Capítulo 66 ▪En El Mismo Mundo▪ (2)

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Suspiré mientras intentaba abrir un cajón que, aparentemente estaba atascado. Había guardado mis medicamentos para la migraña ayer ahí por accidente y los necesitaba con urgencia. No aguantaba la cabeza.Me senté en el escritorio totalmente frustrada, ¿qué podría hacer sin los medicamentos? De una manera u otra, vivía de ellos.Pasé saliva, tomé mi vaso de agua y saqué una aspirina de la gaveta color vino, la introduje en mi boca para después pasarla con el agua.Mordí mi labio sintiendo como todo comenzaba a dar vueltas, me senté en la silla de piel color negro e hice los ejercicios de relajación que la psicóloga me recomendó.

Analepsis
'Inhala y exhala, hazlo despacio y notaras como todo vuelve a la normalidad' -¿Y si no lo hace? -pregunté, tratando de mantener la calma.


Durante los últimos meses recuerdos habían estado rondando en mi cabeza una y otra vez, no podía evitarlo, me asustaban, era parte de mi pasado que creí haber dejado atrás hace mucho tiempo, la peor parte era que no sabía como calmar esos recuerdos de mi antigua vida. Una adolescente incomprendida, una enfermedad mental, una chica perdida sin un propósito definido en la vida.


-Y si no lo hace -hizo una pausa, tomo mi mano y le dio un ligero apretón -solo cuenta hasta diez, de una u otra forma, todo estará bien de nuevo.

La pantalla de mi celular se ilumino mostrándome una notificación de una llamada perdida, con un número que venía de... América. Fruncí el ceño al identificar la lada del celular, esa llamada era de nada más y nada menos que Massachusetts.


No lo dude ni un segundo, marque el número al ver que tenía tres llamadas perdidas, coloque el celular en mi oído y comencé a escuchar como la línea me comunicaba. No paso más de un minuto cuando descolgaron el teléfono y lo único que nos unía era la línea telefónica.


Nadie dijo nada, pero aun así podía escuchar su respiración.


-¿Hola? -pregunte tratando de adivinar de quien era el número, no conocía a nadie de Massachusetts o al menos que fuera algún ex compañero de la universidad, lo que dudo mucho.


-No puedo creer que eres tú -menciono una voz femenina aguda y extrañamente familiar para mí, ¿lo peor? Era que no podía recordar quien era la persona con la que estaba hablando -después de todo este tiempo -se escuchó un sollozo del otro lado de la línea que hizo que la piel se me pusiera de gallina. De repente una imagen vino a mi cabeza, seguida de otra y otra más.


¿Sería posible que..? No, hay una probabilidad de una en un millón.


-¿Mamá? -la pregunta salió de mi garganta sin siquiera planearlo, no se suponía que debía hablar sin pensar antes, tenía que elegir muy cuidadosamente cada palabra, de lo contrario las cosas podrían terminar aun peor. Y no quería eso, ya los había perdido una vez, no cometería el mismo error dos veces.


-No sabes cuanto me alegra oírte otra vez hija -sollozo un poco más fuerte, mientras que escuchaba su respiración irregular por el llanto, trate de moverme pero por primera vez en mucho tiempo no podía controlar al cien mis acciones.


Estaba nerviosa, triste, emocionada, aliviada, sé que sonara extraño pero eran tantas emociones al mismo tiempo que creí que no era mas que un sueño y, por suerte me equivoque.



(...)
-Mi amor -salude con una gran sonrisa al ver al guapísimo chico de cabello castaño corto, de increíble mirada color esmeralda, piel bronceada, estatura alta y sonrisa de comercial, cruzar la entrada principal, mi chico, el amor de mi vida, mi todo.


-Amor -saludó con una gran sonrisa haciendo que mis mejillas se sonrojaran, se acercó a mi mientras rodeaba su cuello con mis brazos, colocaba sus manos en mi cintura y agachaba ligeramente su cabeza mientras me ponía de puntitas para besar sus labios.


Mi corazón latió a mil, la respiración comenzaba a faltar, sentí el calor invadir mis mejillas y cada rincón de mi cuerpo, ese cosquilleo tan característico de cuando estoy con él me recorría de pies a cabeza, miles de sensaciones comenzaron a florecer en mi interior.


Por falta de oxígeno tuvimos que separarnos y justo cuando creí que no podría haberme matado más, hizo mi cabello hacia a un lado, podía sentir su cálida respiración chocar contra la piel de el punto más débil de mi cuerpo, mis nervios aumentaban, me había tomado por sorpresa, una muy agradable, cabe decir, me había robado el aliento. Seguido de esto depositó un beso haciéndome estremecer bajo sus brazos, la sensación era más que satisfactoria.


No pude decir nada, ya que perdí la poca cordura que me quedaba al volver a sentir sus labios chocar contra la piel de mi cuello. Levante su mentón, comencé a besar su rostro, su frente , sus mejillas, su nariz, sus párpados, su barbilla y sus delgados y apetitosos labios. Era adicta a esto, a besarlo, abrazarlo, a mimarlo, a mirarlo, a tocarlo, era adicta a él.



Cerré los ojos al momento en que nuestros labios se encontraron entre sí y solo me concentre en ello, sus carnosos labios sobre los míos, sus tibias manos aferrándose a mi cintura juntando nuestros cuerpos sin dejar espacio alguno. Todo se sentía tan bien, tan pacífico, tan perfecto y fue entonces cuando descubrí que no podría haber un amor más fuerte y puro.

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PD: A&P Una semana😍😍😍👫💘

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