Digimon Frontier: «El Origen»

Epílogo: La llegada de un ángel y el fin de la paz

Todo comienza en un mundo donde el odio y la ira dominaban los corazones de todos. Era una lucha constante entre los digimones de tipo humano y tipo animal. La discriminación por ser de un tipo impedía que la felicidad entre ambos bandos se lograra, eran pocos los que intentaron hacer las pases. Un día el mundo digital tuvo un gran acontecimiento. De los cielos descendía un niño de cabellera rubia, con cinco pares de alas. Con su poder detuvo la pelea entre los digimones de tipo humano y animal. El nombre de este ángel era Lucemon.
Lucemon reinaba con sabiduría el nuevo mundo que ahora estaba llena de paz. Como siempre habían quienes no les gustaba la idea de que Lucemon reinará. Muchos lo decían por que el tenía apariencia humana y no iba a favorecer en nada a los digimones de tipo animal y otros por que no les gustaba la forma de la cual gobernaba.
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El tiempo pasó, y los problemas se intensificaron. Nuevamente empezaron las batallas entre los digimones de tipo animal y hasta humanos; cada vez que esto ocurría Lucemon iba y trataba de resolver todo pacíficamente, hasta que un día......

Lucemon: Ya cansé de estar resolviendo los problemas de todos! Esto empieza a darme dolor de cabeza. Debería imponer cada vez más mi poder, deberían respetarme cada vez más. Todos son unos ingeridos! – Gritaba el chico ángel frente a un espejo– Odio que solo me aprecien por que resuelvo problemas.

???: Entonces debes imponer más tu poder, hacerles ver que no solo estas para resolver los problemas de los demás. Partes de las riquezas de este mundo nos pertenecen. Nosotros detuvimos la guerra.

Lucemon: Quien dijo eso? Como te atreves a hablar en plural! El que detuvo todo fui yo, y nadie más.

???: Eres un tonto. Mira al frente de ti.

Lucemon miro al espejo encontrándose con su reflejo.

Lucemon: No veo a nadie. Crees que esto es gracioso?!

???: Si lo es. Ver como no te das cuenta de que el que te esta hablando esta justo delante de tus narices. Pensé que eras más inteligente.

Lucemon sintió que la voz provenía detrás de el, así que giro 360° para quedar frente al espejo y ver que era su reflejo el que le habla.

Lucemon: Me estoy volviendo loco.

Reflejo: No. Yo soy tu conciencia. Estas pasando mucho trabajo. Mira estos ingratos no reconocen tu trabajo. Se la pasan peleando y tu tienes que ir a resolver todo. Deberías hacer que estos ingratos te tratarán como el rey que eres.

Lucemon: Pero eso va contra mis principios. Prometí un mundo donde no hubiera guerras.

Reflejo: Sólo les estarás cobrando el favor que les hiciste. Nada grave.

En ese momento alguien entra a la habitación del gran gobernador del digimundo.

Venusmon: Lucemon querido. La setemonia va a empezar, puedes apreaurarte un poco?

Lucemon: Ya voy Venusmon. Solo aguarda un poco.

Reflejo: Piensa bien en lo que te dije. Puede ser que cambies de idea. Recuerda que siempre podrás contar conmigo.
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Júpitermon: Cuando se le ocurrirá venir?

Venusmon: Tranquilo, ya esta en camino. Solo estaba un poco nervioso. Lo vi ha hablando consigo mismo– decía la hermosa diosa digimon con una sonrisa en su rostro –

Neptunomon: Esperemos que no se demoré mucho. Todos esperan que de su discurso, y yo me estoy desesperando. Tengo una cita con mi novia y no puedo llegar tarde o sino seré digimon muerto.

Plutomon:  Creo que deberíamos decirles algo o sino esto se convertirá en una un huelga.

Júpitermon: Tienes razón Plutomon.– decía pasándose de su trono– Habitantes del todos los continentes del Digimundo. Estamos aquí....