Capitulo 51 ▪En el mismo mundo▪

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Empecé a jugar con pies, uno golpeaba a el otro suavemente, luego el otro agarraba vuelo y le regresaba el golpe de la misma manera.

Mordí mi lengua sabiendo que aún no puedo moverme, podría arruinar el maquillaje que me están poniendo, lo cual sería una injusticia por la cantidad de tiempo que he estado aquí sentada.

―__, todo irá bien, no estés nerviosa.

¿Qué no esté nerviosa?

Suspire pesadamente.

¿Cómo no estarlo?

Definitivamente hay algo mal con mis amigas hoy. Es que, me es imposible no estar así.

Sé que Zayn me ama, él es todo lo que siempre soñé, pero los nervios me están matando.

Miré las uñas de mis manos, que están decoradas simplemente a el estilo francés.

Mordí mi lengua nuevamente, mirando el reloj digital pocisionado en el centro de la pared color ladrillo.

Seis y tres cuartos.

Sólo quince minutos.

Eleanor al ver mi expresión facial hizo una ligera mueca apenas notable, intentando distrerme.

―¡Ya está!― exclamó la estilista al terminar con mi maquillaje.

La misa inicia a las siete y media, pero aún tengo que ponerme el vestido, los zapatos, el velo y los accesorios.

Escuche voces a lo lejos, pero no me detuve a pensar en lo que éstas decían, mi atención estaba centrada en nada más y nada menos que el tiempo.

Una hora y quince minutos. En una hora y quince minutos cambiará mi vida por completo y, al fin Zayn y yo estaremos juntos, para siempre.

Un hueco se formó en mi estómago, por alguna razón totalmente desconocida para mí. Tengo un extraño presentimiento de que algo sucederá hoy que no me agradará nada.

Pasé saliva, deshaciendo los pensamientos hacia mi mal presentimiento, lo más probable es que sólo sean mis sentimientos encontrados.

Me levanté de la silla sin pensar y entender bien lo que hacía, al parecer mis piernas pensaban por si solas, como si fueran totalmente independientes de mi cuerpo.

Sin prestar atención, unos minutos después me encontraba frente a el armario de puertas de madera blancas con perillas metálicas, justo donde mi vestido se encuentra guardado.

Mis manos temblaron al momento de tomar ambas perillas de las puertas y, moviéndose de un lado a otro casi imperceptiblemente sin que yo pudiera controlarlas, abrieron las puertas dejándome ver mi vestido de novia.

El toque en mi hombro izquierdo me hizo volver a la realidad, sacándome de mi pequeño transe.

―__, tienes que tranquilizarte. Tenemos tiempo.

Asentí lentamente y suspire.

Me recargue en el marco de las puertas de el armario, deslizando mis manos a lo largo de mi blanco vestido que, cabe mencionar que se ve muy diferente que cuando yo lo traigo puesto.

En la parte de el pecho se encontraba lleno de encaje color beige claro, el resto de la tela de éste era totalmente liso, ceñido de la cintura y liso hasta llegar abajo de las rodillas, donde adquiría volumen hasta llegar a el suelo.

Era realmente hermoso.

Me deslice por el marco de la puerta hasta sentir el frío suelo en la tibia piel de mis piernas, provocando que mi piel se pusiera "de gallina" por el brusco cambio de temperatura.

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