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¿Con quién pasarías el último día de la humanidad?
Jimin frunció el ceño confundido ante tal pegunta de su profesor, era una pregunta extraña pero era de esperarse de alguien como él, pues era un profesor muy extraño, siempre hacia experimentos que terminaban en desastres.
Sin embargo aquella pregunta le hizo cuestionarse el con quien estaría en tal situación.
No tuvo que pensarlo tanto pues la respuesta le llego al instante.
Sería lógico escoger a su familia ¿no?
Sin embargo el nombre que había escrito decía lo contrario.
Jeon Jungkook.
Su bolígrafo golpeo tres veces la paleta de su asiento, ¿Era correcto?
Giro un poco y miro hacia los últimos asientos, para su sorpresa la persona a la cual había elegido igualmente le miraba y estaba seguro que era por la misma razón.
Ambos eran unos chicos bastante ordinarios nada sobresalía de ellos, no era como las historias cliché, tampoco era de las que hasta el último momento se dan cuenta de que estaban enamorados.
Ambos lo sabían, ambos sabían que se gustaban, pero ninguno daba el primer paso ¿Cómo era posible estar enamorado hasta las tranqueas si nunca se habían hablado? La razón era tan simple que era hasta ridículo, se sentían cómodos. ¿Ridículo no? Para ellos gustar de un chico era nuevo, habían tenido parejas antes pero solo eran chicas, ahora era diferente, no eran homofóbicos, pero tenían miedo ¿Y si no resultaba? Con ello siempre se cuestionaban.
Para Jimin este era un caso único, y estaba cómodo con ello, por alguna razón amaba mirar desde la distancia a Jungkook, su corazón se aceleraba tan solo si pasaba a su lado, eran muchas emociones las que amaba que Jeon le provocara no estaba dispuesto a terminar con aquellos sentimientos, aun no.
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