Tu revolución: el origen (3° parte de Soy tu asesina -FINAL)

Capítulo 36:

Narra Agustín:

Jamás había visto a Lali tan dolida y sacada de sí misma como hoy. Las respuestas que Carla nos da, no aclaran nada, no calman el sufrimiento solo aumenta el dolor que la pobre Lali ha sentido todos estos años. Esto no es fácil para ninguno de nosotros pero creo que es mucho más difícil para ella de lo que ha mostrado todo este tiempo.

Me da lástima que recién la recuperamos y se vaya a ir presa, no sé es nuestra madre y quizá sus motivos sean de peso y razonables como para hacer lo que hizo, pero que yo lo vea de esta manera no quiere decir que mis hermanas piensen lo mismo. Angelita ha terminado sentándose en uno de los sillones dando la espalda a Carla. Yo intento acercarme a Lali varias veces pero no hay caso, así que decido ir a buscar a quien creo que le hace mucha falta y que los chicos no sacaron de casa.

Lali: ¿Que hace Flor acá?

Agus: me parece que la necesitas... Así que te la traje. - Se la doy con una sonrisa.

Carla: ¿Es mi nieta? - Pregunta mirándolas con ternura.

Lali: si, es el milagro que cambio mi vida.

Carla: seguro que serás una madre estupenda hija mía.

Ange: seguro que si, porque no va a cometer los mismos errores que vos.

Carla: no se merecían lo que hice, yo sé que para ustedes tal vez la infancia fue más fácil, tenían una vida normal, una buena familia, buenos trabajos... - Empieza a decir cabizbaja. - Sin embargo vos Lali, te llevaste la peor parte. Fuiste entrenada y criada en la agencia, mataste, estuviste alejada de tus hermanos y descubriste mi tapadera.

Lali: eso cuando no me estaba recuperando en el hospital de un corte en el útero, o cuando creía que no podría tener hijos. No tenes idea de lo que fueron los últimos dos años y de cuanto te necesité y te admiré, pero no fuiste más que una cobarde. A mi me agarraron y me dieron la oportunidad de unirme a ellos y lo hice, cambie mi vida por amor y vos eras tan egoísta que no pudiste hacerlo por amor a tus hijos.

Carla: yo imagino lo dura que fue tu vida Lali pero no podes culparme de todo lo que te pasó.

Ange: es que a lo mejor vos tenes un poco la culpa de todo lo que le pasó. - Dice sin anestesia y la mira seriamente.

Lali: no Angelita, ella tiene razón... Yo elegí ser asesina y también elegí tener que matar y tener cientos de cadáveres debajo del sofá, todo eso lo elegí yo y es culpa mía. Tal vez eso yo no lo elegí pero si elegí jugarme la vida por amor y por salvar a las personas que quiero y solo por eso Carla, mamá o como te tenga que llamar, me siento mejor persona que ella.

Agus: mira Carla, muchas de las cosas que mi hermana tuvo que vivir fue culpa tuya, que Ángela y yo tuviéramos que chapar en una novela es antinatural ¿y sabes por qué? Porque es mi hermana y ni ella ni yo lo sabíamos, teníamos un fandom loco que nos apodaron Angestin... ¿Como les vamos a explicar que eso es imposible? Tendrías que haber sido más responsable y no hacer lo que hiciste.

Carla: ¿Hace falta que me reprochen todo una y otra vez?

Ange: claro que hace falta Carla, nos separaste, nos ocultaste y si no llegamos a descubrirlo, a saber que habría pasado y sabes lo peor, que a vos te daría igual y por eso hace falta todo esto porque tenes que entender que tus actos podrían haber traído consecuencias terribles a nuestras vidas.

Lali: no sé en qué momento pensé que valdría la pena intentarlo con vos...

Agus: creo que por una vez, al respecto de este tema, no podría estar más de acuerdo.

Ange: hace lo que tengas que hacer Lali.

Lali me da a Flor y después abre la puerta donde están Jimena, Pablo, Izzy y Peter, pero solo entran Jime y Peter que agarran a Carla y la sacan de casa, antes de cruzar la puerta nos mira a los tres que no dejamos de mirarla.

Carla: ojalá algún día entendáis porque hice lo que hice. Lo hice por vosotros, aunque no me creáis... Os quiero mucho a los tres.

Ninguno le responde, nos quedamos abrazados. Uno agarrado a otro como si nos hubiéramos quedado pegados al piso. Cuando se van con ella, el resto entra y los demás van viniendo poco a poco, entonces pienso en la cena que Euge y yo habíamos preparado para todos nosotros y decido ir a la cocina pero Lali me sigue y cuando estoy por sacarlo me frena.

Lali: no es un buen momento... - Me suelta, vuelve a por la nena y se va al playroom con ella.

Euge: ¿Todo mal no?

Agus: bastante... Casi que cancelamos la cena.

Euge: claro Agus, lo entiendo.

Agus: bien... Bueno, yo mejor voy a ver como está Angelita.

Euge: ¡Agus! - Me hace parar. - Cualquier cosa sabes que podes hablar conmigo.

Agus: gracias Euge, sos muy buena. - Salgo de la cocina y me voy hasta el cuarto de Ángela, que está sola mirando a la ventana. - Hermanita estoy acá.

Ange: quiero estar sola Agus, necesito pensar.

Agus: entiendo pero... Deja que te acompañe.

Ange: prefiero que no...

Agus: ¿Es por lo que hablamos?

Ange: no, es por lo que sentíamos. - Me dice quebrada.

Agus: Ange... Nosotros no sabíamos que éramos...

Ange: ¿Hermanos? No sé, de todas la cosas que me imaginé que podríamos haber sido cuando te conocí en el bailando... Lo que menos me imaginé es que serias mi hermano.

Agus: creeme que te entiendo, mejor que nadie Ángela pero eso ya no nos tiene que preocupar.

Ange: tal vez si me preocupa...

Agus: ¿Querés decir que te siguen pasando cosas conmigo?

Ange: no, pero me cuesta mucho trabajo fingir que nunca pasó nada entre nosotros.

Agus: y por suerte no pasó más de lo que pasó Ángela, ahora sabemos por qué.

Ange: por favor Agus, andate y dejame sola.

Hago caso a Angela y la dejo sola. Lo cierto es que no sé cómo hemos llegado a esto yo he vivido una vida tranquila en Uruguay, me dedique a la música y entonces me vi en Argentina, trabajando en un programa, de pronto actuando en TV y ahí me encontré con mis hermanas, sin las cuales ahora mismo no imagino mi vida y si es cierto. Con Angela pasaron cosas que no tenían que pasar fuera y dentro de escena, pero por divinidad o destino, nunca llegamos a más aunque entiendo que todas esas emociones ahora nos golpean demasiado fuerte.