitaciones de los dhampir y esperé a que ella se encontrara conmigo.

– Aquí estas. Justo a tiempo. Me costó conseguirlo pero aquí lo tengo. – Dijo al tiempo que se acercaba hacia mi y me entregaba un pequeño paquete azul. – Es para la hinchazon. Nosotros los dhampir lo utilizamos de vez en cuando, imagino que te será de igual ayuda. – Su sonrisa se ensanchó cuando tomé el pequeño paquete entre mis manos.

– Gracias Lyd. – Sonreí un poco y me encogí de hombros. – Oye, te gust… 

– Disculpame Mike, pero tengo que irme. Quedé con unas amigas en hacer unas tareas y… oye pero ¿Te gustaria quizas… no se, hacer algo?

– Si, claro.

– Genial. Yo te digo cuando. Nos vemos el lunes, ¿Vale?

Yo asentí y ella con la misma rapidez con la que vino, tambien se fue.

En vista de que era otro viernes comun en el que no haria otra cosa mas que quedarme en mi cuarto escuchando musica, pensé en aprovechar el tiempo para escuchar musica en el techo de la academia.

Ningun estudiante iba allí, o al menos yo no me habia cruzado a nadie nunca. La razon probablemente fuera que yo solo iba entre semana. Me gustaba recostarme en el techo y mirar hacia el cielo. Me gustaban sus colores, el aire, la paz que se sentía, cerrar los ojos y simplemente nada.

La nada.

El vacío.

Como acostumbraba, me recosté en el suelo con mis auriculares puestos y me puse ese paquetito azul que Lydia me había dado sobre la hinchazón que sentía del lado izquierdo de la cara.

El frio enseguida comenzó a aliviarme.

Volví a reacomodarme en aquel duro suelo y miré hacia el cielo en compañía de Anchor y Barille, antes de comenzar a soñar. Tenía la mirada puesta en el cielo y en como la noche iba tornándose poco a poco más luminosa cuando note la presencia de alguien más a mi lado.

Al principio solo distinguí su sombra, pero luego mi expresión se vio más curiosa al ver agachada frente a mí a la chica Dyakova. Aparentemente amiga de mi hermana Stacy y presunto interés amoroso de mi hermano Alek.

La chica se inclinó sobre mí. Me estaba sosteniendo la mirada y decía algo que no pude descifrar. Luego sonrió y me hizo una señal para que me quitara los auriculares de los oídos.

– Gracias. – Dijo con una leve sonrisa. – Qu…

– ¿Qué haces aquí? – Dije antes de poder advertirlo.

Dragon's Line [El legado del Dragon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora