Había sido una noche dura para Steve ya que no había podido descansar absolutamente nada en toda la noche. Apenas comenzaba a cerrar los ojos con pesadez, la pelirroja lo hacía ponerse en alerta... Aunque para ser honestos, había sido aún más difícil para ella.
Rogers no quería quitarle la vista de encima. Velaría su sueño si fuese necesario, aunque eso significara que él tuviese que privarse de dormir, se lo debía y estaba dispuesto a cualquier cosa para enmendar su error.
Después de los sucedido, Natasha había logrado caer profundamente dormida, siendo protegida y cobijada por los fuertes y cálidos brazos del tonto americano, sin embargo, se mantuvo muy inquieta toda la noche, moviéndose en su lugar, cambiando de posición, hablando entre dientes, sollozando y sufriendo uno que otro episodio desesperado o quizá de miedo entre sueños, el cual alteraba en segundos su respiración y ritmo cardíaco.
Fueron varias horas así... Pero, finalmente se había logrado acomodar, encontrando confort sobre el pecho de Steve. Quien tuvo que moverse también para que la rusa consiguiera encajar sobre su cuerpo con mejor precisión. Posando finalmente su cabeza justo dentro del nicho que nacía entre los hombros y cuello de Steve.
Nat cruzó instintivamente una de sus piernas sobre las del rubio, enredando sus pies bajo las sabanas y aferrando su delgado y frágil brazo a la cintura del blondo, quien respondió subiendo un poco la manta para cubrirla bien, sosteniéndola por la espalda con una mano y entrelazando sus dedos con la otra.
El rubio sentía su corazón deshacerse en su pecho al ver la horrible tortura que estaba padeciendo su linda pelirroja aún dormida, escuchándola en más de una ocasión murmurar su nombre con dolencia.
Aquello provocó que se preguntara si esas pesadillas se debían a él, a la KGB, a su pasado, o a todo el daño que obviamente le había causado. Esos pensamientos fueron lacerantes para Steve, maldiciéndose por haber actuado tan estúpidamente, por haber sido tan egoísta con ella, sin pensar el las consecuencias que eso causaría al equipo y en especial en Nat.
Rogers intentó calmar cada uno de sus episodios, evitando a toda costa que despertara. Frotando su espalda baja hasta sus hombros y brazos con suavidad, subiendo y bajando sobre la delgada tela que cubría su piel tersa y terminar recorriendo el largo pálido de sus brazos.
Más de una vez, Steve enredó sus dedos dentro de su cabellera rojiza para rascar su cabeza con ternura y peinar sus rizos con delicadeza, llenándola de besos rasos por todo su rostro y susurrándole un sin fin de palabras dulces y llenas de sentimientos y verdad en su oido hasta calmarla.
Éste se permitió regar muchos besos cálidos por toda su frente, sus cejas, párpados y mejillas las cuáles mojaron sus labios con agua salada. Steve bajó lento, besando su nariz, su mentón y en una que otra ocasión dejó ir un par de besos fugaces e inocentes en la comisura de sus labios.
-Eres la chica mas hermosa, graciosa, temeraria, fuerte que he conocido, Nat. -Le murmuró mientras besaba sus mejillas y acariciaba su cabeza con delicadeza.
-Te conocí y de repente todo cambió en mi vida. Ahora no concibo un dia sin ti en ella, sin tus bromas pesadas, tu tierna y divertida risa, sin tus caprichos de niña boba, sin esa mirada juguetona, pero amenazante y esa sensual y exquisita forma tuya, tan única de ser, que me vuelve loco. -Soltó dejando escapar una sonrisa ladina acariciando su mejilla con su pulgar.
-Nat, eres la historia más bonita que el destino ha escrito en mi vida. Siempre estaré contigo. -Agregó estrechándola en sus brazos con vehemencia. Sintiendo como su piel se estremecía, quizá al sentir algo de frío. El capitán hubiese deseado que la pelirroja pudiese escuchar algo de todo eso, lo que momentáneamente no quiso seguir ocultando más.
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ROGERS' LIST Vol 2
FanfictionPercatándose que ella siempre había estado ahí, presente en cada uno de sus dibujos. Steve deslizó sus dedos sobre el contorno de su dibujo, estudiando cada detalle cuando una idea no tan estúpida pasó por su mente como una revelación. Debía ingenia...