~ 9 ~

4.7K 286 5
                                        

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



El sábado por la mañana me levanto un poco más temprano para tener todo listo ya que las chicas vendrán hoy. Mientras mamá prepara una deliciosa lasaña de pollo, que solo de pensarlo se me hace agua la boca. Yo me encargó del aseo de la casa, como siempre que lo hago no puede faltar la música y mi mejor acompáñate de baile la escoba acompañándome al ritmo de Another one bites the dust de Queen.

Another one bites the dust
Another one bites the dust
And another one gone and another one gone
Another one bites the dust
Hey I'm gonna get you too
Another one bites the dust

Estaba de lo más feliz cantando a todo pulmón cuando fui interrumpida por un zapato volador, que fue directo a mis pompis.

- Ponte a limpiar más, en vez de estar cantado. Vas asustar a los vecinos.

- ¡Ay mamá! déjame, así como canto limpio también deberías de disfrutar de mi concierto gratis que te estoy otorgando — le bajo un poco el volumen a los parlantes conectados a mi computadora.

- Más bien de lo sorda que me vas a dejar y a los vecinos también con todo ese ruido.

- En primera yo no hago ruido, en segundo a ellos también les doy gratis mi concierto que aprovechen —mamá iba a decir algo pero fue interrumpida por que tocaban la puerta del apartamento.

- ¡Hey! pensé que vendrían más tarde — es lo que digo al ver a Rachel y a Clarissa en frente de la puerta.

- Pero queríamos ayudar a mamá Dani con la comida así que venimos antes —habla Rissa mientras pasa cual pedro por su casa — Pasa Rachel, siéntete como en casa.

- Que hospitalaria Doña Rissa — digo y saludo a Rach con un beso en la mejía – No quiero ser molesta pero ¿Trajiste el choco flan?

- Claro que si —me enseña un gran molde de plástico con mi lindo postre ahí dentro —Pero será para más tarde ya me dijo Clarissa que te pones loca con el chocolate.

- ¿Yo? ¡Jamás! — digo fingiendo estar ofendida mientras caminamos a la cocina — Mamá ella es Rachel, gracias a ella también conseguí el trabajo en la empresa.

- Mucho gusto soy Rachel — la rubia se acerca saludando a mamá, con un beso en la mejía.

- Soy Daniela, la mamá de esta ruidosa.

- Hablando de ruido, ¿Qué era ese sonido? Parecía como un gato enfermo, se escuchaba por todo el edificio —de inmediato miro Clari exagerada como solo ella.

- No seas exagerada Rissa, era el dulce sonido de mi voz.

- Pobre de tus vecinos —sale corriendo antes de que le aviente el palo de la escoba.

- Señora Daniela, traje un postre para que lo comamos más tarde. Es choco flan —le entrega el postre para refrigerarlo.

- Nada de señora, dime Daniela o Dani como me dice Clarissa.

Después de un rato de charla, mi linda madre como siempre sacando a flote mis momentos vergonzosos de cuando era niña. Las chicas se pusieron hacer una deliciosa ensalada. Y yo termine de limpiar lo que me faltaba.

Solo falta darme una buena ducha y listo.

- ¿Dónde comeremos, en la mesa o en la sala? —pregunto ya una vez bañada y lista para comer – Mamá ve a ducharte nosotras terminamos con todo lo demás.

- Ok, en donde quieran comer está bien para mí.

- Trajimos ropa cómoda ¿Nos podemos cambiar en tu cuarto? — pregunta Rach.

- Por supuesto, ya decía yo que porque esos bolsos tan grandes. Clari te dirá en donde es, pónganle que tengo hambre.

Ya todas listas nos acomodamos en la sala de gustando de la deliciosa comida mientras vemos una película ¡Mamma Mia! A todas nos pareció una buena idea.

- Bien voy por el postre —digo apenas término mi plato de comida.

- Todavía no Sandra, calma —la voz de mamá me detiene.

- Te dije que esta se muere por el chocolate — la rubia se ríe del comentario de Clarissa.

- Y antes era peor — y aquí vamos de nueva con historias de mi infancia —Cuando tenía seis años en las noches se iba a la cocina a comer chocolate, lo escondía justo en las verduras en el refrigerador para que no lo encontrara, solo le daba un mordisco y se iba como si no pasó nada.

Las chicas ríen y yo con pena, es que me encanta el chocolate.

- El doctor me lo había prohibido por un tiempo, pero como no quería hacer caso siempre iba por más en la cocina cuando ya todos dormían, pero ya veo que siempre lo supiste mamá —ella solo ríe asintiendo retirándose a la cocina, nosotras levantamos los platos restantes.

Después de un rato con las chicas seguimos viendo películas, arreglándonos las uñas y comiendo del delicioso choco flan, mamá se fue a descansar un poco. Al rato de ver un par de película, nos quedamos dormidas amontonadas entre las tres.

- Que buena siesta la que nos dimos – habla Rach que fue la primera en despertar, para luego ver la hora en su celular- Son 7:30 pm, me siento como nueva.

- Habla por ti, siento que mi cuello se torció — hablo haciendo una mueca siempre me pasa esto al dormir.

- Bien chicas la noche es joven, porque no salimos un rato —la propuesta de Clari nos deja pensando.

- No traje ropa para salir, ya que pensé que estaríamos aquí todo el día — aclara la rubia.

- No te preocupes por eso Rachel siempre vengo preparada, voy al baño cuando venga espero tengan una respuesta —Clari se fue hacer sus necesidades, nosotras no quedamos a levantar el pequeño desastre que teníamos.

- Entonces que dices Rach ¿Salimos esta noche?

- Mmm, está bien, aunque no sé qué me pondré. Ustedes tendrán que ayudarme.

- Claro que sí, ya veremos que se nos ocurre.

Le decimos a Clarissa lo que decidimos. Mamá aparece y nos ofrece café, le cuento los planes que surgieron con las chicas. Solo nos dice que tengamos cuidado y que no regresemos tan tarde.

Escucho que suena mi teléfono desde mi habitación ya que lo había dejado cargando. Cuando veo el nombre que refleja la pantalla, me sorprende un poco al ver su llamada.

Me debato si contestar o no.

- ¿Hola?

- Sandra, ¿Cómo estás? Quería saber si te gustaría que nos viéramos esta noche ¿Que dices?















¡Hola!
Muchas gracias por todo su apoyo a la historia estoy muy feliz. Una disculpa por lo errores ortográficos.

Ediatdo
Ig: Kerlinlopz

Mi Amor Árabe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora