[Te amo, Grazer.]

20. Dos estrellas en el cielo

Esta canción habla sobre una relación, sin embargo, en este caso algunas partes representan el dolor y los pensamientos de Emily, porque perdió a sus padres, escuchen la canción, está muy bonita y es una de mis favoritas.♡

E M I L Y

Salí del lugar lo antes posible.

A medida que avanzaba por el pasillo hacia la salida las personas me observaban con sus miradas antentas, como si fuera un bicho raro.

¿Y cómo no? si había dejado mi dignidad en aquella sala.

Apenas salí mis ojos sintieron la intensidad de la luz que iluminaba las calles, mis ojos ardían de tanto llorar, mi vista estaba nublada y no podía ver con claridad, me senté en una acera un poco alejada de la casa, apoyé mis brazos sobre mis rodillas y bajé la cabeza, allí empecé a desahogarme, a sollozar, a gritar, a maldecir, a descargar toda esa rabia que sentía en aquel momento.

Algo me hacía sentir que no estaba sola, pero al mismo tiempo me sentía tan solitaria como la luna del cielo en ese instante.

-¡¿Por qué a mí?!-Pregunté al cielo en busca de respuestas, pero sabía que no las tendría.

Observé las pocas estrellas en el cielo, recordé a mamá que solía decir que cuando los buenos morimos, nos convertimos en una estrella, unas brillan mas que otras, pero al final todas son especiales para alguna persona en el mundo.

-¿Mami?, ¿papá?, ¿están ahí?-Susurré-¿de verdad pueden escucharme o es pura mierda eso de que aún están con nosotros?-Suspiré-Como sea, lo voy a intentar, y espero no estar hablando sola aquí como una idiota;-mis ojos se llenaron de lágrimas- papá, te estoy fallando, me pediste que fuera fuerte, valiente y optimista, cuando lo dijiste pensé que sería fácil, pero ahora que no están conmigo no puedo ni intentarlo, la simple idea de haberlos perdido me hace mas débil cada día, a veces siento que ya no voy a poder mas, que simplemente tengo que rendirme; Mamá-Pronuncié con debilidad, mis ojos se nublaron por completo y los cerré con fuerza-Te extraño tanto. Te prometí que sería una persona feliz, que haría las cosas que tú me enseñaste a hacer, pero no lo estoy haciendo, me decías que cuando no estuvieras tenía que ser fuerte, pero en ese momento no dolía, no dolían aquellas palabras, no podía imaginar que eso iba a cumplirse tan pronto, que esto iba a pasar, te necesito. Los necesito a ambos aquí, junto a mí, diciéndome que todo estará bien aunque sepa que no lo estará, necesito que me ayuden a salir adelante, necesito que me hagan ser feliz como lo era antes, los necesito maldita sea.-Supliqué con un nudo en la garganta-Necesito que estén conmigo, pero sé que eso no sucederá, y me duele como no tienen idea, esto duele como el infierno, no pude despedirme, no pude decirles tantas cosas que me faltaron por decirles, no confesé las cosas que a ustedes les faltaba por saber, no tuve el tiempo necesario, necesito más, otra oportunidad, la necesito.

Empecé a llorar como nunca, a sollozar con fuerza sintiendo mi garganta ronca de tanto gritar, no sentía mi nariz, mis labios y ojos permanecían hinchados, estaba en plena calle, pero no importaba ya si alguien me veía, no me importaba ya nada.

-Me dijiste que no me enamorara tan pronto-Susurré-Pero mamá, él fue tan bueno conmigo, al principio todo fue mierda, pero luego sentí que podía ser mejor, y así fue, todo empezó a mejorar, empecé a sentir cosas distintas, no fue como una necesidad de ser amada, sino una de ser feliz a su lado, porque con él todo era diferente, él me hacía sentir algo más que dolor, me sentí feliz a su lado, feliz de verdad, empecé a enamorarme de la forma en la que él me hacía sentir, feliz.

Sentí como si me hubiera bajado una gran carga de mis hombros, como si realmente ella estuviera junto a mí escuchando todo lo que decía, la pregunta era, ¿realmente estaban ahí?, ¿me escuchaban?, quería pensar que sí.

-Yo sé que ustedes no eran perfectos, pero si eso era imperfección entonces quiero estar con ustedes, mis imperfectos padres, porque jamás conseguiré a otros iguales a ustedes, jamás, imposible, tampoco quiero hacerlo. Emiliana se va a casar en dos días, hará su vida, empezará un nuevo camino, y no quiero ser un obstáculo para ella, tendré que seguir sola, pero no sé como hacerlo, me enseñaron todo, menos a vivir sin ustedes.

Suspiré, mi respiración estaba acelerada, sin embargo, mi llanto había sido calmado, estar hablándole a la nada me estaba ayudando bastante.

Pero mi perspectiva de la situación cambió cuando una chica rubia se sentó junto a mí, no sabía cuanto tiempo llevaba escuchando, tampoco sabía porque estaba ella allí.

En cuanto vi su rostro la reconocí, era la misma chica que vi aquel día con la psicóloga Rachel, la misma rubia con cara tierna, solo que esta vez existía una diferencia notable en su rostro, tenía unos rasguños en toda la mejilla, con una herida morada justo en el pómulo, se veía realmente mal, y me subestimé pensando si realmente valía la pena llorar por esto cuando habían personas sufriendo por algo peor.

-¿Qué te ha pasado en...?

-El proceso de cicatrización durará de 2 a 5 días aproximadamente, si realizo de forma correcta el tratamiento de sanación estas heridas sanarán lo antes posible, no te preocupes.

Fruncí un poco el ceño ante su descriptiva respuesta.

-¿Has ido hacia algún médico?

-¿Y gastar mi dinero en una consulta médica totalmente inservible?, no gracias, según mi criterio todos los servicios públicos del estado son realmente basura, además, no necesito consultar sobre algo que ya sé, pero, no estoy aquí para hablar de mí, estoy aquí para hablar contigo.

Su voz era confortable, totalmente segura de todas las palabras que salían de su boca, sin embargo ninguna fue dicha con arrogancia o empatía, su vos era dulce y melosa, no como la de una niña pequeña pero sí como la de una chica buena.

-¿Por qué quieres hablar conmigo?-Pregunté limpiando las lágrimas de mi rostro y sonándome la nariz.

-Porque te conozco Emily Jones, sé quien eres, te veo todos los meses en el psicólogo porque también voy a las citas, también sé tu historia porque estudio en el colegio, no eres la única en un mal momento, sé como te sientes, y quiero que nos ayudemos juntas porque tampoco puedo superar esto sola, las dos necesitamos a alguien, y probablemente sueno como una loca que busca ayuda pero estoy dispuesta a ayudarte porque sé que estás mal, incluso peor que yo.
Mi nombre es Allison.

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