25. Un accidente

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E M I L Y

-Promete que me llamarás cada día.

-Lo haré, lo haré, lo prometo.

Ella me mira con tristeza.

-Emily, estas a tiempo de arrepentirte, puedes venir con nosotros, o yo me quedaré no hay problema, lo hablaré con Ad...

La interrumpí.

-No Emiliana, estaré bien no te preocupes, Allison y James se quedarán conmigo en casa, nos cuidáremos entre los tres.

Ella soltó una carcajada y la miré extrañada.

-¿Qué?

-Eso sonó a trío seguro.

-¡Emiliana!-grité, ofendida.

-De acuerdo, confiaré en que estarás bien, no dudes en llamarme cuando necesites algo, recuerda, las tarjetas de crédito están en mi caja de preservativos.

Arrugo el entrecejo.

-En serio, ¿quién esconde su dinero ahí?

-Casi nadie, ese es el punto, nadie pensará que allí las tengo-dijo, encogiéndose de hombros.

-Y yo que pensaba que eras virgen aún.

Ella soltó una carcajada y me dio un beso en la frente.

-Cuídate, mocosa, te quiero mucho.

-Yo igual hermana, pásala bien.

Luego de unos minutos en el aeropuerto, volví a casa, había llorado un poquito, sólo un poquito.

Mi hermana iba a su luna de miel con su esposo, ¡esposo!, tengo un cuñado oficial, un verdadero cuñado.

Ahora, tenía la casa libre por unos meses, y gracias a Allison y James que aceptaron quedarse conmigo durante todo este tiempo.

-¿Qué haremos hoy?-preguntó James.

-Ver televisión y dormir-respondí.

-¿Ese es tu plan, teniendo tantas cosas que hacer con nosotros no lo aprovechas?-atacó él, ofendido.

-¿Qué quieres que hagamos? ¿ir de shopping? ni que tuviera dinero suficiente.

-¡Podemos ver netflix!-Exclamó Allison

-Yo no tengo...

Ella giró los ojos.

-Pero yo sí, tonta, vamos, veamos series juntos-Dijo tomando una taza con palomitas.

-¿De dónde sacas...?

-Sólo gózalo.

-Parece que tenemos a una rica entre nosotros-dijo James, con nada de gracia, sino más bien con disgusto.

-Por Dios James, no digas tonterías, soy igual que ustedes, sólo tengo unas cuantas ganancias extras porque hago fotos y las vendo, también hago sesiones, estudié fotografía a los 11 años.

-Wow-solté-¿Podemos ver algunas..?

Mi celular empezó a sonar, vi la pantalla con el ceño fruncido, cuando leí el nombre en pantalla mi confusión se hizo más grande.

-¡Emily!, ¡por Dios, gracias por contestar!

Era Jack.

Pero no se oía contento, sino alarmado, dudaba mucho si en este momento quería hablar sobre nosotros.

-¿Pasa algo?

-Escucha, no te alarmes por favor, si te pones nerviosa yo también lo estaré, así que por favor te pido que sigas estas indicaciones-se oía asustado, y yo estaba más que confundida.

[Te amo, Grazer.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora