Juego Final

Capítulo 28

Narrador Omnisciente.

Las sombras que provenían de los árboles, el murmullo irregular del viento, y el hermoso canto de las aves, todo aquello resultaban sumamente abrumador para Natasha. Jamás imaginó que su amigo, millonario, filántropo, y playboy, justo como él mismo se había descrito con anterioridad en más ocasiones de las que le gustaría recordar, pudiera vivir en medio de la nada. Con la naturaleza como su acompañante, eso sin duda lo encontró confuso.

Anteriormente se había puesto en contacto con Pepper para saber cómo se encontraba Tony, ya que como precisamente él lo había dejado claro les aplicaría la ley del hielo. Era lo más infantil que pudiera escuchar, pero era Tony de quien hablaba, eso simplificaba todo. Pepper le informo que Rony y ella decidieron vivir lejos, fuera de la ciudad, dejar de ver todo lo que se había llevado tanos von ese chasquido como había cambiado el rumbo de la vida. Pero eso no era lo que había sorprendido a Natasha pues simplemente imagino que se mudarían a una ciudad vecina o a una ciudad pequeña, lo que realmente sorprendió a Natasha fue cuando Pepper le dijo que se irían a vivir a un pequeño pueblo a las afueras de la ciudad rodeados del bosque. Eso sí que la había sorprendido.

Steve por otro lado no le dio muchas vueltas entorno a donde se encontraba, siempre supo en el fondo que Tony siempre había deseado algo así, que él sería feliz en un lugar así, muy diferente en donde había vivido en los últimos años, pero sumamente semejante a sus mejores años durante la niñez. La alegría que sentía por Tony era demasiada, sabía que se lo merecía, todos se merecían un poco de felicidad después de aquel acontecimiento horrible, aunque sabía que todos merecían tener felicidad aun resultaba difícil tratar de seguir adelante, Steve era un soldado, más que eso, Steve era un capitán, él nunca se imaginaria seguir adelante dejando a un hombre atrás y eso era exactamente lo que sentía al centrarse en su nueva familia.

El pequeño James solo abrió sus ojos para ver a un pájaro que agitaba sus alas muy cera del hombro de su madre, quizás fue su mirada penetrante opero el pájaro siguió su camino más lejos de ellos y cerró los ojos para volver a dormir.

Natasha se engañaría a si misa si dijera que no se encontraba nerviosa. El último encuentro con Stark no resulto favorable para ninguno. El temor porque Stark se enojara era mucho, su principal miedo era que Stark se enojara von ella por no decirle sobre su embarazo, se pondría aún más furioso por no informarle que tenía un hijo, pero sin duda se pondría colérico por no decirle que ese hijo era el producto de su relación y amor por Steve Rogers. Imaginaba su reacción y en ninguno de sus varios escenarios tenía un desenlace. Pero carajo hasta para ella resultaba difícil creer que estaba comprometida con Steve Roger y que tenían un hijo juntos. ¡El compromiso! ¡Dios! Olvido meter esa variable en la ecuación.

Natasha Romanoff

— Nunca creí que diría esto… pero… Tengo miedo de la reacción de Tony — susurro Nat —. ¡Vaya! Realmente nunca imagine que lo diría. ¿Crees que sea más blanda? — Preguntó una confundida Nat a Steve.

— ¿Blanda? —. Pregunto extrañado Steve.

— Si ya sabes, blanda, débil… —. Comenzó a enumerar Nat cada una de ellas pero Steve la interrumpió.

— No lo creo.

— Mmm, no eres de mucha ayuda Rogers —. Exclamo Nat exasperada.

— ¿Entonces sugieres que mi respuesta está equivocada? ¿Quieres que te diga que si te hiciste “blanda”? —. Bromeo Steve.

— No, pero… ¿Por qué estás tan tranquilo, Rogers? —. Nat dejó al tema por la paz, cuando noto el tono relajado de Steve.

—  No lo estoy. Realmente no me encuentro tranquilo. Pero algo me dice que Tony se pondrá feliz por nosotros, que los problemas entre nosotros quedaron atrás. Llámalo corazonada pero eso lo que siento. —. Steve se encogió de hombros y siguió caminado dejando atrás a una desconcertada Natasha.