- ¿No le molesta que le llame por su nombre? — me pregunta tranquilamente.
- No para nada, por mi está bien —digo mientras voy soltando su mano.
- Ya todo aclarado puede volver a su trabajo Sandra.
- Claro señor, nuevamente gracias. Con su permiso.
Al salir de esa oficina suelto pequeños suspiro, hay Alá dame paciencia, rio por mi pensamiento, me dirijo a la mini cocina que hay en la oficina, necesito un café con leche urgente.
- Sandra ¿Cómo te fue con el señor Asim? —me giro para ver a ver a Rach entrando a la mini cocina.
- Bien, me dijo que estaba oficialmente contratada, por un momento me sentí ofendida—siseo mientras le doy unos sorbo a mi delicioso café con leche frío.
- Enserio el señor Asim suele ser muy inesperado, a los árabes les gusta tener todo bajo control, pero no es un mal jefe.
- Sí, me lo dejo muy claro.
- Oye ¿Sigue en pie lo del sábado?— pregunta Rach luego de servirse un café.
- Si Rach, las espero a las dos —dije mientras añado unos cubos de hielo a mi café, de verdad me gusta que este muy frío.
- Bien llevare un postre ¿Te gusta el Choco Flan?— casi me atraganto con mi café al escuchar ese hermoso nombre.
- ¡Bromeas! ¡Ese es mi favorito!— no puedo contener la emoción, amo ese postre. De tan solo imaginarlo se me hace agua la boca.
- Que bien que te guste también es uno de mis favorito, fue uno de los primero que hice cuando estaba aprendiendo.
- ¿Sabes cocinar? —Pregunto cómo la curiosa que soy.
- Aprendí un poco de repostería, siempre me ha gusto.
En medio de la plática suena el teléfono de la oficina le digo a Rach que voy a ir yo mientras ella se queda tomando su café, voy volando atender la llamada.
- HF Export & Import buenos días – digo al mismo tiempo que me siento en mi silla.
Cada que alguien llama me pongo nerviosa. Siento que me voy a trabar al decir algo o dar mal alguna información.
- Buenos días — dos palabras, una voz. Siento que me derrito de solo escucharlo.
Simplemente es perfecta.
- En que puedo ayudarle—tranquila solo es una llamada no es que como que me esté viendo.
- Se encuentra Asim, dígale que habla Rabah —ningún por favor, de que le sirve esa voz tan masculina y sexy que tiene, si le faltan modales.
Pinches árabes.
- Un momento por favor. Señor Asim en la línea se encuentra un señor llamado Rabah ¿Acepta su llamado? —lo escucho soltar un suspiro pesado.
- Si, está bien. Pero si vuelve a llamar le dice que estoy ocupado.
- Como ordene jefe.
- En este momento el señor Asim tomara su llamado.
- Shukran — ¿shuk-que? seguro una palabra árabe que obviamente no entendí, ya me vi pasando las noches en vela leyendo ese libro.
Cuelgo al oír que se ha tomado la llamada.
Otro detalle que amo en los hombres son sus voces, obvio que no todos tienen ese mismo tono de vos que te derrite. Quien sea que fuera ese hombre, era obvio que el árabe Asim no quería su llamada.
Fin de mis pensamientos que no es asunto mío. Mejor me pongo trabajar, así se me va la mañana entera mientras espero que llegue la hora de almuerzo.
- Sandra, hoy tendré que dejarte sola en el almuerzo, tengo que hacer unas diligencias.
- ¿De verdad?—no quería comer sola — ¿Tardaras mucho?
- Sí, solo un poco, es normal que demore. Cuando regrese te explicare, para cuando te toque hacerlo— explica colándose su abrigo.
- De acuerdo, hoy tendré que comer sola — hago un mini puchero.
- Jaja, volveré como a eso de 1:30.
- Esta bien, cuídate. No le hables a extraños por más buenos que estén – ambas reímos por mi comentario.
- Oye, esta chica que tienes en frente no es fácil — sentencia al mismo tiempo que coloca sus gafas negras.
La veo partir hasta que se introduce en el ascensor quedando solita aquí en la oficina, cave recalcar que solo estamos el árabe y yo en este piso.
Ya que quiero trabajar a gusto busco música en YouTube. Y por qué no mejor que sea música árabe, busco canciones árabes, y lo primero que me sale es una canción de un hombre llamado Douzi le doy play a la canción llamada Fehmini.
Suena bien, me gusta. Siempre es bueno escuchar algo diferente aunque no le entienda nada de lo que dice, como soy bien metiche busco al cantante y es un árabe marroquí.
Comienzo haciendo unos papeleos y otros archivándolos. Me pegunto que voy a comer ¿hamburguesa?, ¿Pizza?, ¿Tacos? o unos buenos chilaquiles de salsa roja o verde.
Pero luego pienso en donde voy a conseguir esos chilaquiles, ya que.
¡Buuu! para mí.
Necesito cambiar ese "menú tan sano" que llevo, así que hoy será día de ensalada.
Así se me va la mañana entre archivando, respondiendo algunos correos y organizando algunas propuestas de trabajo que son muchas a decir. Toda esta gente quiere trabajar para él o más bien con la empresa.
Me tome el atrevimiento de poner primero las que le pueden convenir mejor para posibles socios de trabajo.
Dejo mis labores por un momento para dirigirme al baño. Una vez terminado mis necesidades, regreso a mi escritorio viendo la hora en mi celular ya es la hora del almuerzo, acomodo todo en orden para lo luego terminar con el resto del trabajo.
Tomo mis cosas dirigiéndome al ascensor mientras espero escucho cerrar una puerta y en segundos el señor Asim alias el árabe entra conmigo una vez las puertas se abren.
Solo una palabra describe esto.
Incomodo.
- Sandra— escucho que habla. Obvio que más va hacer, su nariz.
- ¿Dígame, señor? — dirijo mi vista hacia él.
- ¿Le molestaría si la invito a comer? — pregunta mientras me dirige una mira directa a mis ojitos.
Su propuesta a comer ha dejado un tanto sorprendida.
Cuando él quiere puede ser inesperado.
¿Qué le digo?
Editado.
Ig: kerlinlopz
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Mi Amor Árabe
RomanceJamás imagine que todo esto me iba a pasar a mí, o al menos no me lo esperaba de esta forma. Conocer lo a él, jamás imagine el cambio que iba a dar mi vida, pero ni en mis más locos sueños. La vida nos tiene guardad una sorpresa, conocer lo a él...