– Vaya , Vaya… Las cosas sí que se han puesto interesantes. Quien diría que su excelencia, la real majestad tendría unos hijos tan valientemente estúpidos.
Verónica se encontraba rodeada por nosotros tres, sin embargo su tono de voz era frio y burlón mientras su risa era alta y estruendosa. Entre ambos, ella y Oleg, llenaron aquella cueva del sonido de sus fuertes risas burlescas. Luego, el hombre strigoi se liberó rápidamente de aquellas paredes de piedra que lo sujetaban.
– No tiene caso pelear. – Dijo mientras se acercaba a todos nosotros a paso lento y tranquilo. – Tendrán que rendirse.
– Olvídalo. – Le espeté.
– Tú, jovencito, me tienes harto. Seré yo mismo el que te…
– Somos tres contra dos. Podremos contra ustedes. – Dijo Alma con más petulancia de la que debería, dada la situación en la que estábamos.
El strigoi apretó los puños cuanto la escuchó, y lo siguiente que ocurrió fue como una orden silenciosa. Alma se movió para esquivar el ataque al tiempo que Oriana arremedaba contra su supuesto padre, dándole el tiempo necesario a Alma para que atacar al viejo strigoi con una serpiente de fuego.
¿Y yo? Tuve mis propios problemas cuando la mujer decidió atacarme. Intenté poner todas las barreras posibles, encerrarla o incluso enterrarla viva, pero ella era ágil, veloz y fuerte. Apenas y lograba escapar de cada garra que lanzaba en su afán de atraparme.Y así era.
Fuego y tierra combatiendo contra dos strigois adultos y viejos.
Tres contra dos esquivando, defendiendo y atacando.
Mi fuerza de voluntad de mantenerme en pie comenzaba a decaer y fue entonces cuando me di cuenta…
Sin la necesidad de que yo moviera un solo musculo, la tierra debajo de mi comenzó a moverse y levantándome en un cumulo de roca que luego se desplazó a otro lado de la cueva, lejos del alcance de la strigoi.
Algo andaba mal allí pero no podía perder la concentración y aunque quisiera, la strigoi no me lo permitiría.
En cuanto volvió a fijar sus ojos rojos en mí, volvió a encaminarse en mi dirección. La tierra seguía moviéndose en todas direcciones obedeciendo mis órdenes, y a la vez, obedeciendo las órdenes de alguien más, otro moroi.
Conforme iba peleando y defendiéndome, también fui entendiendo el movimiento de la tierra que me rodeaba y así comencé a predecirla, de manera que fui capaz de atacar con más eficacia.
Después de tanto esfuerzo, finalmente una roca grande y dura golpeó a la strigoi y la hizo volar cerca de donde se encontraba Thom. Había olvidado completamente que él estaba allí hasta que lo vi y en cuanto ella lo vio parado como si todo le fuera ajeno, lo agarró del cuello y le dijo algo al oído, lo impulsó hacia adelante y Thom, clavando los ojos en mi como un tigre que ve a una presa a la que cazar, comenzó a correr en mi dirección y tiró su puño directo a mi rostro.
No esperaba recibir aquel golpe y tampoco quería atacarlo, después de todo era Thom; mi amigo, el novio de Oriana, amigo de mis hermanos y el hijo de Alberta, una guardiana muy querida, al igual que él.
En verdad no quería hacerle daño pero parecía que él a mí sí.
Logré esquivar su segundo golpe y ponerme de pie pero él no dejó de atacarme en ningún momento y yo no deje de intentar esquivar sus puños. Ahora no podía poner mi atención en otro lado que no fuera en Thom y en esquivarlo.
– Oye amigo. – Esquive un golpe que vino directo a mi estómago y atrapé uno de sus pies con la tierra. – Soy yo. Alek. ¡Reacciona!
Verónica, que ya había logrado recobrar la compostura y se acercaba a mí, soltó una risa cruel y estruendosa.
– No lo intentes. Está completamente sumergido en mi compulsión y ahora si no podrás librarte de esta.
Thom logró liberarse de la tierra que le aprisionaba el pie y se dirigió a mí mientras la strigoi también venia en mi dirección. Unos segundos después vi con mis propios ojos como Thom se interponía en el camino y ponía toda su atención de guardián en combate, contra Verónica, quien se encontraba sorprendida por el cambio de actitud de él. Quizás Thom había logrado salir de aquel estado de compulsión. Ella había estado tan convencida de que él solo podía obedecer sus órdenes, que el ataque la tomó por sorpresa.
– Alek, ayúdame. – Dijo Thom sin perder la concentración ni por un instante.
Apenas volteé para ver cómo iban Alma y Oriana en su pelea contra el strigoi Oleg, y la escena me dejó atónito.
Alma se encontraba tirada aun lado mientras Oriana no dejaba que el strigoi se acercara a ella. Fui corriendo rápidamente hacia Alma, dejando a Thom pelear solo contra Verónica, y la vi intentando recomponerse.
– Agua. – Dijo ella mirándome a los ojos.
– Y Tierra. – Dije yo.
Ella miró por detrás de mí y vio a Thom peleando aun contra Verónica y el elemento tierra ayudándolo activamente.
– ¿Tu… – Negué con la cabeza sin darle tiempo a que terminara de formular su pregunta. – ¡Oh No! Creo que…
Mientras Alma hablaba, vi como Oriana salía volando y se estrellaba contra una piedra del otro lado de la cueva. Luego el strigoi se volvió y enfocó su atención en nosotros, más precisamente en Alma y parecía dispuesto a agarrarla, así que la aparté de un empujón antes de que él la pudiera alcanzar siendo yo el único a su paso.
![](https://img.wattpad.com/cover/21941073-288-k573905.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Dragon's Line [El legado del Dragon]
FanfictionDragon's Line (El legado del Dragón) cuenta la historia de los hijos de la reina Vasilisa Dragomir y su esposo, Christian Ozera. Si eres un fanático de Vampire Academy, o simplemente te gustan las historias de misterio, esta historia es para ti. Los...