CAPÍTULO 20 LAS ROSAS SON ROJAS LAS VIOLETAS AZULES

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A la luz tenue de una vela Augusto escribía su última carta, a la mañana siguiente partiría con su hermana de vuelta a Buena Esperanza y le entregaría a Ana Lucía todo lo que le había escrito en esos días, solo una de sus cartas había sido enviada, donde le decía que pronto estaría de vuelta, pero con lo inconsistente del correo quizás el llegara primero que su carta.

-Ya es tarde y tu aun sigues escribiendo, ve a dormir.- Dijo su hermana que se acercaba a su habitación, ambos habían decidido quedarse en la casa de la tía Margarita hasta que partieran.

-Ya estoy terminando.- Respondió firmando el papel.

-¿Para qué le escribes si mañana estaremos de vuelta?.- Inquirió la joven.

-Para que cuando las lea sepa que cada día pensé en ella.

-Vaya, que romántico resultaste… y pensar que eras todo un pillo.- Sonrió.

-Tal vez sigo siendo un pillo, solo que uno muy enamorado.- Le guiñó el ojo.

-Ya deseo conocerla, haz hablado tanto de ella.

-Pronto.- Dijo depositando un suave beso en la frente de su hermana, y se sentó en silencio frente a ella, al cabo de un rato el semblante de la chica cambió.

-¿Crees que hicimos bien yendo con el gobernador?, es decir, Edmund aun es mi esposo.- Dijo Temerosa.

-Hicimos lo correcto, ese hombre es un contrabandista, te ha maltratado todo este tiempo, y tiene ese horrible lugar clandestino, merece la prisión.

-Y si no lo atrapan?.

-Lo atraparan cariño.

-Estoy tan arrepentida… yo… yo creí que me amaba, creí.- Suspiró mientras una lágrima cruzaba su rostro.

-Ya no importa.- Gus secó sus lágrimas.

-Pero, yo he mancillado el nombre de la familia, enlodé nuestro apellido.

-No… no lo has hecho, eso hubiera ocurrido si nos hubiéramos prestado a seguir manteniendo su mentira, pero al denunciarlo hemos demostrado que somos honorables.

-Ahora estaré sola para siempre, he echado por la borda mi futuro.- Sollozó.

-No, ya llegará a tu vida un buen hombre, que te ame, y valore.- La abrazó.

-No lo creo.-Negó con la cabeza.

-Yo si… estoy seguro.- Gus parecía muy convencido

-¿Cómo lo sabes?.

-Verás, nuestra familia goza de una excelente genética, somos guapos, irresistibles diría yo.- Joaquina sonrió ante la ocurrencia de su hermano.- Bueno la excelencia se salta algunas generaciones…

Ambos dijeron al mismo tiempo en medio de risas.

-La tía Carmen!.

-Si… vaya que la tía Carmen no es un buen ejemplo.- Añadió Gus.

-Y el tío Red.- Dijo Joaquina.

-Si… la naturaleza fue avara con él… pero mamá es guapa, y papá, bueno… ehm… papá es interesante.- De nuevo rieron.

-Tú eres hermoso.- Dijo su hermana sonriendo.

-Ciertamente, y tú eres guapa, inteligente y…. bueno, y si alguien no está de acuerdo conmigo siempre estará el dinero no?.

-Gus!.- le dio con el cojín en la cara.- cuando dejarás de ser un bribón?.

-Jamás!.- Ambos rieron.

Ana desde el silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora