Juego Final

Capítulo 3

Steve

— Nat dime ¿dónde estás? - ¿Nat? – maldita sea contesta Nat – maldije era lo único que podía hacer ante la ausencia de respuesta de Nat.

— Cuidado con el lenguaje soldado, me encuentro a 200 metros de la primera zona asegurada – dijo nada como si nada, y yo empecé a respirar de nuevo, no me di cuenta cuando lo había dejado de hacer.

— Mantente en esa posición y espera hasta que llegue para poder entrar, lo digo enserio – le advertí tenía que hacerlo o después avanzaría y me diría que se lo había dicho como sugerencia.

— Entendido Capitán – lo dijo utilizando ese tono coqueto y altanero que de cierta forma me gustaba.

— Sam dime ¿qué ves?

— Tres hombres en la azotea del lugar, cinco más en la entrada, tres en la salida, en el lugar se encuentran más de 20 sujetos – dijo Sam cortando comunicación.

— Wanda sería de gran ayuda en este momento – la voz de Nat llego a mí de una forma que no debería.

— Te dije que te quedaras en tu lugar Nat – le reprendí.

— Juro que iba a hacer eso, pero dos sujetos se acercaron demasiado al área, podría ya sabes dejarlos inconscientes pero se darían cuenta y tendríamos que adelantar el plan – lo dijo excusándose, sabía que mentía después de seis meses huyendo aprendí un poco sobre sus gestos al mentir.

— No te creo Romanoff – le dije serio.

— Ese es tu problema Capitán. – pero enserio si serviría mucho la ayuda de Wanda en estos momentos – dijo cambiando de tema, sabía que mentirme ya no era tan fácil.

— Esta con Visión, tiene apenas una semana con él, pidió dos, no podía llamarla antes de eso – le explique captando su absoluta atención.

— Eso es tan tú – lo dijo y empezó a caminar – ¿cuándo me darás permiso a mí para ausentarme unos días? – giro encarándome. Su pregunta me causo desconcierto.

— Eres libre de ir a donde quieras Nat – lo dije porque era verdad, aunque no quisiera que lo hiciera – después de todo tu eres la experta en esto, pero al igual que Wanda tendrás que mantenerte en comunicación – de esa forma sabría donde se encontraría y no me preocuparía demasiado por ella, aunque no creo que eso baste- ¿quieres irte? – pregunte en forma de susurro.

— No, no quiero irme – su respuesta me gusto pero entonces, el porqué de la anterior – pero no descarto la idea, tal vez quiera resolver unos asuntos en el futuro y tenga que irme, quería saber si contaba con tu aprobación.

— No necesitas aprobación o permiso eres libre de hacerlo – le dije a lo cual ella solo asintió.

— Chicos lamento interrumpir su conversación, pero es momento de entrar – la voz de Sam llego a mi oído y maldije en mi interior al saber que estábamos hablando de esto con la comunicación abierta – está bien Sam, vamos para allá.

— ¿Preparado soldado? – pregunto Nat y solo asentí.

Cinco días después

Narrador omnisciente

Ninguno podía quejarse del hotel, es el único decente en el que se habían hospedado en estos últimos seis meses, estos últimos meses en los que han viajado por todo el mundo, se encuentran en Golden Hill en Shaftesbury al sur de Inglaterra, todo parece tranquilo, nada fuera de lo normal.