Episodio 35: La tristeza del malo

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Voy a cambiar el nombre y la portada de la historia. El nuevo nombre será "Ocean Eyes" y la portada será creada por mi 7u7

Narradora

El mundo se sintió como si fuera sólo para ellos. Una atmósfera para enamorados que no era para nada feliz; más bien era trágica y desconsolada. Ninguno de los dos podía sentirse conformé. Ella quería que él estuviera bien, para ella sentirse bien, y a él simplemente lo superaban las emociones negativas.

El abrazo se rompe cuando él se siente fuerte para limpiar sus lágrimas que antes eran como cataratas derramándose del río en sus ojos. Se sentó, aún dándole la espalda, pensando en sus emociones; sabiendo que ella no era la culpable. Simplemente la estaba usando como escusa para desahogar sus penas contenidas bajo aquel escudo de hielo.

No quería hacerle daño, a pesar de como se sentía. Que ella hubiera preferido a su primo, sólo fue una gota callendo al gran vaso a punto de rebalsar. No era ni la mitad de doloroso que sus otros pesares, pero si lo suficientemente pesado para darse cuenta que su vida era cuesta a bajo todo el tiempo.

¿De qué servía seguir intentando?

Marinette también se sentó en el sillón, mirándolo aún preocupada. Podría jurar que sentía que él se estaba yendo de su lado, tenía tanto miedo de perderlo. Su corazón se volvió pequeño, sólo quería aferrarse al rubio para que no tuviera tiempo a alejarse de su lado y cometer alguna locura que podría no tener retorno. Lo que sea que atormentaba su mente, ella sabía que debía ser difícil para que lo invadirá de ese modo.

Marinette: Felix... - Su voz era tan quebrada y preocupada que le fue inevitable voltearse a verla. A pesar de todo, seguía queriendola; no quería verla llorar.

Felix: Discúlpame, no debí tratarte así... Sólo olvida lo que pasó. - Desvió la mirada. Las lágrimas ya estaban despejadas de sus mejillas, pero sus ojos delataban el dolor en su interior.

Marinette: No... Quiero saber, ¿Que sucede? - Su ceño se frunció con preocupación. No lo dejaría evadir sus sentimientos... Presentía que él lo había estado haciéndolo ya por mucho tiempo.

Felix: Nada importante... Sólo fue un error.

Marinette: Para mi si es importante - Sus ojos se encontraron, ella estaba decidida como nunca antes y el parecía tan vulnerable... Aunque esa mirada hace tiempo estaba allí, sólo que ella jamás pensó en la posibilidad de que alguien como él estuviera sufriendo.

La conversación se vió interrumpida por los amigos de la azabache y el primo del rubio. Al entrar al cuarto y observar lo que sucedía, su amiga completamente roja con lágrimas en las mejillas y a Felix mirándola con supuesta frialdad, como ellos lo llamaban; aunque Marinette sabía muy bien que eso no era frialdad, sino más bien dolor interior. No pudieron evitar mal pensar la situación y de inmediato, por sus cabezas pasó la posibilidad de que el rubio había hecho llorar a su buena amiga. Sólo uno de ellos tenía cierta información de más que le indicaba que eso no era cierto, pero prefería ignorarla.

Adrien: ¡¿Felix, que hiciste está vez?! - Se acercó y lo tomó por la ropa, haciendo que todos se sorprendan.

Alya: No entiendo cómo no te alejas de él con la actitud que tiene, Marinette...

Nino: Amigo, creo que es mejor calmarse.

Marinette: ¡Oye...! - intentó intervenir, pero ya era tarde.

Felix: Suéltame, Adrien. - Su tono tomó tanto rencor que ahora sí se podía decir que parecía odiarlo.

Adrien: ¡No, siempre arruinas todo! ¡Le haces daño a las personas! - Marinette quería intervenir, pero el rubio parecía no tener oídos - ¡Te hubieras quedado en Inglaterra!

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