26. Un beso lo cura todo

348 30 2
                                    

E M I L Y

-Ven, salgamos.

Asentí y tomó mi mano, salimos del cuarto y nos sentamos en las bancas del pasillo, empezaba a hacer frío, no era nada agradable estar en un hospital.

La enfermera nos informó que posiblemente Sara despertaría mañana por la mañana, así que Jack y yo decidimos quedarnos, sus padres nos agradecieron por el apoyo.

Envié un mensaje avisándole a los chicos que me quedaría, Allison me llevó una mochila llena de comida y ropa acogedora para dormir cómoda, le agradecí y luego de unos minutos con nosotros, se fue.

-Chicos, por aquí hay una habitación para que puedan dormir bien y no duerman en estas sillas-informó la enfermera.

Ambos tomamos nuestras cosas y seguimos a la enfermera hacia la habitación que quedaba al fondo del pasillo, ya eran casi las 7pm, y agradecía a Allison por traernos comida.
La habitación era simple, como todas las que estaban en el lugar, tenía una sola cama-cosa que no me preocupaba o alarmaba ahora porque no era prioridad-tenía aire acondicionado, un mini televisor, y una puerta que llevaba al baño.

-Aquí dormirán bien, les avisaré en cuanto Sara despierte.

Ambos asentimos.

Me metí al baño, y como ya me había bañado sólo me cambié de ropa a una mas cómoda.

Salí del baño y Jack estaba sin camisa.

-¿No puedes simplemente ir al baño y ya?

-No tendrías la gran dicha de ver este cuerpaso.

Lo fulminé con la mirada, en este momento no me daban gracia sus chistes.

Él suspiró-Finn ya está enterado, pero no ha venido-informó, cambiando el tema.

Yo volteé los ojos.

-Si no viene es un reverendo imbécil.

-Siempre lo ha sido-responde él, con tristeza.

Me acomodo sin saber que decir, él termina de vestirse y se acuesta a mi lado, a una distancia prudente.

Reviso el bolso y saco unas hamburguesas enviadas por Allison, hay dos.

-¿Quieres una?-digo, ofreciéndole una hamburguesa, él asiente y la toma, ambos nos acomodamos para cenar con comodidad.

Aún siento la mirada pesada, me cuesta mucho mantener mis ojos abiertos, además de sentirme cansada y con sueño mis ojos aún arden por haber llorado hace un rato.

De un momento a otro empieza a llover, las grandes gotas se escuchan golpear el techo y la pequeña ventana del cuarto se llena de gotas, el frío empieza a aumentar.

Termino de cenar y reviso la mochila, no hay nada para cubrirme del frío.

-Ten-dice ofreciéndome su suéter.

Dudo un instante pero tomo el suéter, me lo pongo y su olor llega a mí.

Huele tan bien.

¿Ya lo había mencionado?

Me recuesto sobre mi lado de la cama, no tengo ganas de ver televisión, lo único que quiero es descansar, él hace lo mismo y se acuesta-obviamente en su lado de la cama-y se da la vuelta para que ambos quedemos a espaldas del otro.

-Tú no eres una mala persona, estoy seguro que nunca lo fuiste, eres, y seguirás siendo una gran amiga, incluso si ya no tienes nada que ver con Sara, hiciste algo que pocos harían, cumpliste una promesa.

[Te amo, Grazer.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora