28. Una noche junto a las estrellas

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E M I L Y

Unos minutos después de charla con Sara, nos despedimos y salimos del hospital, ya que esa misma noche le darían de alta a ella y no tendría caso quedarnos a dormir.
Afuera hacía frío, acababa de llover y el aire golpeaba fresco contra mi rostro, las calles lucían húmedas y el olor a tierra mojada llegaba hasta mis narices.

-Bueno, pedimos un taxi y te llevo a tu casa-dice Jack, y se ubica en el borde de la acera para esperar transporte.

-No. Hoy no quiero ir a casa.

Él voltea, sorprendido y se acerca a mí.

-¿Estás bien?

-Si, por supuesto que lo estoy, sólo...quiero pasar la noche contigo.

Él alza las cejas y yo suelto una carcajada.

-¡No de esa manera tonto!-ambos reímos-no habrá problema porque ya los chicos saben que dormiré en el hospital.

-Pero no dormirás ahí, dormirás en mi casa-dice él notando mi mentira.

-Lo sabrán mañana.

-¿Estás segura?

-Si, ¿por qué no? ya estuve allí antes.

Él sonríe y asiente.

-Dame tu mochila-me pide y yo alzo las cejas con confusión-es para que no te canses, nos iremos caminando.

Se la doy y él avanza un poco mientras me quedo plasmada pensando.

-No tengo nada en contra, pero...¿por qué iremos a pie? ¿no queda un poco lejos?

-Si, un poco mucho, pero así pasaré más tiempo contigo, además, no sé tú, pero contigo el tiempo pasa volando.

Yo sonrío y camino hacia él para tomar su mano.

-Bien.

Caminamos con nuestras manos entrelazadas por las solitarias y frías calles de la ciudad, se siente la tranquilidad en cada esquina y estar con Jack me hace sentir a salvo.
Vamos hablando sobre cualquier cosa que se nos venga a la cabeza, hablamos sobre lo que nos gusta, lo que no, las cosas que queremos lograr y nuestros sueños.

Finalmente llegamos a su casa y él toca la puerta.

Rayos, sus papás están en casa.

Olvidé ese pequeño detalle.

-¿Pasa algo?-pregunta él, notando mi nerviosismo.

-Pensé que tus padres no estaban, la verdad me da vergüenza y...

El sonido de la puerta abriéndose me interrumpe y contemplo a la que parece ser la madre de Jack.

-Hey, hola, pasen adelante-dice ella y ambos entramos.

-Mamá, ella es Emily Jones, es una...

Su madre lo interrumpe y ella me abraza rápidamente.

-¡Al fin tengo el placer de conocerte! Jack habla mucho de ti, me contaba todas las noches lo mucho que la había cagado contigo y que se arrepentía, mientras, yo, estaba tratando de no lanzarle una bofetada por ser tan idiota.

Él se sonroja y le hace un ademán a su madre para que pare.

Ella sonríe tiernamente.

-Lo menos que quería en esta vida era que mi hijo lastimara a una chica, pero a veces las cosas no son como queremos.

-Mamá...-murmura Jack, incómodo.

-Bien, ¿vinieron a cenar? déjenme decirles que es muy tarde para comer algo muy pesado...hay cereal, avena, leche...

[Te amo, Grazer.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora