Capítulo 24

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Caminaron juntos a casa, ambos se veían de reojo cuando el otro estaba distraído. Aquel momento puso nervioso a Sakuma. Pensaba mucho en ello. Le ponía feliz aquel beso recibido por Genda, fue en la mejilla pero le hacía sentir miles de mariposas en el estómago y cosquillas en el cuello.

Pero, ese era un lado de la moneda, también le preocupaba el hecho de que su padre estuviera ahí. Que los haya visto en aquella posición. Ya una vez de Niño le golpeó solo por tomar de la mano a Genda, si lo hubiera visto en ese momento lo habría matado sin dudarlo.

Aún así, con cuidado tocó su mejilla donde Genda depositó aquel suave beso. Trató de pensar en ese sentimiento, ese que lo ayudaba a sobre llevar esas situaciones.

Genda por su parte miraba a Sakuma. Parecía estar menos alterado que en los vestidores, ademas parecía estar... ¿Contento? ¿Será por ese beso en la mejilla? Sus sospechas fueron confirmadas cuando vio al joven de pelo azulado tocar la mejilla que él había besado con anterioridad. Aquello le hizo sonrojar.

Quería hablar de eso, quería saber que opinaba de ese beso. «¿Será que le gustó el beso?»
Ya antes habían evitado hablar de aquel beso que Genda le robó a Sakuma mientras dormían pero ahora no podía dejarlo pasar.

Apretó sus puños estando sonrojado. Tenían que hablar de eso, no podía dejarlo para después. Tenía que saber que pensaba Sakuma respecto a ese beso.

— S-Saku...— lo llamó cuando ya estaban frente a la puerta del peliazul. Estaba muy sonrojado y nervioso — T-Tu mmm ¿q-Qué?—

Por desgracia, Genda se vio interrumpido.

— ¡Jirou!— gritó Sora saliendo de la casa y abrazando a su hijo — Vi el juego de hoy, ¿Estas bien? ¿Te sentiste mal y por eso te sacaron del juego?—

— Mamá, no fue nada de eso — dice tratando de calmarla y separándose levemente — E-Es que...— baja la mirada y se oculta tras su flequillo— Papá fue a verme jugar — susurra.

— ¿Q-Qué?— susurra Sora también.

— N-No me hablo ni nada parecido s-solo que ya sabes que me afecta verlo —

— Lo sé cariño — acaricia la mejilla del otro— Vamos, pasa a casa ya está la comida servida — Sakuma asintió.

— Iré en un momento, Genda quería preguntarme algo — respondió Sakuma y esperaron a que Sora regresara a casa para poder hablar solos — ¿Qué decías Genda?—

— Y-Yo mmm — y ahora parecía que el ratón le había comido la lengua. Odiaba ser torpe con las palabras — L-Lo siento — susurro mirando a Sakuma, quien estaba confundido — Y-Yo l-lo de los vestidores... — señaló su propia mejilla a manera de espejo con Sakuma.

El joven pingüino se sonrojo. Ya antes había pasado algo similar. Fue en su cumpleaños hace varios años atrás, cuando Genda le pidió un abrazo ¿ahora le estaba pidiendo un beso en la mejilla? Se sonrojo ante eso, al menos Genda estaba igual de sonrojado así que no había problema.

Sakuma se acercó más a Genda y besó su mejilla. Ambos parecían dos luces de navidad rojas. No era para menos.

— S-Saku... Ah mm— no era eso a lo que se refería pero no podía ni decirlo ni expresarlo.

— Kou —

— Jirou —

Lo llaman la mamá de cada uno.

— V-Voy — dijeron a la vez — ¡N-Nos vemos mañana!— dijeron antes de meterse cada uno en su casa.

[***]

Por la noche Sakuma estaba en su cama, abrazando su pingüino de peluche Kou.

Pensaba en varias cosas pero sobretodo en Genda y aquello que le pidió hace unas horas.

Su celular sonó.

— ¿Hola?— dice — ¿Genda?—

— Si, hola Saku — toma aire — M-Mira lo del beso de hace rato... ¿q-que te pareció? Q-Quiero decir ¿te molesto? ¿Te puso mal o...?—

Aquella faceta tímida de Genda le gustaba mucho, le parecía muy tierna. Sakuma abrazó a Kou contra su pecho y sonrió.

— No, no me molestó para nada — su corazón latía muy rápido.

— Y-Ya veo... Me alegra oír eso — dijo Genda aliviado y sonriendo.

— ¿Y tú? —

— ¿Y-Yo?—

— Si ¿que te pareció el beso que te di?—

— Maravilloso — aquello hizo que Sakuma se sintiera muy feliz, incluso rió un poco — N-No te burles —

— No me burlo... Es solo... Que me sorprende que me pidieras un beso y que esa fuera tu respuesta —

— Y-Yo, a decir verdad... No quería un beso —

— ¿Eh?— aquello sorprendió a Sakuma — ¿Entonces?—

— B-Bueno sólo quería preguntarte lo que te pregunte ahora —

— Ay no — aquello hizo avergonzar a Sakuma quien tomó las sábanas de su cama y se cubrió hasta la cabeza — Perdón yo no...—

— No dije que no me gustará... De hecho puedes besar mi mejilla más seguido o...— dijo Genda nervioso pues no quería que Sakuma se sintiera mal por la confusión.

— Y-Yo...— aquello sorprendió a Sakuma — Y-Yo Y-yo ¡Maldicion Genda! ¿¡Porque no hablaste claro en ese momento!? ¡Así no estaríamos en esta situación!— se queja Sakuma.

— ¡Ya sabes que no soy bueno con las palabras! ¡Solo con las acciones! — le reclama molesto por ese cambio en su amigo.

— A-Aún así...—

— Pensé que no te había molestado —

— N-No me molestó — cierra los ojos — E-Es que hice algo que no querías... Me confundí —

— Pero ya te dije que no me disgustó. Podrías hacerlo más seguido —

— Está bien, pero luego no te quejes de las consecuencias —

— Si las consecuencias es sentirme la persona más afortunada y feliz del mundo las aceptaré —

— ¿No que no eras bueno con las palabras?— aquello hizo reír a ambos un poco.

— Buenas noches —

— Descansa Genda—

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