Jamás imagine que todo esto me iba a pasar a mí, o al menos no me lo esperaba de esta forma. Conocer lo a él, jamás imagine el cambio que iba a dar mi vida, pero ni en mis más locos sueños. La vida nos tiene guardad una sorpresa, conocer lo a él...
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Al estar dentro de la casa de los padres del árabe me quede asombrada. El salón era enorme, todo estaba muy bien decorado, en tonos dorados brillosos y pequeños toques en color negro. A la izquierda había un par de puertas anchas que conectaban con el jardín.
Tal vez luego me escape un momento para ir a conocer.
Muchas mujeres musulmanas muy elegantemente enfundadas con sus vestidos combinados con sus Hiyab, se miraban muy bonitas, aunque algunas de ellas estaban solo entre mujeres y lo entendía.
Hasta me dieron ganas de ponerme un conjunto así.
Los hombres algunos de ellos con trajes, ya que también habían algunos extranjeros al igual que algunas mujeres también, vestidas muy bien, pero nada que fuera ofender a la cultura.
-Que hermoso esta todo, sus padres tienen una hermosa casa Asim- dirijo mi vista hacia el con una sonrisa.
-Muchas gracias Sandra. Para tener todo esto se a trabajado con mucho esfuerzo. Es algo que siempre nos enseñaron. - se ve en sus ojos lo que feliz que le hace hablar de ello.
- Asim - un particular acento se escuchó a nuestras espaldas.
-Nico- el italiano, Alessio, hace mucho no lo miraba. Al escuchar como lo ha llamado el árabe hace una mueca. Ambos se saludan con un abrazo y palmadas en la espalda.
-Dio, solo mi madre me dice así - el árabe suelta una pequeña risa - estas feliz eh. Buona notte bella segorina - se acerca a mí y me saludo con un beso en la mano.
-Buenas Noches señor Alessio.- veo que viene acompañado de una mujer, con una cara para nada agradable.
-Vienes Acompañado, bienvenida.- el árabe saluda a la muchacha que está al lado del italiano, con un apretón de manos.
-Muchas Gracias- responde ella con una media sonrisa, es muy bonita creo que a de ser latina.
...
El árabe se fue hablar con unos que a mi parecer son amigos de el. Decidí aprovechar y darme una escapada al jardín, todos están en lo suyo así que nadie va anotarme.
Así que comienzo mi camino directo al jardín.
Sí que es muy hermoso, hasta perece que estuviese un otro lugar, sigo recorriendo el lugar y veo una pequeña banca, hace un poco de viento, pero para nada frio, más bien refrescante. Pienso en lo agradecida que me siento, me hace falta mi mamá, aún faltan una par de semanas para volver a casa.
Tomo asintió en una banca, que esta cerca de un enorme árbol con pequeñas luces como decoración.
-Vaya esto si es obra del destino.
Al escuchar esas palabras me asuste. Gire mi cabeza para poder ver al dueño de esa voz.
