4. Dones y recuerdos (Parte I)

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CAPÍTULO 4: DONES Y RECUERDOS

POV PEETA

-PARTE I-

Les sigo los pasos a los "Cullen" mientras nos internamos en un bosque. Casi nadie habla y creo que es por mi causa. Todos van concentrados en el camino escuchando sonidos lejanos. Mi rostro gira en todas las direcciones. Estoy impresionado por todo lo que puedo escuchar. No hay ni un sonido que no atraiga mi atención. Incluso mi visión es más amplia que antes. Es como si… hubiera estado ciego y sordo toda mi vida y ahora viera el mundo tal y como es.

-¿Cómo es posible? –Pregunto para mí mismo. Todos miran a Edward y él responde.

-Déjenlo, sólo se está habituando. Está bajo control. –Dice después sin dejar de mirar para el frente.

-Todos nuestros sentidos se agudizan al ser convertidos. Todo es más intenso ¿no?

-Sí. ¿Por qué sabes lo que pienso?

Él se detiene para mirarme.

-Ya te lo dije. Es mi don. Algunos vampiros tenemos uno y eso nos hace especiales. Lo lamento, Rose. –Mira a la rubia que lo fulmina con la mirada. –Yo leo los pensamientos, como dije antes.

-Eso es imposible.

-Haremos una prueba. Piensa en algo muy privado que no sepa nadie del Capitolio.

Dos meses antes de la Cosecha, voy al bosque por estar siguiendo a Katniss. Me decidí por hablarle por primera vez esa semana. He perdido años, pero el tiempo de incertidumbre ha acabado, estoy seguro y yo quiero conquistarla más allá de las miradas que nos dirigimos con frecuencia. Lo intenté a la salida de la escuela ese viernes y fracasé porque Gale y Madge llegaron hasta ella justo cuando nos estábamos saludando, de repente, sentí miedo y me fui con una excusa, al ver la mirada amenazante de Gale. Si bien, no le tenía miedo, identifiqué esa mirada como de "celos", por un momento pensé que pese a que jamás los vi en situación comprometedora, ellos podían tener una relación y eso me hizo retroceder momentáneamente. Katniss me miró un poco desilusionada mientras me observaba alejarme y fue tanta la intriga que un día después estoy siguiéndola, para poder estar con ella a solas sin que nadie nos moleste y descubrir el porqué de su mirada.

Katniss se detiene frente a un árbol y busca algo en un hueco. No es difícil adivinar que es.

Cuelga su arco y el carcaj de flechas en sus hombros, para darse vuelta y enfrentarme.

-No deberías estar aquí.

-Tampoco tú. –Respondo.

-Mantengo a mi familia, Peeta.

-Y yo quería verte. No importa el motivo. Los dos estamos en un lugar prohibido.

-¿Por qué un comerciante querría ver a una pobre chica de La Veta? ¿Por qué el hijo del panadero me lanzaría panes en la peor noche de mi vida sin importar que recibiría un golpe después?

-Tal vez porque dicho comerciante ve más allá del lugar de origen de las personas, posiblemente ese comerciante admiré a la "pobre chica de La Veta" que caza furtivamente para llevar adelante a su familia desde que tiene uso de razón. –Me digo que ahora no vale retroceder y continúo. –Ese hijo del panadero quería ayudarte, porque quedaba destrozado cada vez que te veía sufrir. Pero fue demasiado cobarde, porque nunca se atrevió a acercarse a la chica que quería antes.

Veo a Katniss abrir los ojos y la boca intentando decir algo y yo me acerco hasta quedar a un metro de ella.

-Sin embargo, ese chico entendería si ella no lo quiere en su vida.

Katniss rompe la distancia de nuestros cuerpos y me abraza. Sorprendido yo le correspondo el abrazo. Su calidez se percibe mucho más clara y la paz me llena. Aunque siempre lo imaginé e incluso soñé, nunca creí posible estar tan cerca de ella. La amo desde los cinco años y han pasado casi trece años desde entonces. Ella se sujeta a mí con todas sus fuerzas.

-Gracias. –Me dice. –Me salvaste a mí y mi familia y nunca te lo agradecí.

-Fue sólo pan. –Le quito importancia. Porque en realidad nunca estuve para ella cuando sufría y necesitaba un hombro para refugiarse. Siempre la ayudé de lejos, en más ocasiones de las que ella cree, pero no es suficiente.

Ella fija su mirada en la mía.

-No. Fue mucho más que eso. Volví a la vida gracias a ti. Literalmente me rendí esa noche, cuando caí frente a ese manzano, después llegaste tú, te acercaste a mí y me diste los panes que quemaste por accidente, me recomendaste que me fuera a casa porque llovía demasiado y podía enfermarme. Y me di cuenta que sin importar los problemas que enfrentara, nada estaba perdido. Comencé a cazar a partir de ese día. Me diste algo que nadie pudo transmitirme… Esperanza.

-No los quemé por accidente. –Aclaro.

Ella frunce el ceño.

-Los quemé para ti. De otra forma no hubiera podido dártelos con mi madre presente.

-¿Por qué lo hiciste?

-Te amo desde los cinco años. –Pienso mucho antes de contestar esto pero ahora que tomado valor, no me echaré atrás.


…Continuará…

A/N: Lamento que esa corto, la batería de mi celular se está muriendo. Pero no iba a dejarlos sin nada.

AMOR INMORTAL (PEETA & KATNISS) #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora