Prologo

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Narradora

Adrien Agreste llegó un poco tarde como casi siempre, pero esta vez no fue por tener que salvar a alguna persona... sino que su padre le dió una mala noticia. Su tío había fallecido, este no era el gran inconveniente, Adrien realmente no conocía mucho al hermano de su padre. El inconveniente era el chico que pronto llegaría a París para posiblemente hacerle la vida imposible otra vez. Cuando eran niños se llevaban tan mal, que ya no le era fácil imaginarse al lado de su primo, Felix, sin estar discutiendo.

La expresión preocupada del Agreste no pasó desapercibida  para su mejor amigo Nino, quien ni bien terminó la clase se lanzó a preguntarle como estaba y si le sucedía algo malo.

Adrien: Tranquilo Nino, sólo estoy un poco preocupado - Sonrió forzadamente

Las chicas en el asiento de arriba escuchaban atentamente a ambos amigos, una de ellas todavía no podía creer el estar en el mismo grupo de amigos que el de rubia cabellera.

Alya: Pues por algo lo estas Adrien, dinos, somos tus amigos - Sonrió gentil para darle confianza

Adrien: Bueno... - Hizo una pequeña pausa y se rascó la nuca - Mi primo llegara esta tarde de Inglaterra... jamás nos llevamos bien y temo que eso siga pasando

Marinette: ¡¿Primo?! - La joven no pudo disimular su sorpresa

Adrien: Creí habérselos dicho...

Nino: Creo que sólo me lo dijiste a mi, viejo - Rió

Alya: ¡¿Hace cuanto no se ven?! - Estaba sorprendida

Adrien: Desde que tenemos 8 años... 

Nino: Amigo ¿No crees que estas exagerando?

Alya: Si, han pasado años. Quizás ambos cambiaron...

Adrien: Él siempre fue un chico muy amargado, es lo que papá quiere que sea como hijo...

Marinette: * riendo * Hay por favor que tonterías si tú eres perfec...! - Se dió cuenta lo que iba a decir y de inmediato enrojeció - Quiero decir ¡Haces muchas cosas por tu padre! ¡Eres muy buen hijo! - Rió nerviosa al final. Lo dijo tan rápido que fue casi imposible entenderla

Alya: Adrien, sólo dense una oportunidad

Adrien: ¡Tienen razón! hace tiempo no nos vemos y podemos hacer las paces! - Golpeó el puño con su otra mano decidido - Pero.... ¿Podrían venir conmigo a darle la bienvenida a mi casa? - Rascó su nuca riendo - es que estoy nervioso 

Marinette/Nino/Alya: ¡Claro!

|Mientras tanto en la Mansión Agreste|

Un joven rubio de 14 años posó su pie fuera de la limusina; salió y miró aquella mansión que hace años no visitaba. recordando cientas de cosas de su infancia.

Natalie estaba parada frente al gran portón mirándolo. Comenzó a caminar hacia él y al llegar cerca colocó su mano sobre el hombro de este.

Natalie: Joven Felix, bienvenido... lamentó mucho lo sucedido - Le dedicó una sonrisa comprensiva al muchacho y se dispuso a sacar sus maletas de la parte trasera del gran auto

Felix va con ella y recoge las maletas él mismo sin que Natalie pudiera hacer nada

Natalie: Joven Felix, mi deber es....

Felix: No soy manco, puedo hacerlo, gracias - Le sonrió por un pequeño instante, pero la sonrisa se fue de inmediato aparentando sólo que había hablado en su tipo tono frío.

Natalie: - Sonrió - (Felix a madurado tanto. Se ha vuelto una persona humilde al parecer, aunque le cueste demostrarlo)

Natalie se quedó admirando cuanto había crecido aquel niño descortés y mal hablado, y no se dió cuenta que esté se le adelantaba.

Mientras caminaba hacia dentro, su único amigo de la infancia habló con él

Kuro: Felix, lo presiento, es el lugar indicado ¡Descubriremos por qué no puedes sacarte el Miraculous! - Susurró

Felix: Esta bien Kuro, en este momento esta quemándome... - Susurró con una expresión adolorida

Kuro: Tranquilo, supongo que es normal, también lo siento en mi cuerpo...

El pequeño Kwami se escondió al llegar a la puerta. Felix dejó sus maletas en la entrada agotado y adolorido por el anillo que quemaba su dedo. Desde los 7 años cuando lo encontró, no pudo sacárselo y parecía como si creciera junto con él para que no apretara.

Miró la sala, llenándolo de recuerdos junto a su familia... su madre, su padre, los tíos Emilie y Gabriel junta a Adrien, todos sentados en los sillones hablando... cuando aun estaban junto a él.

Intentó sacar esos pensamientos de su cabeza y vió a su tío parado en la escalera.

Gabriel: Bienvenido Felix... - Se acercó a él con una mueca triste - Lamento la muerte de mi hermano... cuando me enteré pensé en ti de inmediato y supe que debería traerte, estar solo no te haría bien.

Felix: Tío ¿Cree que a Adrien le agrade que este aquí? - su tono era frió y su cara no demostraba ninguna emoción

Gabriel: Él deberá acostumbrarse a la convivencia y tú igual.

Felix sólo asintió sin añadir nada más

Natalie: Joven Felix, llevamos las maletas a su nuevo cuarto. Está junto al de Adrien ¿Recuerda donde queda?

Felix: Si, creo que iré a recostarme un rato - Miró a Gabriel buscando su aprobación

Gabriel: Claro, ve.

|Con Adrien|

Él y sus amigos se encontraban pasando por el enorme portón charlando. No pensaban que Felix llegará tan rápido. Abrieron la puerta y vieron a un chico Rubio subiendo las escaleras

Adrien: ¡Felix! - Se sorprendió al verlo allí

Natalie: Felix llegó antes de lo acordado, Adrien - Informó. Este llegaría unas horas más tarde

Por un lado, los acompañantes de Adrien ansiaban ver la cara del misterioso primo de Adrien. Felix se dió vuelta para ver a su primo cruzando miradas con una chica de cabello azabache y ojos azules... su anillo comenzó a quemar más que antes provocando descargas en el cuerpo del chico y haciendo que comenzara a templar y su vista se nublara. Comenzó a intentar ver bien, achicando los ojos extrañando a los presentes 

Natalie: ¿Joven...? ¡Felix! - se interrumpió a si misma sorprendida

Marinette: ¡Cuidado!

Adrien: ¡Felix!

Nino/Alya: ¡Ah!

Felix cayó por las escaleras desmayado... ¿Qué lo había provocado?

Esta historia se tratara sobre todo de Felix
Aunque habrá un poco de Felinette
espero les guste

¡Gracias por leer! <3

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