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«Querido hijo

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«Querido hijo. Amado Jacob.

Al momento en que leas estas palabras, muy probablemente, habré muerto ya. Me tomé la libertad de llamar a Sandra e informarle de tu paradero. Espero la hayas recibido en buenos términos, esos que no tuvimos la oportunidad de establecer entre nosotros, así que ya no importa pensar en eso.

Tampoco importa pensar demasiado, querido Jacob, muchacho. Esas cosas son las que pesan en tu nombre y en el mío. Una herencia maldita que nos ha hecho mucho daño sin ser, en verdad, la gran cosa.

Me he tomado el tiempo de pensar las muchas cosas que nunca te dije a causa de nuestra maldición, a causa de nuestro miedo de decir, de contar, de hablar y aclarar las aguas que nos ahogan desde dentro, desde la memoria, desde el corazón.

Después de tanto pensarlo y tanto recordar, después de ponerlo todo en perspectiva y sacudirle el polvo a ciertas verdades, solo puedo decir una única cosa que, en verdad, vale la pena: PERDÓNAME.

Perdóname por no haber sido el padre de aquel jovencito que, luego de mi abandono, volvería a mi vida tantos años después. Perdóname por no abrir la boca en el tiempo debido e intentar actuar como padre cuando ya tu vida es otra. Pero no podía no intentarlo una última vez. Siento que te lo debía, así como me lo debía a mí mismo.

También le debo, y le deberé por siempre, mil perdones a Molly Jo, tu madre. Nunca te pregunté por ella en aquellos años. Tampoco lo hice en los más recientes. Se me fue la vida buscándola, Jacob, y ya las horas no me dan para más.

¿Tanto me odió? ¿Por qué te dejó conmigo a pesar del odio? ¿Qué le hizo confiar que podía con la tarea? Y no creas que no te quise conmigo, Jacob, porque nunca te hubiese dejado ir a otro sitio.

Pero Molly Jo... nunca la olvidé, hijo. No pude hacerlo. No pude perdonarme. No pude acercarme a ti. No pude hacer nada bien en mi vida.

Sin poder decirte más, solo porque no encuentro cómo, se despide con sincero amor y un arrepentimiento indescriptible, tu padre...

Marshall N. Cannister.»

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Aquello que fuimos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora