AMOR INMORTAL (PEETA & KATNISS) #Wattys2016

14. Reencuentro (POV Katniss)

Disclaimer: Todos los personajes les pertenecen a Suzanne Collins y Stephenie Meyer. Este universo alterno es una combinación de los que se presentan en todos los libros.

A/N: Aquí hay un salto en el tiempo de varios meses, si escribiera las cosas que pudieron pasar entre medio sería muy deprimente. Sin embargo es posible que publique capítulo estilo spin-off, o flashbacks dentro de los que vendrán, para mostrar hechos puntuales. Más adelante lo decidiré.

CAPÍTULO 14: REENCUENTRO

POV KATNISS

Despierto más animada algunos días y otros no. Cada carta que recibo, cada sueño que tengo con él, me hacen despertar cada día con esperanza, aunque esa felicidad suele durar poco a lo largo que pasa el día.

Mi vientre ha crecido mucho desde que volví al distrito. Llevo seis meses de embarazo o poco más. Nuestros hijos crecen sanos dentro del vientre.

Durante esta noche pude sentir la presencia de Peeta a mi lado, soñé que él me abrazaba y nos besábamos como cuando estaba vivo. La única anormalidad es que su piel es fría y sus ojos son ¿rojos?, pero sé que es él por los momentos que dura mi sueño. Cada noche se despide de mí con un beso y me jura que nunca nos abandonará. Entonces me "duermo" entre sus brazos.

Las primeras noches que tuve esos sueños despertaba llorando y tratando de encontrarlo, pero después despertaba sonriendo sabiendo que durante la noche volvería a verlo. Estos sueños tan vividos no se lo conté a nadie, ni siquiera a Madge que se convirtió en mi única amiga. Es un secreto, sólo sabe que a veces sueño con mi prometido. Ella dice que es normal, que lo necesito tanto que mi inconsciente lo llama. Pero a veces siento que es mucho más que eso.

Cuando abro los ojos, mi mano busca la suya de inmediato, pero la cama está vacía como de costumbre cada mañana. Derramo algunas lágrimas, me decepciona despertar sola en una fría cama. Pero como le prometí a Peeta seguiré adelante para que nuestros hijos nazcan sanos.

Prim llama a la puerta, la abre y me ve llorando.

Ella ya se acostumbró, no me dice nada.

-¿Vendrás a desayunar? –Se sienta en la cama en el lugar que supuestamente estuvo Peeta durante la noche.

-Ya bajo, Patito. –Le digo casi sin ánimos. Hoy particularmente estoy deprimida. Peeta y yo cumpliríamos nueve meses de noviazgo si él estuviera vivo.

-Te dejaré la ropa cerca ¿sí?

Asiento. Desde que volví al distrito son ellas las que me cuidan a mí y a los bebés. No podría sobrevivir sin mi familia. Las situaciones se invirtieron, ya que antes eran ellas quienes no podían sobrevivir sin mí o mi padre.

Mi hermana me deja sola para que me vista. Ayer en la noche mi madre me ayudó a bañarme antes de dormir. Ha sido una noche fría, no he transpirado y mis bebés piden comida a gritos así decido dejar la siguiente ducha para más tarde.

En el sueño de esta noche, Peeta acarició mi vientre todo el tiempo mientras les hablaba nuestros hijos y les cantaba. Peeta cantando, era extraño y hasta hermoso. Mis hijos me propinaban patadas desde el vientre y su padre los retaba diciendo que debían ser buenos con su madre para no provocarle dolor. En mis sueños siempre se mueven mucho cuando sienten o escuchan al padre y yo sonrío porque a pesar de las molestias estoy feliz de que sea así.

Cada día estoy más gorda, veo mi abultado vientre en el espejo mientras me pongo la ropa interior y el vestido que Cinna diseñó especialmente para esta etapa.

Acaricio mi vientre cuando siento que mis hijos están. Siempre se alteran cuando yo estoy mal. Mi madre dice que mi estado emocional puede afectarlos