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-Sácame de una duda, ¿Pablo sabe de esto?

Nuestra jornada laboral había terminado por fin, mientras Pía estaba poniendo los candados a la tienda y dejándola bien asegurada yo revisaba mi celular leyendo los últimos mensajes que había mantenido con el chico de ojos azules.

Alena: Muchas gracias por el disco, no era necesario, pero de igual manera muchas gracias (emoji corazón)

Alena: ¿te note un poco resfriado o fue mi imaginación?

Louis: me sorprende que notaras mi resfrió cuando estabas roja como un tomate jajajaja

Louis: no tienes nada que agradecer pequeña, con ver tu sonrisa es más que suficiente.

Louis: Video

El video consistía en el haciendo muecas mientras su hermana gritaba de fondo escuchando el nuevo disco.

Alena: jajajaja ella es feliz déjala gritar

Alena: te ves guapo haciendo muecas

Aun no veía ese mensaje y me tentaba borrarlo, pero no quería parecer cobarde, no quiero ser la cobarde de siempre, mejor dicho. Bloqueo el celular y miro a mi amiga que aun esperaba la respuesta a su pregunta.

-No, y me da pena no decirlo. Me siento culpable, pero Pablo suele ser un poco desubicado y termina escapando cosas delante de gente que no debe y me da miedo contarle y que en el peor momento se le escape algo.

-Te entiendo, pero sabes que tarde o temprano tendrás que contarle. No creo que le haga gracia que una tía a la que conoces de hace un poco más de un mes sepa algo tan fuerte como esto.

-Ya-digo sin ánimos.

-Quédate tranquila que de mi boca no saldrá nada- le sonrió en forma de agradecimiento- bueno yo giro por aquí.

-Te acompaño, voy a casa de mi tia y queda por ese camino.

Íbamos caminando agarradas del brazo mientras conversábamos de la exposición de la próxima semana, nos tocaba exponer sobre el sistema digestivo, teníamos que armar una maqueta y todo, ya habíamos hecho la presentación en computador y solo nos faltaba la maqueta, nos juntaríamos en la semana en mi casa para hacerla y el viernes presentarlo para la clase de anatomía, por mi parte aun no empezaba a estudiar la parte que tenía que decir, pero tampoco era muy complicado así que no creo que me tome toda una semana para aprenderlo. Llegamos hasta la casa de Pía y me di cuenta de que dos cuadras más abajo estaba la casa de mi tia, Vivian muy cerca, me despedí de mi amiga con un fuerte abrazo y seguí mi camino hasta que llegue a una casa de color marfil con juguetes esparcidos en la entrada, toque el timbre y unos minutos más tarde me abrió mi tio Marco, era altomuy alto, media un metro con noventa y mi tia media un metro con setenta, era alta pero de igual manera era como un llaverito al lado de mi tio, lo saludo dándole un abrazo y me guía hasta el comedor donde estaban todos ya cenando, les sonrió un tanto avergonzada por llegar tarde pero me excuso de que estaba trabajando, lo cual no era mentira, pero demore más de media hora en llegar y mamá sabía que de la tienda hasta aquí no demoraba más de quince minutos.

-Así que estás trabajando Alena, ¿Cómo te sientes? - me pregunta mi tia luego de poner un plato con un trozo de carne asada.

-Em...Bien supongo, trabajo en una tienda de música y amo la música asi que es como estar en el paraíso. Además, mi compañera de trabajo es amiga mía así que es mucho mejor aún.

- ¿Tienes amigas, prima? - pregunta asombrada- digocomo la única amiga que te hemos conocido es la loca esa

Me muerdo la lengua para no insultarla y termino sonriéndole sin separar mis labios.

Querer sin limites (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora