Jamás imagine que todo esto me iba a pasar a mí, o al menos no me lo esperaba de esta forma. Conocer lo a él, jamás imagine el cambio que iba a dar mi vida, pero ni en mis más locos sueños. La vida nos tiene guardad una sorpresa, conocer lo a él...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Khaleb, esto está hermoso.
De verdad que estoy sorprendida, este lugar es hermoso. Los detalles de la decoración, fue muy detallista en cada cosa.
-Me alegro que te guste Sandra
Caminos através de las pequeña candelas que están en la arena, esto es un muy lindo de gesto de parte de él: el árabe de ojos azules.
-Gracias- digo al ayudarme con la silla.
-La comida está deliciosa, espero te guste.
Mientras degustamos está deliciosa comida, platicamos un poco más.
Me cuenta algunas anécdotas de su infancia, al igual que yo también, reímos ante ello. Khaleb, por lo que me cuenta era un tanto travieso de niño.
Una vez cuando tenía seis años se había quedó con la niñera, ella fue a buscar unas cosas a la alacena y el aprovecho ese momento corriendo a la cocina hagarro una carne que estaba descongelada, se la llevó con él para dársela de comer al perro que tenía: Danger, el nombre de su mascota.
-¿De verdad le diste la carne al perro?
-Eh, esa carne era nuestro almuerzo. Me divierte mucho haciéndolo, aunque luego mis padres me castigaron.
-Eras muy travieso, eh.
Coje su copa de vino tinto, y con una mirada pícara dice.
-Lo soy...
-Como que ya estás grande para las travesuras.
-No todas son malas- dice esto último guiñando un ojo.
Ambos reímos por eso.
-Sandra- pongo toda mi atención en el - hay algo que debo decirte.
¿Que será?
Derrepente se puso serio.
-Dime, te escucho Khaled.
Lo peor que puede pasar es que sea casado y que me lo haya ocultado
Ojalá que no sea eso.
-Es que...No se cómo lo vayas a tomar.- Oh no, eso no es buena señal.
-Solo dilo- exigí.
-Sandra...,Tú..., me gustas-me quedé sin palabras antes su confesión- y se que puede ser absurdo ya que nos conocemos de hace unas semanas, pero es la verdad. Hay que cosas que pasan y no se pueden detener.
¿De verdad me lo ha confesado?
No me le creo.
-Khaleb...
-No sientas precion ante mis palabras a decirme algo, se que pronto te irás. Pero de verdad me gustas.
Simplemente no se que decir, me hagarro desprevenida. Así que solo se me ocurrió levantarme de la silla, mientras dirijo mis pasos frente al mar.
