CAP 8 EN PIE

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MARATÓN 3/3

Steve sintió un pequeño rayo de luz entrar por una esquina del ventanal, estanpandose justo sobre sus ojos. La molestía lo hizo subir su manos hasta su rostro para taparse la vista con su palma y acomodarse mejor en la cama, pero algo se lo impidió. Un pequeño bulto yacía atrapado entre sus fuertes brazos, haciendo que abriera sus ojos repentinamente. Rogers se encontró con una linda cabellera pelirroja y unos delgados y blancos brazos desnudos aferrandose a las sabanas de su cama.

Por un segundo había olvido donde se encontraba y con quién.

Rogers no pudo evitar que una sonrisa boba escapara de sus labios. Giró un poco para acomodarse mejor detrás de Nat. El calor de su cuerpo junto al suyo era delicioso, por lo que con suma delicadeza, admiró a la chica junto a él, adorando cada parte de ella e iniciando un viaje con su mirada por las partes expuestas de su cuerpo que yacían fuera de las sábanas.

Dudando un poco en si debía o no tocar su piel. Lentamente llevó sus dedos hasta los de ella, acariciando sus nudillos y manos delgadas, deslizándo las yemas de sus dedos para recorrer en un toque suave el largo de sus brazos hasta llegar a sus hombros, apartandole unos cuantos mechones rebeldes tras la oreja. El rubio bajó su mano hasta su cintura para estrecharla con ternura y abrazarla con necesidad por la espalda.

Sintiendo como ella movía un poco sus piernas para acomodarlas entre las de él bajo las sábanas mientras liberaba un suave suspiró apacible que lo llenó de ternura

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Sintiendo como ella movía un poco sus piernas para acomodarlas entre las de él bajo las sábanas mientras liberaba un suave suspiró apacible que lo llenó de ternura. Simplemente no pudo contenerse, por lo que decidió sumergir su nariz en sus rizos, olfanteando ese aroma dulce que tanto le gustaba... Deseó poder depositar un beso sobre la piel de su cuello, morder el lóbulo de su oreja con pasión y bajar a besos por sus hombros hasta encontrar sus labios. Toda ella estaba ahí para él, pero se contuvo, enjaulando aquellas emociones que le provocaba. La pelirroja ni siquiera se inmutó de aquellas caricias, estaba profundamente dormida.

Ninguno de los dos se había despertado en toda la noche, habian caído como piedras, quizá por lo extenuante que habían sido los últimos días o por el simple hecho de estar nuevamente juntos, cuidandose entre sí y demostrandose cuan importante era el uno para el otro.

Con todo la fuerza de voluntad que encontró en su ser a esa hora de la mañana. Steve salió de la cama con mucho cuidado evitando a toda costa despertarla, no sin antes depositar un beso en la frente de Nat y cubrirla bien con la manta. Para luego bajar y preparar algo de comer.

Eran las 8 de la mañana... Sin Tony y sin Él al frente del equipo por ahora. Les deba la libertad al resto para relajarse un poco. Steve decidió dejar aquello de lado y enfocarse unos días en recuperar el tiempo perdido con su hermosa amiga pelirroja.

No pasó mucho para que Rogers subiera con una bandeja de comida a su habitación. Ella seguía dormida, por lo que colocó la bandeja sobre la cama y se acercó para sentarse junto a ella e intentar despertala.

ROGERS' LIST Vol 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora