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Donde reina el amorsobran las leyes

Respeto y confianza... ¿Qué es el respeto? Y ¿Qué es la confianza?, para mí el respeto es una cualidad que no todos los seres humanos tenemos, donde admiramos las cualidades de otras personas, admiramos a otras personas o simplemente es algo que nos enseña de pequeños. La confianza es algo que se va ganando con el tiempo, nadie nace confiando en otra persona, la confianza es parte importante de una amistad, de las relaciones familiares y las relaciones amorosas...respeto y confianza son dos palabras que van juntas siempre y así como es difícil conseguirlas es demasiado fácil perderlas.

Y aquí estaba sentada en la nieve con las nalgas congeladas mientras cubría a mi castaña amiga que se juntaría con su enamorado, no me daba buena espina nada de esto, el mentirle a Louis diciendo que me quedaría en la cabaña acompañando a su hermana que no se sentía bien en vez de ir a las montañas a que me enseñara a esquiar. Me moría de ganas de esquiar, pero no podía defraudar a la pequeña, sin embargo, ella ni se inmuto al dejarme sola sentada en plena montaña mientras ella se iba a no sé dónde con su príncipe azul, menuda mierda, pese a todo no podía enojarme con ella, cuando tienes pajaritos en la cabeza y en el corazón haces cosas estúpidas...como yo ahora luego de caminar por media hora intentando seguir las instrucciones de Bianca donde se supone que estarían todos. Miré mi celular y tenía una leve señal, fruncí el ceño y decidida le envié un mensaje al castaño arriesgándome a ser descubierta y delatar a su hermana...pero estaba perdida y el temor a perderme en las montañas era peor que la reacción del ojiazul.

Alena: Decidí salir finalmente o más bien Bee me obligo, me dio señales de donde podían estar, pero...creo que me perdí, estoy en una parte un tanto inclinada y con muchos árboles alrededor ¡Ayuda!

Alena: Foto

Una vez los dos tics grises salieron avisándome que el mensaje fue recibido incluyendo la foto del lugar, no me quedaba de otra que seguir sentada sobre las tablas de esquí mientras mi trasero se congelaba, a pesar de que la tela del traje era gruesa, aun así, lograba traspasar el hielo hasta mi piel, tenía puesto mi gorro con dos pompones simulando unas orejas, mis guantes y las gafas en la cabeza, pero aun así sentía mucho frio y el viento que corría me congelaban los huesos. Pude haberme devuelto, pero venia tan concentrada intentando buscar señal en el celular que no me percate del camino, hasta que encontré en uno de los arboles un poco de señal, lo cual era bueno y a la vez malo porque no podía moverme de aquí o si no la señal se iba a la verga.

A lo lejos escuche un pequeño ruido que iba aumentando a cada segundo, era como una brisa, pero mucho mayor. Saque la cabeza detrás del árbol y mire detrás del donde un cuerpo se avecinaba muy cerca mío, se deslizo intentando frenar tirándome una gran capa de nieve en mi rostro.

-Menuda mierda- bufe, mientras me ponía de pie y me limpie mi rostro que ahora estaba más congelado de lo que ya estaba.

-A quien tenemos aquí, Querida y estúpida Alenita...

Su voz me hizo tensar inmediatamente siendo incapaz de mirar en su dirección, mi respiración se comenzó a acelerar aún más cuando su cuerpo se puso en mi campo de visión, levente lentamente mi rostro y me encontré con el rostro sonriente de mi ahora peor pesadilla.

- ¿Estas perdida pequeña Alena? - no era estúpida para no darme cuenta el tono de burla tras sus palabras.

-No me llames pequeña- susurre.

- ¿Por qué?, si eso es lo que eres...una pequeña niñita.

Porque así solo me llama Louis-pensé.

Mire a mi alrededor y tan solo se veían árboles y más nieve, ¿Cómo es que él estaba aquí?, porque de todas las personas en esta estúpida montaña tenía que encontrarme justo con él. Con el nerviosismo recorriendo mi cuerpo quise dar un paso hacia el lado para luego correr como nunca lo he hecho en mi vida, pero el noto mis intenciones y me acorralo en el árbol dándome un fuerte empujón haciéndome chocar con el gran tronco, el dolor se expandió en mi espalda inmediatamente, cerré mis ojos mientras mis ojos se cristalizaban.

Querer sin limites (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora