Matemos a cupido [EunHae]

Capítulo 29. En pocas palabras

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"Ya los conté, Hwa. Hasta ahora son casi mil dibujos. Algunos los tengo guardados porque no podía dejarlos todos aquí. Cada mes necesitaba renovarlos. Lamento no poder traer tu último cuaderno. No importa, sabes, no tenía nada interesante. Umh, hueles a manzana. ¿La señora Kang te duchó hoy? Ella dice que tuviste más reacciones como la vez pasada. Se mueve un dedito. Luego el pie. Una de tus cejas.

Pienso que vamos mejorando.

¿Ves? Casi los 700 días.

No le digas a nadie que estoy contigo de nuevo. Se podrían enojar y temo que me impidan entrar.

Hoy busqué a mi padre, pero no pude encontrarlo. Le pediré que restablezca los suministros para tu estadía aquí. Tal vez se moleste mucho, sin embargo, creo que suplicarle un poco puede ayudar. A papá le gustan esas cosas. ¿Recuerdas cuando le pedí que me dejara visitarte la primera vez? Casi me arrodillé.

Aumentó la seguridad en el hospital para que, al salir, me fuera a casa y no con un chico de por ahí. Ah, por esos días papá recién se enteraba de que me gustaban los hombres. Vaya que le daba el infarto.

Pero hoy ya no me gusta nadie, Hwa. No quiero que me guste nadie. La gente es mala. Tan mala como para romperte el corazón en pedacitos y aún así no poder odiarla. Tan mala como para seguir queriendo los brazos de alguien que jugó contigo simplemente porque estaba aburrido.

No hablemos más de eso, Hwa. Sabes, la señora Kang me dejó quedarme con ella los últimos dos días. Tiene ropa de sobra aunque la mayoría es de colores feos. Pero me gusta. Es como dejar de ser Lee DongHae. Apuesto a que tú te verías muy bonito usando lo que ahora traigo puesto. El amarillo no va conmigo, Hwa. Parezco el limón de toda la vida. El amargo limón que fue exprimido por todos los medios.

Mira qué bonita analogía. ¿Te gusta?

Dejaré que duermas, Hwa. Tengo tantos planes para nosotros apenas abras tus ojitos. ¡Y los dibujos! Haremos una galería completa. Vendrás a mi graduación. Me verás recibiendo el diploma. Sólo tú. Sin mis padres, sin Sehun... Sin nadie. Sólo tú.

Oh, pero qué va. No lloro. Tal vez un poquito. Dicen que esto es normal ¿verdad? Como si estuviera enfermo. Tal vez ahora estoy en la peor fase, pero poco a poco voy a reponerme, Hwa. Cuando abras los ojos no lloraré más. Te lo prometo. Sin embargo, tú debes prometer que despertarás pronto porque sino me pasaré muchos años llorando y tal vez mis ojos se sequen

No me gusta mi aspecto, Hwa. Los últimos días he sólo dormitado por un par de horas y luego yo mismo pongo las alarmas para despertarme. Es que no sé qué es más prudente. Si quedarme despierto imaginando que estoy en sus brazos o dormir para soñar que realmente puedo hacer realidad mis deseos más tontos.

...No lo digas. No lo menciones siquiera. Yo sé que puedo superar esta y muchas otras cosas. Solo mírame. Logré sobrevivir a una embestida por parte de quién era mi mejor amigo.

Puse en pausa la amistad que me dio gran felicidad por tanto tiempo y luego la deseché como quien desecha un par de zapatos viejos que sólo lastiman los tobillos o las esquinas del dedo pequeño. Entonces, si fui capaz de algo como eso, ¿quién dijo que no podré enfrentar un corazón roto? ¿O una esperanza rota? Yo no sé, Hwa. No sé qué sentía por él. Tal vez era el cobijo de una mano que se tendía a mí sin mayor interés que el del cariño recíproco.

Oh, Hwa. Y por primera vez en mucho tiempo me sentía amado. Sentía que valía más de lo que mi reflejo me permite ver cada mañana. En serio lo pensé.