[~~~~~~~~~~~~~~~~~~]-Oh por Dios... -Gritó Wanda asustada al ver aquélla escena tan comprometedora entre sus dos amigos.
Steve estaba sentado sobre el sofá con los ojos vendados, el rostro lleno de crema y con Nat semi desnuda encima de él... Devorándose...
Aquel incómodo momento provocó que la Sokoviana se cubriera los ojos rápidamente, odiando no haber tocado antes de entrar y aguantandose la risa por haber interrumpido su pequeño juego.
2 horas antes...
Aquélla tarde Steve acompañó a Natasha hasta que cayó profundamente dormida. El rubio podía sentir su piel cálida mezclarse con la de ella sobre las sábanas, observando su pecho subir y bajar apacible sobre su torso al ritmo de su respiración. Rogers se concentró en recorrer el largo de su brazo que se aferraba a su torso con las yemas de sus dedos, contando los pequeños lunares que se lograban apreciar sobre su piel blanca con su pulgar hasta llegar a sus hombros. La adoró detenidamente por un largo rato disfrutando de aquel íntimo momento juntos para luego con mucha pesadez levantarse de ahí y depositarla con cuidado sobre la cama, cubriendola hasta la cintura con la manta.
Las cosas entre ambos eran extrañas, un sentimiento necesitado le gritaba a Steve desde lo más profundo de su ser que le confesara sus sentimientos por ella, pero por otro lado, una voz tenue le decía que esperara o podría perderla si la presionaba, pero luego estaban los besos, las caricias y sus pequeños encuentros que hablaban por si solos.
La verdad era que aquellos besos fortuitos eran su perdición. Los inocentes que se daban de vez en cuando con los labios cerrados y los no tan inocentes también. Era inevitable no caer ante sus labios suaves y carnosos, ante las tiernas caricias de sus manos, de su piel rozando la suya. No podían seguir jugando de esa manera, no si el título de amigos se ante ponia entre ambos, pero siempre terminaba rendido ante sus preciosos orbes verdes tan tiernos y manipuladores, era imposible negarle algo.
Eran exactamente las 09:00pm cuándo Natasha despertó totalmente desorientada. La casa se escuchaba en completo silencio y en la habitación sólo se encontraba ella y una luz tenue que provenía de una lamparilla en la esquina de la habitación. La noche había caído dejando escapar un pequeño destello que lograba atravezar entre las cortinas de la habitación.
-¿Steve? -Habló con una voz ronca, pero el rubio no estaba.
Nat se frotó los ojos con pesadez, notando que seguía con la misma ropa de la mañana. Se puso de pie con pereza, tomó una pijama limpia y se metió al baño a darse una ducha, moría de hambre, de sed y sentía una fuerte necesidad de ver al tonto americano. Ahora que había dormido toda la tarde seguramente no podría conciliar el sueño nuevamente.
-¿Qué te está pasando Natasha? Habló para si misma mientras sentía el agua caliente de la ducha correr por su cuerpo desnudo.
La pelirroja tomó el jabón y comenzó a recorrer su piel con el, recordando el último beso que había compartido con el rubio. De repente ya no eran sus manos las que recorrían su cuerpo sino las de Steve las que deslizaban el jabón sobre sus hombros y bajaba lento hasta sus pechos, enjabonando su piel y acariciando la punta de sus pezones rosados, descendiendo por su abdomen plano hasta llegar a su pelvis. Por un segundo deseo tenerlo completamente desnudo trás su espalda, estrechandola fuerte contra su torso para acariciar su cuerpo y devorar su cuello con sus labios, lo quería justo ahí solo para ella.
-Demonios... Natasha. -Susurró para si misma abriendo sus ojos con vergüenza de sus propios pensamientos.
-Ya no resisto más, no puedo seguir así. -Soltó la rusa en un murmuro.
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ROGERS' LIST Vol 2
FanfictionPercatándose que ella siempre había estado ahí, presente en cada uno de sus dibujos. Steve deslizó sus dedos sobre el contorno de su dibujo, estudiando cada detalle cuando una idea no tan estúpida pasó por su mente como una revelación. Debía ingenia...