Capítulo 22

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Dos años después del asesinato de Thanos.

Natasha Romanoff

Corrí rápidamente a la habitación que compartía con Steve, en cuanto entre presioné mi espalda en la puerta. Luego me deslicé hacia abajo hasta que estuve sentada y comencé a llorar. Abrazándome a mí misma, solo me senté ahí, sintiéndome como la mierda y acariciando mis brazos para mi propio confort.

— Nat, por favor déjame explicarte ­—. El suspiró hondo de Steve antes de apoyar la cabeza sobre la puerta fue lo suficiente audible.

— No quiero escuchar nada que venga de ti Rogers —. Le grité a modo de respuesta.

— Tienes que hacerlo —. suplicó Steve.

— Largo de aquí Rogers. ¡Quiero estar sola! —. Mi voz se quebró con esa declaración. Por supuesto que no quería estar sola, pero no estaba dentro de mis planes perdonar tan fácilmente a Steve.

— Nuca te dejare sola Nat. Serás mi esposa, tendrás que acostumbrarte a siempre tenerme ahí, a tu lado.

— Estoy arrepintiéndome de ello —. Dije en un pequeño susurro.

— Retíralo. — Steve estaba furioso —. Retira lo que dijiste Romanoff.

— No lo hare solo porque tú lo dices Rogers.

— ¡Ya basta!, ¡maldita sea!, ¡te amo tanto que hice algo que no tenía intención de hacer, por años estuve mintiéndote para que no sufrieras como lo estás haciendo ahora! —. Cuando Steve maldecía era algo grave, pero cuando esas palabras iban dirigidas a mí todo el mundo debería de sentir miedo de Steve Rogers.

— ¡Nunca te pedí que hicieras eso! Quería la verdad Rogers, es mi mejor amigo. No debes ocultarme información sobre él —. Clint es la segunda persona más importante en mi vida y Steve lo sabía.

— Estoy seguro que Clint no quería que te enteres de esto.

— No conoces lo suficiente a Clint para saber lo que él quiere —. No tenía ningún derecho de hablar por Clint.

— No, tienes razón. Pero estoy completamente seguro que él te ama, te ama lo suficiente que incluso en su versión más oscura trata de ocultar las evidencias que puedan implicarlo. No es por nosotros es por ti. Lo único que mantiene a Clint con vida y conservando un mínimo de su humanidad eres tú.

— Y aun así decidiste que era mejor ocultármelo. Tengo que encontrarlo antes de que sea demasiado tarde.

— Tenía la esperanza que Rhody pudiera dar con su localización, ir hacia él. Lograr que entrara en razón, para que regresara con su amiga que tanto lo necesita. Y que lo último que quiere es verlo convertido en un ser solitario y oscuro. Lo haremos Nat, te ayudare en eso. Incluso si no quieres casarte conmigo.

Comprendía la razones que había tenido Steve para ocultarme esa información, yo habría hecho lo mismo si se tratase de Bucky. Pero ahora la situación ha cambiado, desde varios puntos.

Me mantuve unos minutos en silencio, analizando todo lo que había ocurrido, después de un tiempo sabía lo que tenía que hacer.

— Perdóname Steve, nunca diría eso en mis cinco sentidos. Desde el día que me pediste que me casara contigo no hago nada más que imaginarme siendo tu esposa.

— Te perdono Nat, pero quiero que me digas que pasa contigo últimamente.

Me puse de pie y gire la perilla de la puerta dejando entrar así a Steve, que tenía su cabello desaliñado, sus ojos estaban rojos y lucia notablemente cansado. Punto en mi contra.

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