24. Perdonar, y continuar

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J A C K

Dios, realmente la extrañaba, a ella y a su jodido hermoso rostro, verla de nuevo me hacía sentir peor, porque estaba en una boda, la boda de su hermana, probablemente unos de los eventos más importantes y felices de su vida y no lucía feliz como debería estar.

Y todo por mi culpa.

Su mirada se cruza con la mía, a través de sus ojos puedo ver la tristeza, no me gusta para nada verla así.

Me acerco hacia ella pero se aleja de mí, negada a mirarme una vez más.

-¡Emily!

-¿Por qué demonios estás aquí?-dice, sin voltear hacia mí.

-Quería verte.

-Yo no-responde con frialdad.

Auch.

-Me siento culpable cada vez que recuerdo lo que pasó esa noche, cada vez que recuerdo lo que te hice, estoy mal Emi, sólo quería verte y asegurarme de que estabas bien...

-¿Y qué? ¿te diste cuenta que no es así? no te creas tan importante, ya lo superé y no te necesito aquí, ¿entiendes?

-Necesito que me des una oportunidad.

Ella se voltea y se cruza de brazos cansada.

-He dado muchas segundas oportunidades, nunca terminan bien.

-Te prometo que no volveré a cagarla.

-Demuéstrame con hechos Jack, no con palabras, adiós.

Se dio la media vuelta y se fue.

¡Dios, cuanto me hacían falta sus caprichos!

Este no es un capricho Jack, esto es serio.

Me carcomía la cabeza tratar de arreglar todo este lío al cual me había colado por imbécil.

Imbécil.

Jamás había sido tan imbécil en mi vida.

Me sentía fatal porque quería remediar mi error pero no podía.

No había forma de arreglar algo que ya estaba dañado.
Pero si podía intentarlo, intentar volver todo como lo era antes entre Emily y yo.

Desearía que jamás hubiera pasado las cosas que tuvo que pasar, es tan joven y tan maravillosa, no merece todo el dolor que lleva en su corazón, si pudiera, solo si fuera posible, me llevaría toda esa negatividad de su vida, solo para verla feliz.

-Hey Jack...-me saludó Emiliana con una media sonrisa.

Seguro había visto nuestra pequeña discusión.

-Ya me voy no te preocupes...

-No, no, tranquilo, te invité y me sentiría mal si te echara de la boda, lo que sea que haya pasado entre Emily y tú...espero que se arreglen, realmente noté un cambio increíble desde que llegaste a su vida, la vi mucho mas feliz de lo que solía ser desde que...-ella suspiró-ya sabes...pensé que se negaría a recibir nuevas personas que llenaran su vida de alegría, pero no fue así, llegaste tú y mejoraste todo.

-No creo que ella piense igual, estoy de acuerdo con ella, ella no estaría así si no me hubiera conocido, es mi culpa.

-Te aseguro que Emi no piensa eso, a pesar de todo no es una chica reconrosa, si no dolida, pero tú, tú eres como esa pequeña pieza del puzzle que tanto le hacía falta, y encajas perfecto junto a la pieza de su corazón.

-No me gusta eso de que yo sea su solución, su felicidad no debe depender de mí, debe ser feliz con otras cosas, otras personas, tal vez no soy yo quien realmente encaja con ella, escucha Lana, fui tan estúpido, y siento que con esto nada será igual, no podré recuperar ese no se qué tan bonito que habíamos creado juntos, ya no, soy un idiota, y si en algún momento me llegara a perdonar no quisiera volver a meter la pata, no con ella, no lo merece, así que es mejor que...

[Te amo, Grazer.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora