Hoy.
Es hoy el evento.
Siento que no respiro.
Y no, no es por el vestido azul marino que traigo puesto. Estoy muy nerviosa por el evento que es esta noche, nunca he estado rodeada de tanta gente importante. No me quiero trabar al hablar, tampoco dejar mal al señor Asim.
Debo estar al margen de todo esto.
- Te ves muy linda hija. Que rápido has crecido – mamá aparece en el lumbar de la puerta de mi habitación, me gire para poder verla.
- Gracias mami, pero no es para tanto.
- Cuando seas madre me entenderás.
- Eso está muy... pero muy lejos de ser mamá.
En ese momento aparece Rach con su lindo vestido puesto. De un color dorado tostado con toques de brillos.
- Que linda te ves Rachel —ese color contrasta muy bien con su tono piel.
- Gracias, gracias. No fue nada - el ego de Clari responde por ella. Ya que ella nos arregló. Peinado y maquillaje.
- No te dije ti Rissa—me mira con su cara de fastidio - Pero igual gracias por ayudarnos, Rissa — sí que me gusta molestarla.
- Están muy lindas ambas — comenta mi madre sacando una foto rápida.
-Gracias Daniela.
- Mamá Dani y yo nos quedaremos viendo películas mientras ustedes van a mover el bote — pasa un brazo alrededor los hombros de mamá.
- Ojala fuera eso. Pero no, es trabajo — a claro.
- Que trabajo tan cruel, cena, lujo, ah y hombres guapos —siempre mi linda amiga con su sarcasmo a flor de piel. En respuesta a eso le saco la lengua.
- Vamos Sandra el auto ya nos está esperando – tomamos nuestros carteras de mano con lo necesario.
Nos despedimos de Mamá y de Clarissa, deseándonos suerte y que la pasemos bien.
- ¿Cómo te sientes? — le pregunto a Rach una vez estuvimos en el auto.
- Más o menos, aunque todavía siento un poco de alergia.
Estas últimas semanas Rachel estuvo algo enferma, tubo gripe. Por un momento pensé que estaría sola en el evento, ya que veía que no mejoraba. Hasta que hace unos días amaneció mucho mejor.
- Mamá guardo unas pastillas para que no te vayas a sentir mal. Ella siempre piensa en todo.
- Que lindo de su parte al preocuparse.
- Tuve que conversarla para que solo me dejara traer las pastillas. Por ella hubiese traído una farmacia entera, siempre le ha gustado ser muy precavida. —reímos ante eso, porque sabemos cómo son las mamás.
...
Una vez llegamos puedo apreciar lo espectacular que se ve el hotel. Todo se ve tan fino la recepción hermosa un toque clásico pero sin perder lo elegante y moderno.
Tiene una decoración magnifica. A simple vista se puede apreciar la esencia de ambos dueños. Tanto como medio oriente e italiano.
Rachel guía nuestros pasos por un pasillo donde se ven dos grandes puertas abiertas. Me comentaba que algunos eventos se hacen aquí cuando un inversionista o cliente lo desea. Cuando entramos no sé qué derrocha más elegancia si el salón muy bien decorado o las personas que están vestidas con sus atuendos que a distancia se ven muy finos.
Nos dirigimos directo con el señor Asim una vez queda solo.
- Buenas Noches señor Asim —decimos en unísono cosa que nos hace reír a los tres.
- Me alegra mis asistentes estén muy bien sincronizadas. Ambas se ven bellas.
- Vaya suerte la que tienes Asim — ese acento, ese aroma tan varonil. Nos giramos para poder ver al dueño de ese suculento acento.
- Buonanotte signore – nos saluda con beso en nuestros nudillos. Que caballeroso. Aunque no haya entendido una sola palabra de lo que ha dicho.
- Alessio — el árabe de acerca a darle un abrazo en forma de saludo — Pensé que no vendrías.
- Per l'amor di Dio. Y perderme el hecho de venir a una fiesta.
- No cambias — sisea el árabe.
- Mai amico mio —sus ojos nos ven y recaen en mi — Nueva asistente Hammed —este me guiña un ojo ¿Y este que se cree?
- Era necesario—se limita a decir.
De repente oímos una voz. Dos hombres muy bien conservados están arriba del pequeño escenario.
- Bienvenidos sean todos. Espero estén disfrutando de tan agradable ambiente. La rozan por la que se ha presentado este evento es porque en me he asociado con mi hermano Edward Storn para un próximo proyecto — los aplausos no tardan en ser presentes — Y el futuro dueño de lo que tanto he trabajado, mi hijo, William Daniel Storn — veo a William en fundado en smoking negro que le va muy bien, va juntos a los dos señores dándole un abrazo a cada uno, que al parecer son su Padre y Tío.
- Vaya no pensé que William fuera hijo de un empresario —sisa Rachel, una vez los tres han bajado del escenario. Si olvide mencionárselo a las chicas.
- Sí, lo platicamos la última que nos vimos.
- Pequeño detalle eh. —le sonrió inocente.
Veo a William acercarse a un grupo de personas, con una sonrisa se dirige a una señora para enfundarse en gran abrazo. Que viendo el parecido, puede ser su madre.
En eso aparece una mujer castaña delgada muy sonriente se dirige a saludar con un abrazo a William el parece un poco desconcertado con su presencia pero igual trata de ser amable. Rápidamente se acercan dos chicos siendo Lucas y Liam. Para verlos salir los tres del salón.
Hasta este momento ninguno de a dado cuanta de nuestra presencia.
Luego de un rato decidimos ir a tomar asiento en la mase asignada. Estos tacones nos estaban matando un poco.
El italiano se acercó he invito a Rachel a bailar, yo por mi parte me quede sentada. Se me olvido preguntarle en donde quedaba los baños, es lo primero que tuve que saber.
No quiero molestarla solo por eso.
- Sandra —me sobresalto al escuchar que me hablan — ¿Se encuentra bien?
- Si. Suele pasarme cuando estoy muy pensativa.
- Bien. Los señores Storn pidieron una reunión conmigo, quisiera que revise la agenda para ver qué día concordamos —a noto todo lo que el árabe me está diciendo en una pequeña libreta que traigo, nunca está de más llevar consigo una.
Continúe hablando con el señor Asim.
Pensé que se iba a retirar de la mesa, pero me sorprendió cuando su mano se puso frente a mí.
- ¿Me concede esta pieza, Sandra?
¡Gracias por su apoyo!
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Mi Amor Árabe
RomanceJamás imagine que todo esto me iba a pasar a mí, o al menos no me lo esperaba de esta forma. Conocer lo a él, jamás imagine el cambio que iba a dar mi vida, pero ni en mis más locos sueños. La vida nos tiene guardad una sorpresa, conocer lo a él...