Capitulo 45 ▪En el mismo mundo▪

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-¿Zayn?

Noté la ventana abierta. El viento soplaba con gentileza a través de mis delgadas cortinas blancas.

Unas manos se posicionaron en mi cintura, atrayendome hacía a él.

-Te encontré -reí ligeramente.

Zayn rió.

-Creo que es hora de que me vaya- susurro suavemente.

-Te quiero -susurre.

-Yo también -dijo y con una amplia sonrisa. Besó mi mejilla.

No lo dije porque me sentía comprometida o algo por el estilo, lo dije porque de verdad lo siento.

¿Qué diablos me has hecho Malik?

-Es gracioso como la vida nos cambió, primero fuimos amigos, luego pareja, luego terminamos por la larga distancia y ahora estamos juntos otra vez. No se que haces en mí para tenerme así, estoy loco por tí. Tu mirada, tu linda sonrisa, tu voz, todo, eres como algo que una vez que conoces ya no puedes olvidar.

Sonreí.

Tape mi boca ante la sorpresa de su declaración hacia a mí, sintiendo como las lágrimas ya acumuladas en mis ojos amenazaban con salir.

Justo cuando creí que había terminado, me sorprendió una vez más y continuó con su discurso.

-Porque me fue imposible olvidarte a pesar de que salí con otras chicas, solo pensaba en tí. Desde hace años, solo que te veías tan feliz que no tuve la valentía suficiente como para decirlo, pero aquí estoy, esperando a que respondas lo siguiente que te propondré por segunda vez...___ ¿serías mi novia?

Sonreí.

Nadie me había dicho algo tan lindo

Tal vez ya sea tiempo de que empiece desde cero con otra persona, alguien que me quiera y que yo también sienta ese sentimiento, que sea mutuo.

Yo no quiero un "él y yo", yo quiero un "nosotros", un "por siempre y para siempre".

Limpió con su pulgar delicadamente mis lágrimas que habían sido la consecuencia de su maravilloso discurso.

Sintiendo un cosquilleo en mi garganta, junte sus labios con los míos, recibiendo una respuesta positiva por su parte.

-¿Eso es un sí?

-¿Tú que crees?

Ambos sonreímos.

Él caminó hacia la puerta y la abrió, lo seguí hacia el exterior de mi casa.

-Hasta mañana - bese sus labios.

Sus manos se posicionaron en mi cintura y las mías rodeaban su cuello cuidadosamente mientras que estas jugaban un poco con su cabello.

-Hasta mañana -susurro con voz ronca y me dedico una de sus más amplias sonrisas. 

Quite mis brazos alrededor de su cuello cuidadosamente, él me miró atentamente.

-Te quiero.

-Yo más.

Se despidio de mi con su amplia y blanca sonrisa, seguido de esto me guiñó un ojo, se subió a su auto, me miró por segundos y después de esto, arrancó.

Me quedé recargada en el marco de la puerta viendo como su coche desaparecía por las calles de París mientras la luna resplandeciente iluminaba la noche.

Un auto convertible de último modelo me llamó la atención, nunca lo había visto. Alguien estaba dentro de este, lo noté por el movimiento brusco que la silueta golpeándose contra el asiento.

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